En el mundo existe una leyenda muy antigua que relata la historia de un chico, el cual se casó con la luna.
Hace aproximadamente 200 años, un joven albino estaba obsesionado con aquel gran planeta, ya que este no tenía la capacidad de caminar desde el nacimiento. Era de gran estatus, hijo único de famosos mercaderes.
Tenía una vida pacifica y acomodada, tan solo con el tintineo de una campana y ya tenia "todo" lo que el deseaba, aun que eso no le era suficiente.
Por las noches solía arrastrarse hasta una ventana cercana para admirar el cielo nocturno, aveces platicaba con las estrellas.
Les contaba su día y el como desearía poder caminar como los otros chicos, el poder experimentar la vida aún que no tuviera comodidades, el solo quería ser feliz.
Tenía el gran anhelo de que las estrellas y la luna le escuchasen y cumplieran su deseo egoísta, no le importaba si tuviera que dar su alma para vivir un momento feliz, aún que solo fuera fugas.
Una noche, como de costumbre le hablo a cada lucero y estrella, especialmente a la luna, le contó que su madre lloro fuera de su habitación, al parecer no habían buenas noticias estos días.
También le platicó que varios niños apedrearon su ventana y le dijeron lisiado y monstruo. esto lo contaba mientras una lágrima rodaba por sus pecosas mejillas, luego se limpio con la manga de su suéter y le miro sonriente.
-Luna luna, tu que eres tan hermosa, por favor dame el poder de caminar, quiero ver sonreír a mamá, aun que sea por última vez.
-Que te puedo dar a cambio para poder ser feliz? quizá quieras mi alma? o quieres oro? tengo mucho oro y joyas, te las puedo regalar, solo déjame soñar por un momento..
En eso una gran ventisca abrió sus ventanas de par en par, dejando que la luna iluminará su inocente rostro. derrepente una joven doncella, de cabellos rosados y plateados, de hermosa mirada risueña y traviesa se asomo entre las cortinas. tenía un gran y hermoso vestido blanco que combinaba con su perfecto aspecto. esta rápidamente salto hacia el chico lisiado dándole un fuerte y cálido abrazo.
-Tu eres mi compañero leal, me agradan tus historias y tú corazón tan puro, así que te haré un trato.
El chico rápidamente asintió ya que finalmente su tan preciada luna le había respondido.
-Te ayudaré a caminar si te casas conmigo por toda la eternidad, he estado sola por miles de años en la espera de mi amado, entonces que dices? Es la única oferta que te daré, solo toma mi mano y vayamos a ser felices juntos.
Este dudo un poco pero rápidamente acepto extendiendo su pequeña mano, sintiendo la contraria tan fría como un temprano de hielo, pero aún así no le molestó y como si fuera arte de magia sus piernas volvieron a funcionar, por primera vez en su corta vida sintió un hormigueo en sus pies.
Poco a poco intento levantarse hasta que finalmente lo consiguió, el primer lugar al que decio ir fue a la habitación de su madre, está estaba acostada en su cama, medio dormida ya que aún estaba sollozando. Esta derrepente sintió un ligero escalofrío por su mejilla. era la mano de su querido hijo, este beso su frente y le susurro.
-Mamá mamá, ya puedo caminar, la luna me concedió un deseo, pero me tengo que marchar, cuida de papá por mi. te amo.
Su madre quedó dormida con ese consuelo, al día siguiente se paró feliz por su sueño, pero esa felicidad pronto desaparecio, al llegar a la habitación de su querido hijo se encontró con un escenario inolvidable. En el suelo yacía su débil y pequeño cuerpo, cubierto de nieve y con una sonrisa. ella rápidamente se tiró al suelo para tomarle en brazos y agitarle con frenesí mientras lloraba a mares y como si este fuese a contestarle como normalmente lo hacia, luego recordo su sueño de la noche anterior, y con ojos llorosos miró al cielo, luego pensó en la luna.
-Almenos se fue feliz.