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Parece que tenías razón Sasuke, hubo otro avistamiento en el pueblo de Takahashi – dijo Hina mientras dejaba una carta sobre la mesa y el Uchiha la tomaba mientras comenzaba a leerla.
Después de algunos segundos el pelinegro volvió a dejar la hoja sobre la mesa – si recuerdo bien ese pueblo está un poco más al sur del pueblo de Kurashiki, por lo que su recorrido se va haciendo cada vez más al sur, así que no falta mucho para que pasen cerca de este lugar – indicó Sasuke mientras pensaba lo que haría.
Así es, aunque tal y como mencionaste, yo tampoco creo que puedan encontrar este lugar, así que lo mejor será que acaben con ambas lunas antes de que sigan causando desastres – comentó la castaña viendo a ambos cazadores pelinegros.
¿Vamos? En qué momento yo dije que quería ir – cuestionó Kaigaku viendo a la chica.
¿Entonces no acompañaras a Sasuke? Es una lástima, después de todo creí que tomarías valentía y matarías a una de las lunas inferiores, y así de esa manera el patrón te ascendería al puesto de pilar del rayo – dijo la castaña mientras al joven cazador se le dibujaba una peculiar sonrisa en el rostro – pero si no tienes el valor, que se le va a hacer, no lo crees Sasuke – dijo burlonamente Hina.
Está bien, ayudaré a acabar con una de esas lunas y me convertiré en pilar, así le demostraré al tonto de Zenitsu que soy su superior – dijo Kaigaku decidido en acompañar al Uchiha en su misión.
Entonces, el siguiente pueblo que visitarán las lunas es el de Shinjo, he estado ahí anteriormente, y tengo en mente algo para poder pelear con ellas sin poner en peligro a la gente del pueblo – explicó Sasuke poniéndose de pie – son casi las dos de la tarde, Kaigaku y yo partiremos ahora al pueblo de Shinjo, nos llevará alrededor de dos horas llegar ahí, así que tendremos tiempo de sobra para llevar a cabo lo que tengo en mente – dijo el pelinegro mientras tomaba una hoja de papel que estaba cerca de la cocina.
¿Qué estás haciendo? – cuestionó la castaña viendo al Uchiha escribir en el papel.
Estoy escribiendo una carta para informar de la situación a la cofradía, no creo necesitar ayuda, pero como medida preventiva espero que puedan enviar a alguien como apoyo en caso de ser necesario – explicó Sasuke mientras terminaba la carta y la enrollaba y la sujetaba con una pequeña cuerda para evitar que se abriera.
Una vez con la carta lista en sus manos el pelinegro llamó a su halcón. El ave fue rápidamente volando hasta su mano, ahí el cazador le entregó la carta, la cual fue tomada por el ave con una de sus garras. La orden de Sasuke fue la de llevar la carta al escondite de los cazadores de demonios, y una vez hecho eso ir volando hasta el pueblo de Shinjo.
Cuando el ave escuchó las instrucciones el pelinegro salió al jardín y sin perder tiempo el ave se fue volando a una alta velocidad. Una vez que el ave se perdió a la distancia, Sasuke entró nuevamente a la cocina.
