A finales del siglo XIX, el puerto de Vallt recibió una botella cuyo contenido alarmó a la ciudad entera, mandando un equipo de investigación a las coordenadas del lugar. Entre ellos, Xiao Zhan. al final ¿Qué descubrirá Zhan?
"Nadie tuvo consideración conmigo ni piedad de mi cuando fui yo el que necesitó de ellos...
Ser comprendido... Nunca lo intentaron. Mi verdad se deshizo efímera, ahogada por su abyección.
Y en el proceso... El condenado fui yo."
De Una Víctima.
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La Proporción territorial en la que se encontraba la tripulación era fuertemente afectada por su proximidad con el océano. la lluvia era afilada, pesada, helada y dificultosa, como si se tratarán de cuchillas cayendo del cielo con apariencia acuosa. los marineros no estaban acostumbrados al clima tan inconstante de la isla, pero se mantenían firmes bajo la precipitación atmosférica, mirando con desdén el cuerpo de aquel hombre desapareciendo entre las llamas. la intención de los marineros sería llevarle las cenizas a su esposa e hijos, por lo que debajo de una especie de lona y entre cuatro paredes improvisadas de barro se daba proceso a la cremación.
Para la mayoría aquel aguacero representaba el dolor, la angustia del haber perdido un amigo, un hermano, un ser querido. para Zhan era agua, o más bien pudo haber sido sólo un fenómeno que se producía cuando el vapor del agua se condensaba al pasar de gas a líquido volviéndose gotas que contenían las nubes y caían.
Ahora...
Aquellas gotas de lluvia se mezclaban con las lágrimas del pelinegro, como si el cielo le tuviera compasión por haber sido el único testigo de su desgracia, el cuerpo del doctor sufría de uno que otro espasmo muscular, como si temblara por la frialdad selvática. sólo él sabía que su cuerpo reaccionaba al ver las llamas, que mal intencionadas le recordaban el infierno que vivió. Aunque Johnson se extinguía en las flamas aquellas fragmentadas escenas llenas de sentimientos afilados y dolorosos se habían aferrado a sus sentidos, incapaces de desaparecer junto con el cuerpo del aquel hombre, como quemaduras tortuosas.
Un recuerdo eterno grabado en su piel.
El capitán se acercó a donde Zhan se encontraba. al verlo, el adalid demostró preocupación en su semblante, contemplando al doctor que miraba perdido los destellos amarillos, rojos y anaranjados de la lumbre. era difícil para el capitán discernir la expresión de su colega, ¿Qué sentimientos podría contener esa mirada tan vacía? Y no sólo eso, parecía que no se daba cuenta que sus pasos, aunque cortos y temblorosos lo acercaban cada vez más a la lona, hasta el punto de haberse detenido a la mitad. La lona que bloqueaba el paso del agua para la incineración creaba una especie de cortina acuosa en forma de cascada, Zhan estaba detenido justo a la mitad, con su cabeza bajo el techo y su cuerpo bajo la cortina de agua, al verlo tan afectado Byrme lo consoló dándole palmaditas en la espalda
