Cap.7. Ciertos Lugares.

74 5 5
                                    


El  calor dificulta saber dónde nos encontramos, estamos tumbados en el cemento de la carretera sin comida y sin agua... ¿cuánto puede sobrevivir una persona sin agua? Todos estamos sin energía menos Murphy, que por alguna razón a él no le afecta nada de lo que nos afecta a nosotros... pero, por debajo de la dura capa de cemento del suelo comenzamos a sentir una vibración, de algo muy muy grande. 

10k: ¿Qué es eso? ¿Un terremoto?

Doc: Más bien un zetamoto...

Se acerca hacia nosotros una nube de color grisáceo que cubre casi por completo todo el territorio que podemos ver con nuestros ojos, está claro que tenemos que movernos pero no nos quedan fuerzas y las suyas son ilimitadas. Hacemos un último esfuerzo con las pocas fuerzas que nos quedan para levantarnos y salir pitando leches de ahí intentando buscar un refugio y quizá algo de comida o bebida. Llegamos hasta un lugar seguro y ahí nos tumbamos otra vez para descansar. Encontramos a un tipo, se llama Otis.

Cassandra: (hablando de los zetas) Debe de haber miles ahí fuera.

Otis: Millones, están migrando.

Effi: ¿Migrando a dónde? 

Otis: Al Sur, para pasar el invierno.

10k: A los zetas no les gusta el frío...

Murphy: ¿De dónde vienen?

Otis: De un campo de refugiados de Alberta, más de un millón de personas sin comida... sin agua... se puso feo. En una semana ya eran zetas.

Warren: ¿No pudisteis rodearlos?

Otis: La manada mide kilómetros de ancho, es como que tiene mente propia... no puedes moverte tan rápido como para rodearla. Y todo lo que se cruza en su camino acaba uniéndose a sus filas, ya sabéis zetas frescos y muy rápidos.

Comenzamos a ver que los zetas no siguen su camino sino que han notado nuestra presencia y ahora aporrean la puerta para poder entrar... pronto cederá tenemos que movernos o moriremos. Nos hemos movido a la parte trasera del local, una morgue para ser más exactos. Matamos a los pocos zetas que quedaban en los cubículos y a Warren se le ha ocurrido que podemos encerrarnos en ellos para protegernos.

Warren: Espera, no hay suficientes para todos, Effi, ¿por qué no entras con él? Los dos sois delgados, cabéis bien. ¿No te importa verdad 10k?

10k: No... claro que no.

¿Qué iba a responder, que sí? No me he dado cuenta pero no sé en qué momento he llegado a llevarme tan bien con ella, me agrada, me agrada mucho. Ambos nos tumbamos en una de las camillas, yo a un lado, ella al otro, nariz con nariz y nos cerraron. Estamos solos, lo más solos que hemos estado nunca y en una oscuridad casi absoluta, ella lleva un rato sin decir nada y eso me pone algo nervioso así que intentaré romper el hielo. 

10k: ¿Dormiremos así de juntos cuando vivamos en nuestra casita con jardín? 

Effi: No... no seas morboso, no te pega y encima tenemos cosas peores de las que preocuparnos. - responde tensa.

10k: Ey... relájate, aquí no nos encontrarán y... puedo ser atrevido si me lo propongo.

Effi: Pero que dices, si pareces el perrito faldero de todas las chicas que te encuentras. 

10k: ¿Estás celosa?

Effi: No.

10k: Pues lo parece, seré un perrito faldero pero... ninguna chica ha estado tan cerca de mí como tú lo estás ahora. 

𝐙 𝐍𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍 - 𝐓𝐇𝐎𝐌𝐀𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora