Olor a Limon

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el plan no había salido como el y sapopeta habían planeado así que continuaron con su estilo de vida hasta que algo nuevo apareciera. 

no podía negar rubius que aquel hecho, luego de pensarlo, le causaba cierto alivio. una parte de el, la mas escondida, no quería que quackity se enamorara de Luzu; pero si eso traía paz y calma, suponía que estaba bien ¿no?

 no había pasado ni dos días cuando los tres (rubius, quackity y Luzu) estaban lleno a buscar materiales para que los tres pudieran  seguir con la construcción de sus naves espaciales y prepararse para lo que seria un viaje para recuperar a titi.

aunque la cabeza de rubius estaba enfocada en ir al espacio a salvar a titi, también estaba enfocado en irse. ¿porque? ni el lo sabia.  pero cada vez que veía a Luzu intentando coquetear con quackity, la idea crecía. y es que, cuando los tres estaban juntos, se sentía desplazado.

 quería que quackity estuviese hablando con el pero eran generalmente interrumpidos por un Luzu que quería acaparar a quackity.   a pesar de que Luzu parecía querer llamar la atención del menor en mas de una ocasión, esto no había resultado. es mas, quackity aquel día parecía mas amistoso que coqueto con Luzu. 

y había algo que rubius noto ese día. quackity se veía mas atrevido hacia su persona. antes sabia de los coqueteos de quackity, pero ahora eran tremendamente descarados. desde darle nalgadas mas de una ocasión sin dudarlo hasta llenarle de piropos hasta por picar una piedra. 

¿y si la posición si había causado algo? tal vez no enamorarlo, porque quackity no se veía babeando por el, pero si al menos se había vuelto mas seductor y atrevido hacia el. y aunque le daba vergüenza admitirlo, le gustaba esa atención.

y mientras ambos hablaban de trivialidades con insinuaciones mas sugerentes del menor, rubius veía como Luzu se le ensombrecía la mirada. no podía negar que había sentido cierta alegría al verlo ¿porque? 

cuando la tarde había llegado, los tres se despidieron en la entrada de casa del hibrido de oso. rubius miro como quackity y Luzu se marchaban, sonriéndose unos a los otro.

Luzu y quackity comenzaron  a caminar de regreso a la casa mientras la tarde pintaba el cielo. el castaño se detuvo unos momentos a mirar al menor, que se había girado a la casa del oso para ver como este entraba a su hogar.

-algo tenia esa cosa que te echaron  el otro día, quacks.

-¿porque lo dices? -pregunto girando a ver al castaño

-...te noto algo mas... no se... -carraspeo- desde ese día estas un poco mas...

-¿atrevido?

-si. eso -respondió señalándole- estas mas atrevido con rubius

-...ay Luzu... -suspiro- la verdad es que... bueno ...-se aclaro la garganta, ruborizándose- creo que tengo mas valor de hacer las cosas con rubius desde que me cayo ese chingado perfume.  a lo mejor el aroma me activo las neuronas dormidas, yo que verga se.

-...¿Cómo que mas valor quacks? 

-si.. para hacer las cosas que siempre quise hacer con el.

- ¿que? -Luzu frunció el ceño- ¿de que hablas?  tal vez deberíamos ir con sapo peta y-

-... bueno, es que...-le interrumpió.




escucho las palabras de quackity. por dentro, Luzu se lleno de una sensación pesada, desilusionada, pero no comento absolutamente nada, manteniéndose amistoso. Cuando dejo a quackity en casa, Luzu salió corriendo por el bosque. tenia que ir con sapopeta y ver que había pasado. aquello que le echaron a quackity era un tipo de poción, no había duda.

Poción de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora