Navidad de golpe - (Three Shot - Adaptación) KookTae

Un encuentro algo cliché

La tenue luz solar y los diminutos copos de nieve caer anunciaban la temporada invernal en Seúl, y con ella la tan ansiada y esperada época navideña. Todos estaban emocionados y ansiosos, estaba por llegar la época del año en la que por mas intentos que se daban, predominaba el deseo material sobre el espiritual y sentimental... y no era distinto para alguien en especial.

Ahí, en su cama, despertando por el sonido de la alarma, yacía Kim Taehyung, quien quitando su antifaz para dormir observó por la ventana un nuevo día empezar.

—Ya es hora —Se dijo a si mismo mientras empezaba una conversación por su celular luego de levantarse—. Esto es casi como una pesadilla, no sé como lidiar con toda esta situación —dijo sin cuidado al teléfono.

—¿Y ya hablaste con él? —Le preguntaron al otro lado de la línea.

En eso, el timbre de su habitación fue tocado, encaminándose a la puerta para abrirla pudo ver a varias personas paradas observándolo.

—Señorito Kim, mi nombre es Jackson, y seré su asistente durante su estadía aquí, ellos son personal nuestro también.

—Ah, bien... el punto es —continuó hablando por teléfono mientras era seguido por todos ellos a sus espaldas—, que no quiero dedicarme a la hotelería, ¿entiendes? No estoy preparado para eso —seguía hablando mientras veía personas ir de acá para allá en su suite. Una mujer tomando su mano para sumergirla en un liquido especial para cuidar sus cutículas—, Papi no lo entendería.

—¿Dior o Armandi? —Le preguntaron con dos trajes elegantes frente a él.

—Ay no sé, este se ve lindo pero no me gustan las plumas... ¿No hay algo en rojo? —inquirió viendo correr a esa persona— No quiero ser vicepresidente de atmosfera, Seojoon, ni siquiera creo que sea un trabajo real, creo que solo es un invento suyo para darme algo que hacer. Uy ese está lindo —aceptó mientras volvía a remojar sus dedos, a la vez que ordenaba una copa de champagne—. Las cosas ya están bastante mal, cuando la gente me mira solo ven al hijo consentido de Kim Namjoon, hotelero y magnate. Que idiotas —espetó con el aparato pegado a la oreja todo el tiempo.

—Pues es lo que eres amor, pero que hay de tus redes, ¿eh?

—¿Le gusta este? 

—Creo... ¿eso es piel?

—Piel vegana.

—Agh, Seojoon, ayúdame, debo dejar una marca en el mundo antes de morir y no sé como, mis redes sociales fueron hackeadas lo olvidaste.

—Ah si, tienes muy mala suerte, lo bueno es que tienes un novio que es un gran influencer y te ayudara con todo.

—Sí, cielo, me lo recuerdas todo el tiempo —dijo girándolos ojos.

—Escucha esto, en el desayuno, hablaremos con él, le dirás que no quieres dedicarte a eso y le demostraremos que tienes lo necesario para triunfar como influencer también.

—Ay sí, me muero porque la gente me conozca por algo mas que mi apellido.

—Tú déjaselo a tu Seojoon. Uy, es hora de mi selfie, nos vemos.

—Okay, te amo... ¿hola? 

—¿Mala conexión? —Le cuestionó una de las empleadas.

—Sí... eso creo... Escogeré el Armandi rojo, y un lindo sombrero.

Y tras toda esa algarabía, en otra parte del hotel, en una de las montañas nevadas cercanas usadas para esquiar para ser específicos, un joven esperaba ansioso la oportunidad de su vida.