Capitulo 2: "La ayuda que llego misteriosamente"

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«La chica de antes», pensé.

Creí haber visto mal, así que me frote los ojos, «supongo que algunas veces vemos cosas que no existen» pensé.

Pero inundablemente era la chica de aquel sueño, con la única deferencia que aquí se veía distinta y en el sueño... parecía tan triste como yo. Iba a seguir indagando en como podría haber soñado con alguien que recién había visto, en cuando nos interrumpió de nuevo.

—Parece que tiene un problema con el auto —hablo de nuevo, tras no recibir respuesta alguna.

Mientras mamá salía del auto, ella miraba con atención  quienes estaban adentro del vehiculo y se posiciono al lado de éstos.

—Ahhh, si —exclamó mi padre después de quedarse mirando sus inusuales lente, este día nublado —.Íbamos conduciendo por la carretera cuando se nos pincho de la nada la rueda  y...—iba a seguir hablando pero se vió interrumpido por mamá.
—Nos olvidamos de traer repuesto, no era un viaje tan largo, después de todo—respondió ante la tardía respuesta de su esposo, quien seguramente se vio intimidado por el chófer.
—Si es eso, no hay problema en ayudarlos —respondió educadamente, mirando a su chófer y luego a nosotros. Supongo que se daba cuenta del ambiente un poco tenso—.Carl, podrías ayudar a estos desconocidos con la rueda del auto—dijo sonriendo.
—Si señorita, enseguida —respondió el chófer yendo al baúl para poder sacar las cosas y cambiar los neumáticos.
—Son ustedes muy amables al ayudarnos, sin conocernos —dijo mi madre viéndolos.
—Ay, porfavor. No es la gran cosa, Sra....—dijo esperando a que se presentará.
—¡Ah cierto!, no nos hemos presentado todavía—exclamó papá mientras le estrechaba la mano.
—Mi nombre es Fernando Dalmau, y ella —dijo señalando a su esposa— mi queridisima esposa, Ana Dalmau.
—Un gusto cariño —dijo dándole la mano mamá.

Mientras ellos se presentaban no pude evitar haberla observado detenidamente.
Podía ver lo atractiva que era, tenía el pelo negro azabache, la piel pálida y un rostro delicado y casi parecía frágil. Tal como las películas viejas, ella emitía las mismas vibras de la belleza naturales; digna de toda la atención que ocasionaba.

Tras verla por un largo tiempo, nuestros ojos no dudaron en hacer contacto. Sintiéndome cohibido antes su mirada y aura que emanaba firmeza, baje la mirada avergonzado.

«Me habia visto mirandola», exclame.

Después de que me haya descubierto mirándola, la vi nuevamente.
Se estaba riendo. Supongo que estaba acostumbrada a ser el centro de atención, ante tal apariencia.

Pude seguir con mi monologo interno, pero me vi interrumpido por mi padre qué nos llamó para presentarnos.

—Y estos —señalando la parte trasera del auto; en donde estabamos— son mis hijos.

Tras esa declaración, salimos los 3 del auto para presentarnos a aquella desconocida.

—Me llamo Mateo—comentó mi hermano entrelazando la mano en forma de saludo. Ella por su parte no dio más que una sonrisa, de vuelta y devolviendole el saludo.
—Yo soy Diana— dijo haciendo el signo de amo y paz en forma de saludo.
—Y yo por último soy Eliam, un gusto.
—Yo me llamo Elizabeth Stoica Stan, hija de la familia Stoica.

—¿Stoica?,¿Cómo el hospital?— pregunto algo exaltado y sorprendido ante su respuesta.
—Si, ese mismo.
—Wow —exclamó aún más sorprendido— que pequeño que es el mundo.
—Así parece. Y ustedes son los famosos vecinos, ¿no?. Los rumores aquí se esparcen rápido, iba a pasar por la entrada del pueblo para ver si me los encontraba y di justo al blanco.
—Si te digo que no estaríamos mintiendo, ¿no cariño?—comentó mirando a mi padre y ambos asintieron en respuesta—.Parece que los rumores corren rapido en el hospital,¿usted trabaja ahí por casualidad?¿Cuál es su especialidad?
—Ja, ja, ja, ja. Yo no trabajo ahí, nisiquera he terminado mis estudios —exclamó divertida ante tal respuesta.
—Oh, habré entendido mal. Discúlpeme. ¿A qué colegio vas?— dijo mirandola y volviendo la mirada hacia mi, seguro que intentaría hacerme una amiga. Como de costumbre papá tenía la habilidad de buscarme los amigos, aunque yo pudiese hacerlo.

