NARRADOR OMNISCIENTE:
-¡Para! ¡Ya no más! ¡Te lo supli...!- es lo último que pudo decir cayendo inconsciente sobre la alfombra de su recámara. Su padre había vuelto a beber y eso no estaba bien. Ella pensaba que seguía asistiendo ha rehabilitación. Una vez más se equivocó respecto a el.
- ¿Es que no lo entiendes pequeña?... Yo sólo trato de protegerte princesa, te prometo que nadie nos va a separar, como a mi y a tu madre.- Este hombre en verdad estaba mal. Trataba de desahogarse con la persona equivocada.
...
-¿Dónde estoy?- Fue lo que dijo al despertar en un lugar de paredes blancas y luces muy brillantes. Si. Definitivamente esto es un hospital pensó la chica. Intentó sentarse pero una punzada en su cabeza la obligó a dejarse caer sobre la camilla. Se la tomó entre sus manos y notó que estaba vendada. Su padre en realidad se había pasado de la raya esta vez. -¿Pa- Papá?- dijo en voz pero a la vez inaudible.-¡Tranquila!, Tu padre está fuera, en serio debió ser muy dura la caída.- Dijo la joven enfermera con un tono que demostraba que no estaba siendo del todo sincera. ¿Caída? Esta excusa usó esta vez. Esto se estaba saliendo de control. Pero el miedo le impedía hablar. No tenía el valor suficiente, estaba cansada.
-¿Podrías ayudarme?- Le dijo a la enfermera, ella asintió y la joven le hizo una seña para que se acercara. La enfermera camino hasta la camilla.
-¿Necesitas algo?- dijo con una sonrisa acojedora, esta joven aunque fuera una completa desconocida para Sam le inspiraba confianza, la que le hacia falta tener en las personas, esa que alguna vez le tuvo a su madre antes de que pasara lo ocurrido.
- Sí. Necesito huir.- Se le quebró la voz. La enfermera la miro confundida.
-¿De quien?
-De mi...- Dudó en decirlo, la última vez que lo intentó nadie le creyó.- De mi padre- Dijo soltando las lágrimas que retenía- Se que no me conoces, pero necesito tu ayuda. Por favor, te lo suplico por lo que más quie...
-¿Estas segura?- La interrumpió. Ella asintió... Pobre chica pensó la enfermera, estaba demás preguntarle los motivos. Pues lo de la caída ni ella, ni nadie se lo tragaba. Pasaron algunos minutos en lo que la joven enfermera pensaba en que responderle, se podría meter en problemas si la ayudaba. Pero si no, estaría con el remordimiento de no haberla ayudado. Se armo de valor después de meditar el hecho.- No te preguntare, tus razones debes tener pequeña.- le dijo y le sonrió. Ella decidió ayudarla.
-Gracias.- La enfermera sólo le sonrió. Después de esto armaron un pequeño plan de escape.
El padre entró en la habitación del hospital. La chica se hizo la dormida y pudo ver como su padre se reía, no sentía nada de dolor al verla así.
-Señor Thompson, soy la enfermera de su hija, le recomendaría que fuera a dormir a casa. Le hemos administrado unos sedantes y dormirá hasta mañana.- Dijo ella tratando de seguir el plan.
-¿Quien le ha dicho que necesito dormir?- Contestó cortante.
-Yo sólo trataba de ayudar.
- Está bien, lo siento, verla así me lastima tanto.- ¡mentiroso! Pensó ella, pero sólo le dio una sonrisa, fingida, claro está.- Sólo iré a darme un baño, regreso en la noche.
- Tómese su tiempo- Dijo llevándolo fuera de la habitación.
El padre salió. En cuanto dió la vuelta hacia el elevador la chica empezó a vestirse con ropa de enfermera. Su cuerpo le dolía pero no podía haber una oportunidad mejor que esta. Salió de la habitación con la vista agachada apoyándose en una silla de ruedas vacía.
El padre de Sam bajó hasta el estacionamiento de la clínica y divagó pensando en Lissa, su ex-esposa, todo hubiera sido tan distinto si... Sacudió la cabeza tratando de ahogar esos recuerdos y buscó su auto con la mirada, iba a destrabarlo y pensó en voz alta: -¡Mis llaves! - Dijo el señor Thompson recordando que las dejo en la habitación. Se dió la vuelta marcando la planta alta en el elabador, la misma planta donde su hija estaba tratando de huir con todas las fuerzas que su cuerpo le brindaba.
Ella iba hacia el elevador, lo vio abriste y ahí estaba su padre. Como pudo se dió la vuelta y el señor salía con cara de disgusto, al pasar por su lado, se detuvo ...
¡HOLA CHICOS!
Esta es mi primera historia, Epero de todo corazón la agrade. Me encantaría que dejasen sus comentarios y votasen. ¡Es gratis! Recuerden. Besos!
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BROKEN (mil pedazos).
Teen Fiction¿Luchar por lo que quiero? ¡JA! Les parecerá idiota decir que me di por vencida en la lucha. Ustedes no saben las veces que me he levantado del suelo y sigo viendo al frente, no saben los golpes, baches y personas que se han atravesado en mi camino;...