el vecinito ─ hyunho.

unique.

minho se encontraba dentro de su casa, realmente estaba aburrido sin nada que hacer, debido a que bangchan se encontraba en su trabajo y llegaba hasta la noche.

suspiró y se asomó por la ventana de su habitación, encontrándose con la hermosa imagen de su vecino en franela, dejando a la vista sus músculos pero delgados brazos, esté se encontraba regando las plantas de su jardín. minho mordió su labio inferior, para él hyunjin era jodidamente sexy, desde que se había mudado a la casa de al lado lo observaba cada vez que podía, algunas de esas veces termina imaginadose debajo de él mientras el rubio lo penetraba sin piedad alguna, si le traía ganas pero no había hecho nada para acercarse a él, además de saludarlo.

un pensamiento perverso pasó por su mente, se alejó rápidamente dirigiendose a su armario para cambiarse su camisa poniéndose algo un crop top negro dejando a la vista parte de su abdomen, se miró una última vez al espejo sonriendo con maldad, bajó las escaleras hasta llegar a la puerta de su casa. estando afuera se dirigió a la casa de hyunjin, sus caderas se movían de un lado a otro con seducción.

── hola hyunjin. ── saludó llamando su atención.

── oh, hola, minho hyung. ── el rubio dejó de hacer lo suyo para prestarle atención al mayor, lo miró de arriba a abajo para después sonreírle, aquel gesto no pasó desapercibido por el peliazul causándole una sonrisa lasciva.

── ¿estás ocupado? ── preguntó con aires de inocencia, mantenía sus manos detrás de su espalda mientras ladeaba su cabeza.

── acabo de terminar aquí, así que no, ¿por qué lo preguntas?

── estoy aburrido en casa, me preguntaba si quieres pasar a tomar algo y charlar un rato. ── sonrió de manera amable.

── por supuesto, me encantaría. ── hyunjin le devolvió la sonrisa.

ambos chicos comenzaron a caminar hasta la casa del mayor, hyunjin iba detrás de minho y no puedo evitar posar su mirada en el cuerpo de minho, se notaba que hacía ejercicio, su mirada bajo más allá hasta su trasero, contorneado y voluminoso. llegaron a casa del peliazul entrando hasta la cocina.

── ¿qué te gustaría tomar? ¿o prefieres tomar algo? ── preguntó mirando al menor con una pequeña sonrisa.

── un vaso de jugo está bien.

── puedes esperar en la sala, voy en un momento.

minho sonrió dirigiéndose al refrigerador de la cocina mientras que hyunjin caminaba hasta la sala sentándose en el sofá, no había entrado a la casa del peliazul, era bastante linda y mantenía un toque elegante.

unos minutos después apareció el dueño de aquel lugar con dos vasos de jugo de naranja sentándose al lado del menor.

── aquí tienes, hyunjinnie. ── extendió el vaso de jugo hacia el rubio, este dió las gracias tomándolo en sus manos dando un sorbo del líquido. ── creo que nunca pasamos más allá de saludarnos en las mañanas, me gustaría conocerte.

de todas las maneras posibles, pensó minho.

── no hay mucho que decir, tengo 22 años y me mudé porque necesitaba un lugar más espacioso para mis pinturas. ── respondió mirando al mayor.

── vaya, no sabía que eras artista. ── minho mantenía la mirada fija en el rostro de hyunjin.

sentía que no podía controlarse más, teniéndolo ahí con gotas de sudor recorriendo su rostro y brazos, su franela se pegaba un poco a su cuerpo debido a la transpiración, su mirada se desvío a los labios de hyunjin, se veían suaves y totalmente besables, estaba enloqueciendo. el más alto dejó su vaso en la mesa que se encontraba ahí y minho hizo lo mismo.