Soy la perra de un mafioso

04-El comienzo de una nueva vida.

Jordán

Mi propia nana que me cuido desde pequeño está ayudando a una mujer que no conoce creo que ya vi el fin del mundo solo en segundos, pero suelto un pequeño suspiro y un poco serio le miro.

nana sé que quiere el bien para nosotros ya que llevas mucho tiempo en esta casa y conociéndonos a mi hermano y a mí, pero esa mujer que ve frente a usted solo la veo como un objeto y un regalo que tengo que entregar sí o sí.

Ahora necesito que le des un baño, cambien su vestido la quiero lista para ya, te doy 20 minutos para que la arregles y termines rápido con ella para llevarla.

Miro de reojo a la mujer que es como mi madre que me mira con cara de eres un niño muy malcriado eso no fue lo que te enseñe, pero no me importa.

Sigo mi camino en dirección hacia la puerta y ya cuando estoy frente a esta giro la perilla y salgo de la habitación dejando a esas dos solas.

Saraen

Me sorprende un poco que él haya dicho que solo soy un objeto a un que no sé por qué si al final lo sabía, pero al final no le doy mucha importancia no me dolió para nada no lo conozco bien para que me duela.

Flor y yo nos quedamos mirando ella me mira de arriba abajo después de mirarme empieza a caminar hacia el almario que está en la habitación ella abre la puerta de este y no llego a ver bien lo que hay dentro lo que sé es que es muy grande.

-Es mejor que te des un baño y te quites esa ropa de prostituta mal paga que tienes puesta.

dice la señora señalando la puerta del baño.

Hay vuelve la mula al trigo ven que no le estoy diciendo mentiras y que desde el principio me vio como una prostituta que bien claro tengo que no lo soy.

Sin reprochar ni gritarle en la cara que no soy una prostituta me dirijo a la puerta del baño entro rápido para no tener que escucharla más y la baba cae de mi boca como manantial el baño es amplio no lo voy a negar quisiera que este fuera el baño de mi antigua casa, pero no deja de ser un baño me empiezo a desvestir.

Entro a la ducha sujetando muy bien mi cabello ya que si llega a toca el agua volverá a ser rizo y quiero aprovechar que esta lacio y no puedo negar que me gusta que este así.

Hay muchos productos para el pelo, diferentes jabones, agua caliente que de verdad la necesitaba como dos cepillos de dientes que claro que voy a utilizar uno y la pasta de dientes que no puede faltar amo este baño.

después de darme un merecido baño estiro mi brazo hasta que puedo sostener la toalla la rodeo por mi cuerpo y salgo de la ducha para dirigirme al lavamanos que tiene un espejo gigante en este después de verme varias veces en el espejo y darme cuenta de que estoy un poco flaca y los moretones de mis muñecas no han sanado aún.

Al salir me doy cuenta de que ya flor tiene un vestido azul corto, la ropa interior, pero esta es de un azul más oscuro, unos tacos negros, varios accesorios en la cama. Escucho golpes que vienen de la puerta de la habitación.

-Pasa.

dice flor mirándome como un águila mira su presa.

-vístete rápido que no tenemos todo el día y solo nos quedan 5 minutos para terminar contigo antes que Jordán llegue.

lo dice la mujer que me llamo prostituta barata.

-Hago lo que dice porque de verdad quiero terminar lo más rápido posible con todo esto y a ver si el hermano de Jordán me deja ir a mi casa.

Mientras me visto la puerta se abre dejando ver a dos chicas jóvenes con una sonrisa muy grande en sus rostros.

Una cara de mujeres que ya había tenido sexo hoy demasiado en mi opinión gracias a Dios ya por lo menos estoy vestida.

-Flor ella es la chica de la que tanto hablan los empleados de la casa es muy hermosa en verdad.

dice la chica más bajita de las dos.

-Si.

dice flor

Yo rompo el silencio incomodo que se estaba aproximándose en la habitación y le hago una pregunta a las dos chicas mejor dicho tres preguntas.

¿Y ustedes como se llaman chicas?

Una de ellas la de ojos marrones con una tes blanca y un poco más alta dice con voz muy amable.

-me llaman Vanessa y a la chica junto a mí la llaman rosa.

-Es un placer conocerte?

ah saraen, pero pueden llamarme saen o como decidan.

- ¿Y cuantos tienen ustedes?

Vanessa responde esta vez tengo la edad de 22 años y rosa tiene la edad de 25 años no somos tan viejas si eso es lo que piensas.

En realidad, no estaba pensando eso, solo pregunte porque se me hicieron muy jóvenes.

Con una tenue sonrisa.

- ¿Cuántos años tienes tu?

Pregunta flor esta vez meda gusto que ella se interesé un poco en mí.

Tengo la edad de 20 años lo cumplí no hace mucho. Pues felicidades atrasado dicen las tres al unísono.

-Siéntate.

dice rosa señalando un pequeño mueble frente al gavetero de madera parece que está hecho de pino además que tiene dos espejos y muchos productos de belleza como maquillaje, labiales, sobra, brochas y demás.

-Me siento sin decir nada.

rosa empieza a peinar mi cabello que pienso que está bien suelto, ella me hizo una coleta alta con algunos que otros diseños en ella.

Vanessa pinto y limpio las uñas de mis manos quedaron hermosas de verdad.

Flor me maquillo ese si lo veo de ultimo espero no quedar como un payaso o que no me pueda ni yo misma reconocerme.

flor terminar con el maquillaje y procedo a mirarme en el espejo y se podría decir que me veo como la perra de un mafioso.

Jordán

¡Hola, chicas, ya terminaron no es a si!

Me giro y Jordán está parado en la puerta con una cara de estas hermosa, pero yo no pienso lo mismo.

Se da la vuelta sin decir nada dejando la puerta abierta como diciéndome que lo siga me paro rápidamente y cuando pongo un pie fuera de la habitación hay un pasillo amplio con muchos cuadros en las paredes.

Pasamos algunas puertas que a mi parecer son habitaciones jordán se detiene y por ir distraída golpeo su espalda me doy un pequeño masaje en la parte afectada de mi frente.

AUH

Imbécil que miras que te de tuviste a si de repente.

-noto que sus ojos no me miran y mi vista viaja Asia dónde él está mirando en estos momentos.

note una puerta de doble entrada, con un diseño de leones en cada una me acercó a la puerta dejando que mi oreja toque la misma a ver si escucho algo del otro lado, pero no se escucha nada.

-Espera aquí.

dice Jordán que me toma por el hombro alejándome de la puerta y me hace retroceder por lo menos 6 pasos.

-Antes que nada, pequeña si no te digo que entres no entras te quedas aquí, no toques nada y si unos señores salen por HAY-

señala con su dedo la puerta.

-No hables con ellos solo baja la cabeza.

Entra dejándome hay afuera sin nada más que decir y con muchas lagunas en mi cabeza

Qué demonios él no quiere que yo vea ahora.

-siempre decimos " todo pasa por algo" pero en el fondo de nuestro corazón, deseamos que hubiese sido diferente.