La relación de _____ y Damián, quienes recorren Paldea juntos en búsqueda de las especias ocultas, es más que particular. Pasan la mayor parte del día juntos, y aunque sea por voluntad propia, no saben como hacer para soportar sus personalidades tan...
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Hace poco ____ se había mudado a Paldea con su madre para comenzar una nueva vida. Los hermosos paisajes y biomas de la región las habían cautivado desde el primer momento, no podían estar más felices de comenzar a vivir en un lugar tan bello. Se había inscripto en la academia de ciudad Meseta para continuar sus estudios. Esta era más que acogedora, había comenzado sus clases hace tiempo. Tenía la imagen en su mente de llevar un semestre tranquilo, preocupándose por sus clases y manteniendo el mejor promedio posible, aprendiendo cada día más acerca de los pokemon, pero esto no fue así.
Su vida cambió drásticamente luego de escoger a su pokemon inicial y conocer a su vecina Mencía. Recorriendo las primeras rutas de Paldea, un estruendo llegó hasta los oídos de ____. Miraidon.
-" ¡____! ¿Donde estas? ¿Estas bien?-" La campeona Mencia gritaba desde lo alto del risco por el que había caído su nueva amiga hace unos minutos, sin respuesta. Ella caminaba por el interior de la cueva sin poder escuchar los llamados de la mayor, cegada por el resplandor morado que emitía el legendario pokemon ante sus ojos. Al llegar al final del pasadizo oscuro, lleno de pokemon que comúnmente habitan en estos espacios, logró reconocer al fin la voz de Mencía desde las alturas. -" ¡Detrás de ti!"-
Un Houndoom, que parecía muy fuerte, atacó a la pequeña ____, quien rodó un par de metros por la cueva. Sorpresivamente Miraidon la defendió, su grito bastó para alejar a cualquier pokemon de la zona. Tomó a la chica entre sus garras y subió por la cueva, regresando a la superficie, para caer exhausto y cambiar de forma a una más pequeña que antes, justo como estaba en la playa, antes de compartirle aquel bocadillo que estaba pensado para ser su almuerzo. Mencia no paraba de gritar lo magnífico que era ese pokemon tan raro. Y tenía razón, nunca lo había visto antes.
-" Parece que está algo mejor!"- exclamo unos minutos después, cuando el pokemon pudo al menos pararse. Le indico a la menor que la estaría esperando a los pies del faro que adornaba el final de la ruta. ____ acarició el lomo del pokemon en agradecimiento, y continuó su camino hacia el enorme faro unos metros delante de ambas.
Una cabellera gris, casi rubia, llamó su atención. Era un chico alto, parado en frente de una puerta justo debajo del faro.
-" T-tu! ¿que diablos haces aquí?"- gritó al ver al pokemon.
-" Eres... Damian verdad? de Letras, el hijo del profesor Turo"- exclamo Mencía.
-" De quien sea hijo no es el caso... de donde sacaron este pokemon?"- parecía sorprendido.
Le explicó detalladamente lo ocurrido.
-" Ya veo, bueno entonces... debo comprobar que eres lo suficientemente buena como para hacerte cargo de Miraidon"- Dio lugar a una batalla pokemon. Sin mucho esfuerzo ___ fue capaz de vencer al equipo de Damián.
-" Al parecer tienes madera de entrenadora, al menos"-
-" ¿Me estás insultando? Si solo tienes un Skwovet"- Dijo sarcásticamente mirando al mayor por su comentario sin sentido.