—No se preocupe, voy a la escuela que esta del otro lado del hospital, justo enfrente de la Plaza.
—Oh—exclamó mi madre dándose miradas cómplice con mi padre— ese es el colegio de Eliam y Diana—dijo mientras nos traía para incluirnos en la conversación.
—¿Vas a 5to grado también?—hablo papá.
—Si—respondió entusiasmada—¿Cómo adivino?.
—Una corazonada —respondió confiada—. Entonces no habrá problema —dijo mientras me ponía enfrente de ella— de que te juntas con Eliam, ¿no?. Sería bueno que hiciera un amigo.
—Si, nuestro Eliam... no es tan sociable... lamentablemente—exclamó mintiendo descaradamente—.¿No será una molestia?.

«¿Cómo podrian mentir tan descaradamente aquel que los habia ayudado», pense.

Pude ver como estos sonreían ante tal mentira más falsa, no creía que le creyera.

—Claro que no—respondió amablemente.

«Si cayo» dije pensando para mi, queriendo darme una palmada en la cara ante tal inocencia.

—Aparte un amigo nuevo, siempre es bienvenido—dijo mirándome.

Esa frase hizo que nos mirábamos una vez más, aunque no podía verla bien a los ojos por sus anteojos.

«¿Por que los usara?»pensé.

—Ya esta listo, señoríta—hablo el chófer interrumpiendonos—. Podemos irnos.
—Que bueno —dijo mientras el chófer iba hacia el asiento y encendía el motor—. Parece que tengo que irme, es una lastima. Pero nos volveremos a ver en el colegio, Eliam—dijo adentrándose al auto.
—Supongo que si.

Estaba por macharse así sin más, en cuánto bajo el vidrio para hablar una última vez.

—Una cosa más—dijo mientras se sacaba los lentes,«Por fin podria ver sus ojos que tanto trataba de esconder», pensé.— Los lunes llevamos uniforme normal y el de Ed. Fisica. Eso es todo. Un gusto conocerlos familia Dalmau, te veo en el colegio Eliam—grito esto a lo último ya que se iba a toda marcha.

Nos quedamos todos estupefactos ante el color de sus ojos. Nadie decía nada, solo nos mirábamos atónitos sin decirnos nada; en completo silencio. Mi hermana fue la primera en romper el silencio que se había formado.

—Supongo que ahora podemos irnos, ¿no?.
—Creo que si—hablo papá mientras todos nos subimos al auto y este encendia el motor.

Ya en marcha, mi hermano fue el que empezó a hablar de sus ojos, y lo siguió mamá diciendo que no era muy bueno hablar del cuerpo de los demás, y así sin más se empezó un debate si sus ojos eran natural o no.

La discusión pasó a segundo plano recordando la última frase dicha por la desconocida. No... ya no lo era.

«Nos vemos en el colegio», pensé embobadamente.

Sin duda no podría esperar a que sea lunes. Quería verte de nuevo, Elizabeth.

Quiero volver a hacerlo...

Holiss~~~~.
¿Cómo están?, espero y se encuentren bien. Aquí esta el capitulo Nro 2, espero y les guste; este capitulo lo tenia hace unos días pero me costó editarlo.
No se olviden de darle ☆ si les gusta y seguirme para más capítulos, eso me ayuda mucho para crear más capítulos.
Muchas gracias a quienes han leído mis capítulos, lo aprecio de todo corazón.
Bueno.... eso sería todo, no se olviden de comentar que con gusto le responderé.
Bsss :D

Pd: ¿Cuál es su parte favorita en lo que va del capitulo? ¿Qué piensan que puede pasar en el próximo capítulo?.  Les responderé con gusto, a quien se anime a comentar. Los quiero de nuevo, byee. ♡♡♡♡

07/12/2022

El Color de tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora