2Un Gato Grande, Negro Y Gordo

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-Me da mucha pena dejarte solo
-Dijo el niño acariciando el lomo del gato grande, negro y gordo
Luego continuo con la tarea de meter cosas en la mochila. Tomaba un casete del grupo Pur, uno de sus favoritos, lo guardaba, dudaba, lo sacaba, y no sabia si volver a meterlo en la mochila o dejarlo sobre la mesilla. Era dificil decidir que llevarse para las vacasiones y que dejar en casa.
El gato lo miraba atento, sentado en el alfeizar de la ventana, su lugar favorito.
-¿Guarde las gafas de nadar? Zorbas, ¿has visto mis gafas de nadar? No. No las conoses porque no te gusta el agua. No saves lo que te pierdes. Nadar es uno de los deportes mas divertidos. ¿Unas galletitas? -ofrecio el niño tomando la caga de galletas para gatos.
Le sirvio una porcion mas que generosa, y el gato empezo a masticar lentamente para prolongar el placer. ¡Que galletas tan deliciosas, crujientes y con sabor a pescado!
>, penso el gato con la boca llena. >, se corrigio al tragar
Zorbas, el gato tenia muy buenas razones para pensar asi de aquel niño que no solo gustaba el dinero de su mesada en esas deliciosas galletas, sino que le mantenia siempre limpia la caga con gravilla donde aliviaba el cuerpo y lo instruida hablandole de cosas importantes.
Solian pasar muchas horas juntos en el balcon, mirando el incesante ajetreo del puerto de Hamburgo, y alli, por ejemplo, el niño le decia:
-¿Ves ese barco, Zorbas? ¿Sabes de donde viene? Pues de Liberia, que es un pais africano muy interasante porque lo fundaron personas que antes eran esclavos. Cuando crezca, sere capitan de un gran velero e ire a Liberia. Y tu vendras conmigo, Zorbas. Sera un buen gato de mar. Estoy seguro.
Como todos los chicos de puerto, aquel tambien soñaba con viajes a paises lejanos. El gato lo escuchaba y tambien se veia a bordo de un velero surcando los mares.
Si. El gato sentia un gran cariño por el niño, y no olvidaba que le debia la vida.
Zorbas contrajo aquella deuda precisamente el dia en el que abandono el canasto que le servia la morda junto a sus a sus siete hermanos. La leche de su madre era tibia y dulce, pero el queria probar una de esas cabeza de pescados que las gentes del mercado daban a los gatos grandes. Y no pensaba comersela entera, no su idea era arrastrarla hasta el canasto y alli maullar a sus hermanos:
-¡Basta ya de chupar a nuestra pobre madre! ¿Es que no ven como se a puesto de flaca? Coman pescado, que es el alimento de los gatos de puerto.
Pocos dias antes de abandonar el canasto su madre le habia maullado muy seriamente:
-Eres agil y despierto, eso esta muy bien pero debes cuidar tus movimientos y no salir del canasto. Mañana o pasado vendran los humanos y decidiran sobre tu destino y el de tus hermanos. Con seguridad les llamaran con nombres simpaticos y tendran la comida asegurada. Es una gran suerte que hayan nacido en un puerto, pues en los puertos quieren y protegen a los gatos. Lo unico que los humanos esperan de nosotros es que mantengamos alejadas a las ratas. Si, hijo ser un gato de puerto es una gran suerte, pero tu debes tener cuidado porque en ti hay algo que puede hacerte desdichado. Hijo si miras a tus hermanos veras que todos son grises y tienen la piel rayada como los tigres. Tu, encambio, has nacido enteramente negro, salvo ese pequeño mechon blanco que luces bajo la barbilla. Hay humanos que creen que los gatos negros traen mala suerte, por eso, hijo, no salgas del canasto.
