Capítulo VI

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- ¿Y bien? ¿Qué se siente volver al trabajo? - Winn le preguntó mientras sonreía.

- Bueno, no soy muy fanática de escuchar a Cat gritar todo el día, pero definitivamente es mejor que estar encerrada en mi departamento. - Razonó, apoyando los codos en el escritorio con la mirada perdida en la pantalla apagada del computador. - Quiere que entreviste a Supergirl.

- ¿A cerca de qué? - Winn frunció el ceño. - ¿Del disparo?

- Así es. Ya tengo casi todo escrito y pienso terminarlo hoy mismo, sólo esperaré unos días más antes de presentarlo para no levantar sospechas. - Explicó su plan sin mucha emoción en su tono, haciendo reír al informático. - Cat ha llegado.

Winn corrió a su escritorio, matando su teclado sin un orden especifico justo cuando Grant pasó al lado suyo, logrando el efecto deseado de que la mujer creyera que estaba haciendo su trabajo. Una mujer delgada, no muy alta y castaña con un vestido rojo cernido a la cintura malabareaba con el saco de la jefa, una libreta, su celular y el latte que seguramente era para Cat.

Hace menos de una semana que la anterior asistente había sido despedida y al parecer fue lo mejor que Kara pudo encontrar de último momento. Porque sí, Cat Grant confiaba únicamente en esa rubia para que le consiguiera una asistente capaz después de todos los años que le sirvió tan eficazmente.

Kara escuchó a la mujer acercarse a su oficina y se apresuró a sacar su libreta y se pegó el teléfono al oído, simulando estar en una llamada. Garabateó la fecha de hoy, junto con una dirección y algo más que Cat no pudo distinguir.

- Está bien, muchas gracias, nos vemos entonces. - Fingió despedirse antes de dejar el teléfono en su escritorio, alzando su mirada para encontrar a su jefa y a la pobre novata detrás. - Buen día, señorita Grant, ¿en qué puedo ayudarle?

- ¿Has agendado ya la exclusiva con Supergirl? - Cuestionó directa y rápidamente, sin quitar su postura habitual de superioridad y desdeño, mirando desinteresada a la rubia.

- Si, acabo de hablar con alguien de la Torre, se ha agendado para hoy mismo a las tres. - Mintió y su voz fue tan convincente que hasta ella misma se lo pudo haber creído. - Me han dado la dirección para encontrarla y todo eso.

- De acuerdo, quiero al artículo a más tardar para el jueves.

La rubia no tuvo tiempo de asentir cuando la mujer ya se había retirado a su propia oficina, haciendo resonar sus tacones por toda la sala al pasar. Detrás se escuchaban los pasos torpes de la castaña que intentaba seguirle el ritmo sin tirar nada.

Kara se dejó caer en la silla, formulando poco a poco pedazos del artículo en su cabeza. Sacó la libreta en la que había anotado algunas cosas que podría o no añadir y revisó los puntos de uno a uno, haciendo notas laterales de cómo acomodar todo para que fuese presentable.

....

Aterrizó en el balcón de la oficina de Lena haciendo el menor ruido posible, la CEO no se había dado cuenta de su presencia y quería usar eso a su favor. Le trajó Big Belly Burger y estaba intentando sorprenderla.

La puerta del balcón, que como siempre estaba desbloqueada especialmente para ella, era su único obstáculo. La deslizó lentamente, de manera casi silenciosa, sólo lo suficiente para que pudiera exprimirse por el espacio estrecho. No se molestó en cerrarla, sabiendo que, si lo hacía, no podría lograr su cometido de asustar a Lena.

Se posicionó detrás de la silla de la pelinegra, a escasos centímetros de su espalda. Se agachó a la altura de la cabeza de Lena, dejando su boca al lado de su oído y, aguantando sus ganas de reír, susurró en él. - Bu.

Mi Diosa Kryptoniana (GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora