Secuestrada • [ T/n&JK ] {Finalizada}✔️

⁵ "Delicado secuestrador"

Han pasado tres semanas desde que fuí secuestrada, Jungkook no me ha dicho nada con respecto a ésto, no sé si fuí vendida o no, no estoy segura de nada de lo que me competa con él, más que, desde que me lastimé el tobillo me ha estado observando desde lejos, lo he visto en varias ocasiones desde el piso dos. No he podido ver qué más oculta en ese lugar o donde tiene a esas 'mujeres' de las que hablaban.

El clima hoy a estado algo frío y nublado, probablemente llueva en cualquier momento, deben ser eso de las dos de la tarde, y aunque tenga un suéter tengo frío. Caracoles.

Empezó a llover con vientos fríos, y otra vez estoy lejos de casa, no pienso correr porque lo tengo prohibido, a qué no saben por quién. Sí, ese mismo idiota me prohibió correr. Es ridículo y a la vez estúpido, prohibido correr por la lesión en el tobillo. Que irónico.

La lluvia venía empapando mi cabello y consigo no veía mucho por la fuerte tormenta, de repente escuché un trueno que venía con rayo provocando un gran estruendo en el cielo, me hizo soltar un chillido teniendo los nervios de punta, y luego escuché mi nombre...

¿A caso me morí?

Vi una silueta acercarse rápido, solo me quedé estática sin saber que hacer. Quería correr, pero podía caerme estado todo mojado y resbaloso. Las gotas de lluvia caían fuerte en mi rostro por la velocidad en la que arrasó en todo el lugar.

—¡T/n! ¿Qué rayos haces mojadote? —La voz de Jungkook llegó de repente a sucumbir en mis oídos.

Oh claro, el mismo idiota de siempre. Quién más podría decir mi nombre. A veces me da miedo, pero otras veces ni siquiera se que pensar, como ahora. Suele ser impredecible, y pasando por tanto ya no le tengo miedo como antes, su mirada puede ser el mismo infierno pero a la vez el cielo con todas su estrellas, hasta que un huracán arrasa en medio de sus burlas irónicas.

Se acercó con una gran chaqueta impermeable cubriéndose de la llovia, dónde sin aviso me tapó.

—Me dijiste que no corriera, y la lluvia calló sin avisar.

—Tonta t/n, te puedes enfermar por Dios —Solto cansado, como si lo que hubiese dicho fuera una locura.

¿Qué le pasa?

Solo evité verlo directamente, lo miré de reojo, se veía ¿Preocupado o molesto? Vi como si fuese a verme, así que solo bajé la mirada y continúe caminando junto a él.

¿Saben algo? Si no fuera un idiota asesino, me sentiría afortunada de caminar junto a él, por ahora solo quiero cambiarme y dormir.

Cuando llegamos adentro quité mis zapatos y los dejé recostados de la pared para que escurriera el agua, teniendo la atenta mirada de Jungkook mientras él solo dejaba su chaqueta tendida al lado de la entrada.

—Debes cambiarte o te dará un resfriado —Me tomó del brazo provocando que lo viera —Mejor te ayudo.

¿Qué ha dicho?

No dijo ni me dejó decir algo, me jaló hasta la habitación sin mucho cuidado mientras murmuraba algo que no logré entender.

Entramos a la habitación, dónde luego me soltó y fué al baño, ¿Que le pasa?
Volvió con dos toallas que dejó en la cama.

—ven

tomó una de las dos toallas pasándola por mi cabello mojado. Se paró detrás de mí secando mi cabello con la toalla, sentí sus fríos dedos en mi nuca que solo me dió escalofríos. Jamás, desde que crecí alguien había secado mi cabello además de mí, aunque haga estas cosas por su beneficio...se preocupa por mí de cierta forma, es un débil pensamiento pero...me siento importante.

—¿Porqué estás tan callada? —Preguntó cuándo envolvió la toalla en mi cabello —aquí es cuando dices algo.

—nada...es solo que...es extraño que hagas esto —le dije llevándome las manos al pecho- es solo eso... Me dejaste sin argumento.

—no seas tonta —Se rió a carcajadas entregando la otra toalla —. Ten, cámbiate y luego baja, cenaremos.

—¿Juntos?

Iba de salida cuando paró en seco a verme de reojo.

—sí, ¿O no te parece?

—no es eso, es que siempre lo hago sola.

—hoy no.

Me brindó una sonrisa y luego salió, cada vez se vuelve más extraño ¿Que le pasa? Esa es mi pregunta.

Cuando salí de tomar una ducha caliente, sobre la cama reposaba mi ropa de cambio, muy bonito a decir verdad. Una blusa de encaje junto a unos vaqueros, ropa interior de encaje. Aunque me de vergüenza, debo decir que no tiene mal gusto.

Llegó el momento de bajar, crucé por el pasillo hasta llegar al comedor, ahí estaba él, dejando platos sobre la mesa.

—llegaste —dijo al verme teniendo esa sonrisa suya —toma asiento.

Solo obedecí, mientras imitaba mi acto. Sin mucho decir, empezamos a comer a una distancia considerable.

—dime T/n —me llamó y yo lo miré al tomar un poco de sopa —¿Qué te ha parecido el lugar?

¿Es conmigo? Parpadeé un par de veces desconsertada, antes de poder pensar en su pregunta.

Al principio el mismo infierno, pero cuando no estás, de maravillas, a duras penas.

—digo que es muy bonito —Respondí dejando de lado la comida y saboreando mis labios —muy grande y bonito.

—lo es...

Lo ví reír, iba a preguntar sobre el ala norte, pero contuve mi curiosidad, no quería ser maltratada hoy.

No hubo más conversación, pero tampoco hubo un silencio incómodo. Luego de comer, me fuí a mi habitación, luego de haberme mojado con la lluvia, con un baño caliente y buena comida, lo que me provocaba ahora es solo dormír y nada más.

Estando dormida tuve un mal sueño que solo me hizo despertar de ipsofacto.

Corría, corría siendo perseguida.

Solo sentía miedo y enojo, sin ver me caí siendo tomada a la fuerza, esos ojos infernales me veía con furia, como jamás antes los había visto; mi corazón latente por su reacción y no solo por ello, sentía dolor. Me gritaba y jalaba sin cuidado alguno, era una bestia.
Me tiró contra la pared haciéndome caer contra el suelo, haciéndose ver todo tan real como para ser un sueño. Antes de poder tomar mi cavidad, todo se oscureció.

Desperté bañada en sudor y el corazón agitado, era al menos la media noche, es un idiota pero no lo creería capaz de hacer eso, ha venido cambiando su actitud conmigo. Puede cambiar, ¿No?

Es un psicópata

Asesino

Idiota

Bruto

Colérico

Bipolar

Pero...

Algo me dice que no me quiere dañar, no solo por ser su última venta, sino...por mí.

Ese día que no podía controlar mis lágrimas, él escuchó lo que dije, se hubiese reído como psicópata cuando le dije que acabara con mi vida, pero no lo hizo, solo bajó la mirada y se negó. No sé que oculta, no sé que piensa, es misterioso, sí.
Me da miedo, también, pero hay algo que no lo deja en paz, lo sé.