Parte I

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—Fred, deja de pincharme la mano con el lápiz.

—Oblígame.

—Estamos en clase, genio.— dijo mientras se acostaba en la mesa— Me perdí la mitad de la clase por tus tonterías.

—Cómo si fuera la gran cosa.— Siguió jugando con el lápiz, clavándolo en la mano derecha de Freddy repetidamente. Este trataba de ignorarlo, pero cada vez dolía más y más, hasta que sintió como el bolígrafo atravesó el dorso de su mano. Siendo que compartían cuerpo, casi por reflejo, agarró su mano izquierda y la forzó contra la mesa, inmovilzándola. El dolor le sacó unas lágrimas, mientras veía como sangre brotaba de la herida.

—Ups.—Con la paciencia colmada, el de pelo café pidió a la maestra ir a enfermería, permiso que se le otorgó sin peros.

Caminando por el pasillo que se dirigía a enfermería, Freddy se sostenía la mano herida con fuerza. En eso, su pierna izquierda hizo que frenara en seco.

—¿A dónde crees que vas?

—A que me curen la mano que tu perforaste.

—Fue sólo una herida. ¿En serio te vas a poner a llorar por una cosa así?— Freddy se golpeó el brazo izquierdo, cosa que le dolió a Fred. En respuesta, el pelinegro agarró la mano perforada y la pasó por el rocoso muro del colegio. Una ofensa tras otra, hasta que una voz familiar les hizo detenerse.

—Freddy?, ¿qué carajo estás haciendo?—Era Golden, quién se acercó rápidamente a ambos al darse cuenta que la mano de Freddy goteaba sangre.

—¡N-nada! ¡Es solo que me estaba haciendo crujir los huesos!

—¿Golpeándote?

—¡Mhm!

—¿Okay...? No hagas nada raro aquí, la inspectora puede verte.

—Ya nos- ¡ya me iba! No te preocupes.—Dijo Freddy, forzando una sonrisa. Golden le dió una palmada en la espalda, y lo dejó ir.

Después de cerciorarse que Golden ya no estaba a la vista, renaudaron su disputa.

—¿Puedes dejar de comportarte como un niño?

—Tú fuiste el que empezó.

—¡Me clavaste un lápiz en la mano!

—Fue una herida pequeña, no sé porqué lloras tanto, no es como si te fuera a matar. Tienes que dejar de ser tan llorón Freddy, alejas a las chi- —Sin dejarlo terminar, Freddy le aventó un puñetazo en su lado de la cara. Antes de que Fred pudiese siquiera reaccionar, sintió como Freddy se ahorcaba contra las paredes del pasillo, y por ende, a él también.

—Escúchame bien— se clavó las uñas en el cuello— si vuelves a hacerme pasar vergüenzas cómo esa, juro que te haré pagar, aunque me duela más que a ti. No eres más que una mancha en la tela de mi vida, así que te comportas, o le dices adiós a todo lo que has logrado a base de mi cuerpo. Ahora, dame el control, payaso.

—E-está bien.

Freddy lentamente soltó su agarre, se limpió la sangre que brotaba de su nariz y fue al baño. Ambos estaban sorprendidos por su actitud; ninguno de los dos se la esperaba.
Entrando al baño, Freddy cerró la puerta con pestillo, y se fue al lavamanos. Abrió el grifo y se lavó la cara con agua fría, tratando de bajar la rabia que aún fluía por sus venas. El agua que  caía al lavamanos era rojiza, y parecía nunca limpiarse. —Maldita sea.— Dijo Freddy, antes de ponerse a sollozar. ¿Por qué el tenía que lidiar con cosas así en su día a día? ¿Qué había hecho para merecerse eso, existir? Desde hace mucho tiempo, Freddy venía apagándose a medida que analizaba más y más su situación. Sus amigos lo miraban raro, su madre le tenía un discreto repudio, y para colmo, nadie entendía lo que era ser él. No tenía a nadie.

Un par de minutos pasaron, hasta que sintió la campana sonar. Era hora de irse a casa.
Salió del baño, y cómo siempre, Fred lo seguía, pero incómodo; no se atrevía a hablar. Eso era lo más asombroso para el de pelo café. El parásito que lo atormentaba desde que puede recordar, con una actitud prepotente y algo violenta en ocasiones, se quedó callado cuándo él le habló a sus amigos al ir a la sala.

—Vale vale,¿pero qué te ha pasado?—Preguntó Fox al ver moretón en el lado izquierdo de su cara.—¿Te has metido en una pelea sin mí?

—A-ah no! Es que...me caí contra el lavamanos del baño. Es por eso.

—Suena cómo que dolió.—Dijo Bonnie.

—¡Ay Dios! ¡Tienes que ser más precavido Freddy!—Exclamó Chica.

—Lo sé...lo tendré en cuenta para la próxima. Pero el punto es que no fue nada grave. ¿Qué van a hacer después del colegio?

Cada uno le comentó sus planes. Fox y Bonnie iban a ir a un árcade cerca del recinto, mientras que Chica le ayudaría a su madre a hacer galletas para su tienda; a Freddy le subió el ánimo escuchar a sus amigos hablar. Fueron en grupo hacia la salida de la escuela, de ahí, cada uno partió hacia sus respectivos caminos.

A Freddy le tocaba irse en bus, así que se sentó a esperarlo. En eso, se empezó a mirar los brazos, que tenía llenos de moretones. Suspiró, murmuró algo para sí mismo, y para cuando ya había terminado, el bus lo estaba esperando.

Partió a sentarse a la última fila de asientos, al lugar junto a la ventana. Miraba hacia afuera, viendo como los autos pasaban y los pájaros volaban. Sintió un tipo de paz interna que no recordaba.  Por su parte, Fred no podía logar hablar sin sentir una suerte de nudo en su garganta, y cada vez que Freddy se pasaba la mano por el cuello, él reculaba. ¿Dónde había quedado el Fred de hace unas horas? Ni idea, lo único que sabía era que Freddy ya no iba a ser tan sumiso a partir de ese día. Él demostró control sobre Fred.

Las cosas iban a ser diferentes ahora.

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Nota de autor: Hola! Soy lettucexp y este es el primer fic que hago. Estoy abierto a críticas. Gracias por leer.

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