Pero Zorbas, que por entonces era como una pequeña bola de carbon, abandono el canasto. Queria probar una de esas cabezas de pescado. Y tambien queria ver un poco de mundo.
No llego muy lejos. Trotando hacia un puesto de pescado con el rabo muy erguido y vibrante, paso frente a un gran pajaro que dormitaba con la cabeza ladeada. Era un pajaro muy feo y con buche enorme bajo el pico. De pronto, el pequeño gato negro sintio que el suelo se alejaba de sus patas, y sin comprender lo que ocurria se encontro dando volteretas en el aire. Recordando una de las primeras enseñanzas de su madre, busco un lugar donde caer sobre las cuatro patas, pero abajo lo esperaba el pajaro con el pico abierto. Cayo en el buche, que estaba muy oscuro y olia horrible.
-¡Dejame salir! ¡Dejame salir! -maullo desesperado.
-Vaya. Puedes ablar -grazno el pajaro sin abrir el pico-. ¿Que bicho eres?
-¡O me dejas salir o te rasguño! -maullo amenazante.
-Sospecho que eres una rana. ¿Eres una rana? -pregunto el pajaro siempre con el pico cerrado.
-¡Me ahogo, pajaro idiota! -grito el pequeño gato.
-Si eres una rana. Una rana negra. Que curioso.
-¡Soy un gato y estoy furioso! ¡Dejame salir o lo lamentaras! -maullo el pequeño Zorbas buscando donde clavar sus garras en el oscuro buche.
-¿Crees que no se distinguir un gato de una rana? Los gatos son peludos, veloces y huelen a pantufla. Tu eres una rana. Una vez me comi varias ranas y no estaban mal, pero eran verdes. Oye, ¿no seras una rana venenosa? -grazno preocupado el pajaro.
-¡Si! ¡Soy una rana venenosa y ademas traigo mala suerte!
-¡Que dilema! Una vez me trague un erizo venenoso y no me paso nada. ¡Que dilema! ¿Te trago o te escupo? -medito el pajaro, pero no grazno nada mas porque se agito, batio las alas y finalmente abrio el pico.
El pequeño Zorbas, enteramente mojado de babas, asomo la cabeza y salto a tierra. Entonces vio al niño, que tenia al pajaro agarrado por el cogote y lo sacudia.
-¡Debes de estar ciego, pelicano imbecil! Ven, gatito. Casi terminas en la panza de este pajarraco -dijo el niño, y lo tomo en brazos. Asi habia comenzado aquella amistad que ya duraba cinco años.
El beso del niño en su cabeza lo alejo de los recuerdos. Lo vio acomodarse la mochila, caminar hasta la puerta y desde alli despedirse una vez mas.
-Nos vemos dentro de cuatro semanas. Pensare en todos los dias, Zorbas. Te lo prometo.
-¡Adios, Zorbas! ¡Adios, gordinflon!
-se despidieron los dos hermanos menores del niño.
El gato oyo como cerraban la puerta con doble llave y corrio hasta una ventana que daba ala calle para ver a su familia adoptiva antes de que se alejara.
El gato respiro complacido. Durante cuatro semanas seria amo y señor del piso. Un amigo de la familia iria cada dia para abrirle una lata de comida y limpiar su caja de gravilla. Cuatro semanas para holgazanear en los sillones, en las camas, o para salir al balcon, trepar al tejado, saltar de ahi a las ramas del viejo castaño y bajar por el tronco hasta el patio interior, donde acostumbraba a reunirse con los otros gatos del barrio. No se aburriria. De ninguna manera.
Asi pensaba Zorbas, el gato porque no sabia lo que se le vendria encima en las proximas horas.
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Holiiiis ... Sorry Poca jente lo Leia Y no lo Quise Seguir ... pero Voy A Seguirlo Por La Poca Jente Que Lo Pide :3 Y perdon Por El Retrasoo xD ... Y Perdon Si Hay Un Error Esque Soy Nuevo Escribiendo Historias :3..... Bueno Ya Saven Que Hacer Si les Gusta ★★♡♡

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⏰ Última actualización: May 15, 2015 ⏰

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