Tú eras mi lugar favorito

15 0 0
                                    

El amor no es un sentimiento, es un lugar y tú eras mi lugar favorito. En pocos días confiaba más en ti que en el resto de personas que me rodeaban, te contaba todo lo que sentía, me molestaba, eras algo más que una persona que compartía trabajo conmigo.

Todos me decían que estaba loco por conducir más de una hora para ir y otra hora para volver, solo para trabajar en una discoteca. Pero valía la pena solo por verte sonreír, por dejarte un pósit o enviar a alguien para que te diera un trozo de tortilla de patatas que había hecho mi abuela y que tenía escondida para ti. Mirarte a través de los pilares que sujetaban el techo, esperando encontrarme con tu mirada, y lo hacía, no sé cómo, pero cada vez que giraba los ojos hacia ti, tú ya me estabas esperando con una sonrisa tonta, diciéndome todo lo que teníamos que esconder.

Disimulamos tan bien, que nadie sabía absolutamente nada, trabajábamos como si nada, salimos separados, pero nos íbamos en mi coche a desayunar a una cafetería apartada. Nada más montarte en el coche me mirabas y me reclamabas el beso que habías estado esperando durante siete horas, ponía primera y te cogía de la mano o del muslo para sentirte cerca otra vez.

A veces estaba muerto, llevaba despierto casi veinte horas, había dormido fatal o había quedado contigo por la tarde para verte un rato más y hacer algo que no fuera desearnos, pero me daba igual, no quería pedir la cuenta del desayuno para no irme a dormir sin ti.

Si no fuera por ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora