Cuando finalicé mi etapa Universitaria, salí con grandes expectativas sobre mi profesión. Pensaba que podía transformar la realidad a través de la educación y, con ansias gigantes, me adentré al mundo laboral. Estas aparecieron matices que no imaginé: abrupto, hostil, convulsionado; propio de las realidades citaditas y de un mundo que añora la esclavitud maquillada en la palabra productividad.
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SERENDIPIA
AléatoireSiempre nos podemos reencontrar y reconciliar con nosotros mismos y el mundo.
