El Humano y el Ángel de Alas Oscuras

7 - Falsa libertad

Notas del cap:

Porque quiero, porque puedo y porque de algún modo tengo ganas de un lemon de Gabriel x México pero no lo veremos aquí... a ver cómo le hago para que me salga... no se, se me antojo... en fin

¡A leer!

7 - Falsa libertad

Cansancio, era lo único de lo que era consciente para estas alturas ¿Hacia cuanto que estaba encerrado en la jaula y la mazmorra? Ya no creía poder distinguir el tiempo que llevaba ahí abajo, desde hacía mucho había acabado por perder la noción del tiempo, no sabía distinguir siquiera si es que era de día o de noche, o cuantos días habían pasado desde su desaparición

—HHggg —se quejo mientras intentaba cambiar de posición. Su cuerpo estaba entumecido por la pose en la que se había mantenido todo este tiempo, su cuerpo le dolía, no le responda correctamente a las órdenes que le daba su mente y, lo peor de todo, es que entre más hacia el intento por escapar de su prisión, solo conseguía lo contrario, acabar inconsciente por sabrá cuánto tiempo más hasta que finalmente volvía a despertar y el ciclo se volvía a repetir

Solo en algún par de ocasiones vio venir a ese humano de nombre Gabriel, preguntando por su salud mental antes de volver a irse mientras alegaba que aun no era momento de "salvarlo"

¿Cuántas veces iban que negaba a la idea? La simple mención de ser "salvado" por un humano, le aterraba, porque podía recordar como el primer día, como había sido su vida arruinada por los humanos que, con ropas de la iglesia, habían atacado a su hogar, su pequeño pueblo oculto entre las montañas boscosas y donde estaba mas que seguro que todos los habitantes no hacían daño, ni siquiera al ecosistema

Pero ahí iban los humanos a cruelmente arrancarle la vida que él había custodiado con tanta fuerza y decisión, la vida que sus padres habían conseguido para él y donde vivía feliz y en paz. Lo siguiente que mantiene en la mente, es la imagen de España, acercándose entre los arbustos de un espeso bosque mientras le escucha llorar

Porque cuando México había despertado luego de ser lanzado por el acantilado hacia la cascada, fue que estaba a las orillas de un rio tranquilo. El mismo rio que lo había salvado alejándolo del lugar donde sus padres habían sido asesinados, también lo había alejado de su destruido hogar y, por tanto, dejado a su suerte en un lugar que el pequeño no podía reconocer. Estaba herido, estaba asustado, estaba triste luego de comprender que no iba a volver a ver a sus padres otra vez aun si pudiera volver volando de vuelta a su hogar

Solo pudo quedarse ahí, a las orillas del rio que lo había salvado, llorando amargamente su pena. Lo había perdido todo; sus padres, su hogar, sus amigos, sus conocidos... el mundo y la paz que siempre había conocido. Así que, solo por ese momento, se permitió llorar, sacar de su pecho el dolor de su propia pena mientras llamaba a sus difuntos padres

Y es entonces cuando, de entre la espesura del bosque y sus arbustos, aparece España, buscando con desespero el origen del llanto y encontrándose mutuamente. Aun y con el miedo de encontrar a alguien que no conocía, México ha agradecido que fuera un country quien lo encontrara primero y no un ser humano. A partir de ahí, el latino y el español se juntan para vivir y entonces, poco a poco, esa pequeña y maltrecha familia se hace mas y mas grande hasta lo que era hoy en día

«Quiero volver a casa» suspiro, intentando aguantar el dolor de sus heridas, ¿Cuántas veces había sido ya azotado contra las rejas? Tenía sed, tenía hambre... tenia frio y el dolor en su cuerpo estaba comenzando a superarlo, no podía curar sus heridas mientras estuviera encerrado en esa maldita jaula, se dijo, volviendo a luchar por liberarse de la horrible jaula