*por la noche*
María: a ver, no es la cena que hace Fermín... pero es lo mejor que he podido.
Ana: seguro que está muy rica María.
María: *reparte la cena*
Evelyn: tortilla francesa!
Julia: yo no tengo hambre...
Eva: *cenando*
María: *mira a Julia* pero tendrás que comer algo? Nora necesita nutrientes.
Julia: no me apetece...
Marcos: *al lado de Julia* Julia, escúchame... no dejes que esto te afecte tanto... si comes todo... te prometo que seré como Ivan, eh pequeña *sonríe*
Julia: *le caen lágrimas*
Marcos: no, no, no... no llores, a ver... Casper, cómetelo todo.
Julia: *se seca las lágrimas* Marcos... yo no quiero que seas como Ivan, ni que uses sus frases, ni sus motes...
Marcos: se que lo vas a extrañar mucho, pero tienes que ser fuerte por Nora.
Julia: *se pone a cenar*
Marcos: eso es... *cenando*
María: *sonrie*
*después de cenar*
Ana: venga cariño, vamos a llevarte a la cama.
Eva: *le da la mano a Ana*
Fer: no vayas sola...
Ana: Fer, no me va a pasar nada, va a estar todo bien.
Fer: voy contigo, mi hermana me dijo que te cuidase.
Ana: vas a ser el típico guardaespaldas pesado?
Fer: no, pero si estas en peligro tendré que ayudarte no?
Ana: alguien le dice algo?
Héctor: le acompaño yo y así llevo a Samuel también.
Fer: ... esta bien.
Ana: bueno...
*se van los 4*
Carol: Fer, Ana estará bien, deja de preocuparte tanto por ella.
Fer: si le pasa algo no me lo perdonaría.
Julia: creo que mañana podemos sacar a Fermín de la cárcel...
María: que idea has tenido?
Julia: puedo pedir un adelanto...
María: cuanto te dan?
Julia: 500 euros por día.
Fer: pídelo... mañana lo pides y Alicia y yo nos acercamos a la cárcel.
Julia: vamos a sacar a Fermín.
María: *sonrie* pero Ivan no va a poder salir...
Julia: lo sé... lo se-
*en el cuarto de Eva*
Héctor: venga, a dormir que ya es tarde.
Samuel: tío tío
Héctor: que pasa?
Samuel: es que a Eva y a mi nos da miedo dormir solos...
Ana: Eva se por qué... pero tu?
Samuel: por el hombre del saco...
Héctor: el hombre del saco no existe.
Samuel: anda que no, hace 10 años Paula y Evelyn decían que el hombre del saco existe porque se lo dijo el señor Noiret.