Male Character x Top Male Reader

oc's

Smut

(tremendo)

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Podías sentir a Alex prácticamente temblando debajo de ti, sus músculos contrayéndose y relajándose rápidamente.

"Por favor, no lo hagas", pronunció, con la voz temblorosa. Mentalmente suplicó que no lo escucharas.

Estaba debajo de ti junto a Mack. Ambos te observaron de cerca, y más específicamente, observaron cómo girabas cuidadosamente un cuchillo de mariposa entre tus dedos.

Usaste tu máscara de fantasma, algo en lo que tanto Mack como Alex habían insistido ¿Y cómo puedes decir que no cuando te lo suplican tan amablemente?.

No podían ver tu expresión detrás de la máscara, pero algo en eso la hizo mejor. Eso y el cuchillo que sostenías con tanta elegancia los estaba volviendo un poco locos a ambos. Con solo sus boxers puestos, ya estaban debatiendo deshacerse de sus personajes y solo pidiéndote que los follaras.

"¿Vas a cooperar o tengo que ensuciarme?" preguntaste, sosteniendo el cuchillo en la garganta de

Alex. Lo viste a él y a Mack tensos, los ojos de Mack rastreando la hoja de metal. Empujaste contra la piel de Alex, lo suficiente para que él lo sintiera.

Alex hizo todo lo posible para tranquilizarte, pronunciando afirmaciones mientras intentaba no cortarse el cuello con la hoja.

"Es lo que pensaba." Sonreíste, apartando el cuchillo de Alex. "Banda."

Ambos hombres lo hicieron lentamente, manteniendo sus ojos en ti. No ofreciste ninguna reacción, los ojos oscuros de la máscara nunca los abandonaron.

Miraste a Mack. Sus ojos estaban muy abiertos, vidriosos por el miedo y la lujuria. "Ven aquí", ordenaste.

Una vez que se movió en tu dirección, tomaste sus caderas, su espalda pegada a la tuya mientras se sentaba a horcajadas sobre Alex.

Deslizaste el cuchillo contra su torso, la parte plana de la hoja solo puso nervioso a Mack. Finalmente lo giraste hacia él, haciendo una línea larga y lenta contra su torso. El gemido de Mack fue casi pronográfico, sus ojos se cerraron con fuerza mientras unas gotas de sangre rodaban por su torso.

Dejas el cuchillo a un lado momentáneamente, colocando a Mack sobre la polla de Alex.

"Espera, no hiciste p-"

"Agradece que te deje que te follen", resoplaste, interrumpiendo a Mack. Lo obligaste a bajar por las caderas, arrastrándolo por la polla de Alex hasta que estuvo sentado en el regazo de Alex. Ambos chicos estaban hechos un desastre, la cabeza de Mack cayendo sobre tu hombro.

Apenas les diste un momento para adaptarse, levantando el disfraz y empujando tu propia polla en el agujero apenas lubricado de Alex.

"Joder", resopló Alex, con la cabeza completamente floja contra las almohadas debajo de él. "Oh, mierda, me voy a correr".

"¿Ya?" Preguntaste, riéndote de lo rápido que Alex asintió. "Pero te estabas quejando hace solo unos segundos. Qué grosero de tu parte hacerme pensar que no eras una maldita puta."

Agarraste las caderas de Mack, usándolo como palanca para golpear tus caderas contra las de Alex. El duro movimiento hizo gemir a ambos chicos.

"Reduce la velocidad", pidió Mack, con la esperanza de que no te dieras cuenta de cómo sus caderas chocaban contra las de Alex.

"Por favor", agregó Alex, con los ojos llorosos. "Cooperamos, Por favor disminuya la velocidad".

"O lo tomas o te destripo". Cogiste el cuchillo, arrastrándolo por el estómago de Mack. Mack miró con fascinación, las caderas acelerando sobre las de Alex. Presionaste hacia abajo, cortando un corte en el medio del pecho de Alex. Goteaba sangre y Mack se inclinó, arrastrando la lengua por el corte y gimiendo.

"¿Qué tal un regalo, hm?" Preguntaste, tu tono engañosamente ligero. Parecieron confundidos por un momento antes de que levantaras el cuchillo hacia la espalda de Mack, tallando tus iniciales. "Tal vez recordarás a quién perteneces".

Eso fue todo lo que necesitó Mack para correrse, quedando prácticamente fláccido encima de Alex. Llevaste el cuchillo al estómago de Alex, tallando una versión más pequeña de tus iniciales en la piel que Stu no estaba cubriendo.

Se corrió un segundo después, seguido de ti presionando sus caderas contra las tuyas y corriéndote tan profundo como pudiste.

"Lo juro por Dios", comenzó Mack, respirando con dificultad. "La próxima vez te superaré, Alex".