Los Reyes del Nopor

Salta conejito Salta

No era una cuestión de necesidad o dinero, simplemente fue una buena oferta; como alfa híbrido de lobo, siempre ha tenido un buen libido y que le paguen por follar frente a cámaras le pareció una buena idea.

Tiene betas y omegas por montón, uno o dos diferentes cada noche para disfrutar. Lo único que no le termina de gustar son los diálogos que lo más probable son escritos por un mono sin cerebro en algún sótano, además de los ridículos disfraces, pero la paga es por demás buena así que sin problemas llega a la mansión donde firma cada noche.

Lleva 5 meses en el negocio, los inhibidores y los parches de aroma no le dejan olfatear las feromonas de ningún omega, por precaución según la empresa, aunque tampoco es que le interese olerlas y prendarse de alguien. Es un alfa joven, recién graduado de la universidad, acaba de comprar su primer apartamento de soltero y por sus ganancias siente que no hay ningún límite, la vida le está sonriendo y él más que satisfecho la está disfrutando.

—Vamos perra ¡Grita mi nombre!— Su polla entra y sale en un ritmo rudo y veloz del coño de la omega híbrido de guepardo, que entre jadeos y lágrimas trata de mantener sus caderas en posición.

El director de escena da las indicaciones para que la cámara 1 se acerque al rostro de la omega para captar la expresión de placer que lo recorre.

—Sí, a-así D-ynamight— Sus gemidos llenan el ambiente junto al chapoteo de sus cuerpos uniéndose.

Katsuki Bakugo no piensa en nada, tampoco ve a las cámaras que lo rodean, solo se deja llevar por la cálida sensación placentera que rodea su polla. Sus manos agarran fuerte las caderas anchas de la chica que gime y lo aprieta con cada espasmo que su orgasmo provoca. Únicamente debe cuidar que sus garras no la lastimen.

Está cerca, su cola se mueve de un lado a otro mientras sus orejas se pegan a su cabello cuando echa la cabeza hacia atrás, su nudo se forma haciendo gritar a la omega. El director grita ¡Corte! y todos comienzan a limpiar y despejar la escena como de costumbre.

El rubio recibe una botella de agua y  bebe sin ver a la omega que aún tiene empalada y unida a él por su nudo.

—¿Estás bien, Camie?— Mina se acerca a la chica que lentamente trata de normalizar su respiración. En sus manos lleva toallitas húmedas para ayudarle a limpiarse.

Todo es tan rutinario, mientras su nudo baja, él es atendido por su asistente, quien le pasa una toalla para el sudor y le recibe la botella vacía.

—Buen trabajo Bakubro, toma, este es el programa para mañana y tu libreto, Denki se lució, crearemos un escenario de playa.

Escucha como el pelirrojo habla y habla sobre lo grandioso que será grabar "Una noche de pasión en la playa" como si el beta descerebrado de Denki realmente hubiera escrito una obra de arte.

—Como sea, lo leeré, dile a la rata esa que espero que no me vuelva a poner un rol de top sumiso o le corto las bolas.

Kirishima ríe nervioso recordando el caos de hace 3 noches cuando a Denki se le ocurrió la "maravillosa" idea, que terminó con un video donde el rubio se convertía en el verdugo del pobre beta que sería su coprotagonista.

Las cámaras son dirigidas al set 2 donde otros actores están a punto de iniciar a grabar. Curioso escucha los cuchicheos y el alboroto de las maquillistas y de los camarógrafos sobre la sexy estrella que hará su debut.

Camie relaja su cuerpo al sentir como el nudo del alfa finalmente se deshace y logra deslizarse hacia la cama, su larga cola felina se mueve lentamente a cada lado, con una sonrisa seductora en sus labios ve hacia arriba al alfa que perezoso se coloca una toalla para cubrir sus caderas.