Capítulo 2

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- ¡Katy despierta! - Me chilla en el oído Martha.

- Cállate. - Digo en voz baja y ronca. La cabeza me da vueltas al intentar incorporarme. Llevamos casi una semana haciendo fiesta por la noche. No había bebido tanto alcohol en mi vida. He de decir que me está gustando mucho la experiencia y Martha y yo nos estamos integrando muy bien. Ayer me llamó mi madre y se horrorizó de la voz que tenía.

- Hoy más y mejor. - Proclama Martha entusiasmada.

- Martha deberíamos descansar por un día ni que fuera. Tengo agujetas en sitios que no sabía ni que se podían tener. Además mañana viene mi madre como me prometió y va a pasar el día con nosotras, no es plan de ir resacosas. - Le digo con tono determinante.

- ¡Pues descansas tu! Paul va ir a la fiesta de hoy y me dijo que nos veríamos ahí, necesito liarme con éeeel! - Dice con voz de malvada y poniendo cara de pervertida.

- JAJAJAJJAJA. ¡Estás fatal! - Proclamo. - Está bien, ves tu y ya mañana me disculpo de tu parte a mi madre, ella te lo perdonará. - Digo entre risas. A todo esto, ¿qué hora es? - Pregunto temiéndome la respuesta.

- Son las ocho de la tarde. Llevas durmiendo todo el día vaga. - Dice con tono de burla y enfatizando esta última palabra.

- ¡¿Queeeeé?! - Exclamo.

- Si, por eso te he levantado. Para que te pusieras a punto para esta noche. - Dice ella super orgullosa sintiéndose la mejor amiga del mundo.

- ¿No has pensando en levantarme antes? No sé, para aprovechar el día y esas cosas. - Le digo en tono sarcástico.

- Haberte puesto una alarma. - Dice levantando los brazos en plan se siente.

- Eres de lo que no hay. - Digo resignada mientras me pongo en pie.

- Me voy en media hora, por si te lo repiensas. - Insiste Martha.

- ¿Jess va? - Pregunto para asegurarme que no vaya ella sola.

- ¡Of course baby! - Me responde creyéndose la reina del mundo.

- Entonces me quedo más tranquila, ya se quien te va a traer borracha a casa. - Le digo mientras voy cogiendo los trasto de la ducha. Hace dos noches volviendo a casa Martha se tropezó y salió rodando cuesta abajo por la carretera, menos mal que no pasaban coches a esa hora. Ahora tiene una bonita colección de maratones pero aún quiere más. Flipo con ella.

- Ja ja ja, muy graciosa. - Dice Martha.

Jess es una chica que conocimos en la primera fiesta que fuimos, es de segundo año y se conoce  el campus a la perfección. La verdad es que se agradece, sobre todo cuando vas borracha, la cabeza te da vueltas y lo único que deseas es llegar a tu cama y tumbarte.

Me meto en la ducha y lo primero que me viene a la cabeza es la mirada de Marco, mi profesor, cuando estábamos hablando en medio de esa enorme aula. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo.

La verdad es que había estado pensando más en él de lo que me gustaría reconocer. Intentaba apaciguar mis pensamientos convenciéndome de que el lunes sería una persona más en una inmensa aula con 200 estudiantes. Pero la verdad es que me sentía bastante rara, no sabría describir que siento. Nunca nadie me había puesto así de nerviosa. No había hablado de esto con nadie, ni con Martha. Lo más seguro es que no volviéramos a hablar tan intensamente nunca, pero si volvía a pasar estaba decidida a explicarle todo a Martha y pedir consejo.

- ¡Date prisa! Voy a llegar tarde a la fiesta y me quiero duchar, vestir y maquillar. Ponerme guapa y esas cosas. - Me chilla mi queridísima amiga desde el otro lado de la puerta del baño.

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⏰ Última actualización: Feb 13 ⏰

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