⇝ Capítulo 2

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Jeon Jungkook

Estaba entrando en pánico, y no me gustaba.

No había ninguna razón para estar tan enfadado, triste, frustrado, molesto o cualquier otra cosa que no fuera feliz por el hecho de que Taehyung se fuera a casar. Estaba sintiendo un montón de mierda en lo que a él concernía, y una de esas cosas era la que menos sentido tenía; una parte de mí se sentía... Traicionado.

No tenía ninguna razón para ello. Taehyung era mi mejor amigo. Él era gay; yo era heterosexual. Él quería sentar cabeza; yo no. Yo follaba a través de la vida, y aunque él había tenido su buena cuota de encuentros casuales, quedarse soltero nunca fue su objetivo final.

Además, de nuevo, él era un hombre, y yo era heterosexual, así que sí, no teníamos nada de esa manera. A veces era difícil distinguir entre nosotros. Taehyung era la única persona en la que confiaba al ciento por ciento. La única persona que sentía que necesitaba en mi vida. La única persona que creía que me quería por mí, pasara lo que pasara. Papá era exigente y adicto al trabajo, mamá siempre estaba preocupada por sí misma, pero Taehyung siempre estaba ahí. Incluso cuando fui pegajoso o egoísta, él nunca se apartó de mi lado.

Y ahora se iba a casar con él imbécil de Jimin, y yo no sabía cómo lidiar con eso. —Voy a irme a echar un polvo.

Taehyung se rio. —¿Así nada más? —Jugó con el arete de aro en su oreja izquierda. 

—Estamos en Las Vegas, Tae.

—Buen punto.

—Y yo soy yo.

—Lo que lo hace más fácil. Ya veo. Es cierto que eres bien sexy. —Se burló Taehyung, y mi estómago se revolvió.

—Muy sexy. —Me acerqué a él y le di un sonoro beso en la frente—. De todas formas, estoy seguro de que quieres pasar algo de tiempo con tu futuro esposo antes de casarte mañana.

Casarse. Taehyung se iba a casar. Cristo, esto me estaba haciendo sentir todo tipo de mierda extraña y confusa.

—¿Jungkook? —dijo Taehyung mientras abría la puerta del balcón para entrar devuelta a su habitación de hotel.

—¿Sí? —No me giré para mirarlo.

—Te amo, hombre.

Entonces no te cases. No cambies las cosas. Pero eso no era justo, ¿verdad? Porque no podía darle a Taehyung lo que se merecía. El imbécil de Jimin aparentemente sí podía. —Yo también te amo.

Salí de la habitación, pero no intenté ir a echarme un polvo. En su lugar, me limité a caminar por Las Vegas. Hacía un calor de mil demonios y había mucha gente, y odiaba estar allí, pero tampoco podía soportar volver al hotel.

Una parte de mí sentía que estaba actuando de forma infantil, asustado porque alguien me iba a quitar a mi mejor amigo, como si Taehyung me perteneciera, pero no era así. Él no estaría haciendo pucheros y perdiendo la cabeza si fuera yo el que se estuviera casando.

—Estoy enamorado de ti, ¿sabes?

—Cállate —Me reí y negué con la cabeza—. Estás borracho.

—Que esté borracho no significa que no sepa lo que siempre he sentido — Taehyung se encogió de hombros—. De todos modos, solo pensé que debías saberlo. Voy a darme una ducha y a masturbarme antes de acostarme.

Cerré los ojos y traté de sacarme de la cabeza el recuerdo del cumpleaños número veintiuno de Taehyung. Habíamos estado en Portland, donde habíamos ido a la universidad. Yo había cumplido la edad de beber dos meses antes que él. Había sido su primera vez en un bar gay. Bueno, la primera vez de ambos, pero yo solo había estado allí por él. Taehyung tenía dos planes esa noche: emborracharse legalmente y echar un polvo. Había hecho ambas cosas cientos de veces desde que nos habíamos ido de casa, pero salir a beber era diferente, y quedar con alguien en un club para llevarlo a casa también lo era.

Le habían coqueteado mucho. Al parecer, todos los chicos querían lo que Taehyung ofrecía, pero él no se había involucrado con nadie. En cambio, volvimos a nuestro apartamento, y Taehyung me dijo que estaba enamorado de mí, y luego se metió en la ducha para disparar su carga.

No sabía si era cierto, si Taehyung había estado enamorado de mí, pero por primera vez en mi vida, me había preguntado si tal vez había una manera de que pudiera funcionar. Es decir, nos llevábamos muy bien y nos conocíamos tan bien como a nosotros mismos... pero entonces me imaginé que eso era solo yo siendo... bueno, egoísta. No me gustaba que Taehyung fuera algo que yo no era. Que había esta parte de él que no podía compartir con él. Que otros hombres pudieran tenerlo en formas que yo no podía. Lo que probablemente me convertía en un imbécil, pero al menos era un imbécil honesto.

Un imbécil honesto que tal vez se sentía un poco con el corazón roto y no sabía lo que significaba, ni tenía los cojones para tratar de descifrarlo.

Casado con mi mejor amigo - KookTae [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora