Izuku abría sus ojos lentamente sintiendo el dolor de su cuerpo hacerse presenten, intentado visualizar en donde estaba con la poca luz que alcanzaba a filtrase por aquellas ventanas que estaban cubiertas por cortinas regadas y gastadas, pudo tomar que estaba como en una especie de oficina, había un escritorio, y una par de sofás individuales, necesitaba saber donde estaba
Cuando intento moverse, el metal frío que rodeaba sus muñecas se lo impidió, reaccionando al saber que estaba atado y colgado desde algún tubo de metal en el techo, donde apenas sus pies tocaban el suelo
Sus recuerdos borrosos comenzaban a regresas a su mente, cuando iba con Katsuki, el accidente y de eso todo se volvió oscuro, hasta ahora lo que vino mas a su mente fue Katsuki, necesitaba saber si estaba bien, intento safarse de nuevo, pero aquellas cadenas estaban los suficiente apretadas y sujetas, pero una palabras lo hizo detenerse
— Yo que tu, no aria eso niño— escucho una voz aspera que se acercaba a el, Izuku olfatéo, intentado percivir el aroma, notando que era de un Alfa, lo que hizo que soltara un gruñido
El hombre caminaba en dirección al Omega, el pecoso mantenía su ceño fruncido y su mirada fija en el Alfa, era alto y su cabello parecía ser de un castaño oscuro. Cuado el estuvo al frente del Omega, el Alfa sostuvo el mentón del peliverde, deslizó su mirada de arriba abajo con una sonrisa arrogante en su rostro, Izuku soltó otro gruñido en son de defensa
—Veo que eres un Omega rebelde, pero no te preocupes aqui te aremos que nos respetes pequeña puta—dijo sin vergüenza, Izuku escupió en el rostro del sujeto, haciendo que retrocediera, limpiadose con su mano, para después dirigir su vista al pecoso —¡pequeña perra!— grasno, acercándose de nuevo con su puño cerrado, dispuesto a golpear al Omega. Izuku no se inmutó en ningún momento, pero antes de que soltara el golpe una voz en el fondo hizo que izuku abriera sus ojos de golpe y un escalofrío recorriera su columna vertebral
—Controlate, no querrás asustar a nuestro invitado ¿verdad?—escuso el hombre de gran altura, izuku no podía creer lo que veía, o mas bien la persona que estaba entrando a la habitación, era a quien le había disparado, en aquella junta en la farmacéutica de Enji Todoroki, lo vio desangrarse, en el maldito funeral, como es que ahora estaba ahí, vivo, sin ninguna herida de lo que había provocado, esto no estaba bien, ni iba bien
—Por la expresión en tu rostro, creo que ya no hace falta que me presente ¿No?— dijo con una sorisa, para depues seguir— Así que Midoriya Izuku, muy conocido por acabar con sus oponentes tan fácilmente, y más al ser un Omega, y tenerte aquí es como tener una gran reliquia ¿no lo crees?.
—Yo no soy un maldito premio... ¿Y donde esta Kacchan?—exclamo, necesitaba estar con su Alfa, saber si estaba bien, estar en sus brazos, pero desgraciadamente no se iba a poder. No por ahora
—Ese Alfa tuyo ¿No?.
—¿Donde esta Kacchan?— gruñó
—Realmente no lo se, a lo mejor esta muerto o vivo, realmente no me interesa, pero si es así, estaría perfecto ya que le tengo una oferta que no dudará en negar. Así que, no me cauces problemas en estos tres días— inquirió, dándose la buelta y dejar al Omega con dos Betas para que lo vigilarán
Oferta
Tres días
Izuku se quedó en silencio hasta que el sonido de la puerta cerrarse fue lo único que se escucho, estaba tan en sus pensamientos averiguando el por qué de esas palabras, hasta que lago hizo clic en si cabeza, concluyendo todo, la carta no iba dirigida a el, si no a Katsuki, como es no lo había previsto antes, era un idiota, estaba más concentrado en saber quién era, que el por qué la razón de que la había mandado, ahora estaba ahí, en lugar desconocido, y katsuki podría estar en peligro
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UN DESTINO OCULTO
Fanfiction-Por qué no mejor te tiras del techo, quizás así en otra vida seas un Omega digno para un Alfa - reía el alfa de pelo cenizo viendo al omega con la cabeza gacha frente a él- que no vas a decir nada, ja que patético- decía al estar en el marco de la...