8 - El Velo Negro

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Notas del cap:

Si les soy honesta... tengo una duda importante. Este capítulo es el climax de esta historia y el capitulo que viene, será el final de la primera temporada. Mi pregunta es ¿Pongo la segunda temporada en un libro por aparte o lo pongo aquí mismo? De verdad, esta duda es importante para saber si hago otro libro o me sigo con este... me serviría mucho que me dijeran que quieren, por favor. De mientras

¡A leer!


8 - El Velo Negro

Cual horrible recuerdo que era, México se ve a sí mismo, delante de un preocupado USA que, con un gesto suplicante le pide que no se fuera de su lado. México lo observa, dolido, triste...

—No quiero irme —susurró mientras acariciaba su mejilla suavemente. Era verdad, no quería irse y alejar a USA de su lado, pero, mientras es su cuerpo el que se mueve contra su voluntad dándole la espalda al americano y sus alas se extienden, cree ver a lo lejos al sacerdote que pronto aprendió a despreciar. Ese humano de nombre Gabriel, con su eterna sonrisa amable y gentil, calma y apacible que solo oculta a un maldito enfermo y desquiciado

—México... —volvió a escuchar la voz de su amado novio llamándolo y, aunque México quiso llamarlo también, el sonido de grandes campanales de iglesia lo obligo a despertar

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—¡¡¡HHHHgggg!!! —Abrió sus ojos, asustado de sus alrededores. Contrario de despertar en la agradable cama donde había perdido la consciencia la última vez. México se descubre a si mismo recostado en el centro de una gigantesca habitación

Sus pisos eran de madera clara y lisa, agradable para caminar descalzos durante los días de calor, sus muros de piedra talladas con pilares y esculturas blancas, decoros de flores por doquier en pequeñas macetas y en floreros puestos delante de algunas esculturas de santos hechos de piedra esculpida delicadamente por los mejores artesanos

México continúa observando. A la distancia, grandes ventanales con aquellos cristales de colores que crean siluetas de más santos y que permiten en el interior de la iglesia un aspecto tan hermoso y detallado que a muchos les gusta estar ahí por más tiempo, admirando simplemente aquellos vídriales que parecen querer contar historias

—La casa de dios es hermosa ¿Verdad? —de pronto, su observación del lugar se ve interrumpida por una voz gentil y amable que parecía sonar emocionada. México vuelve la mirada. A sus espaldas se encuentra una gigantesca cruz de oro puro encima de unas gradas, sobresaliendo de manera imponente y, delante de aquella cruz, se encuentra Gabriel, con biblia en mano, sonriendo a su persona y justo detrás del podio donde solían dar las misas. México se estremeció, mirando a todos lados una segunda vez, se descubre atrapado por un circulo rosa que, aunque no siente tan pesado como los anteriores, supondrá que no le dejara salir, también encuentra con algo más de alivio que las cadenas anteriores, las que le habían traído dolor al pasarle corriente por el cuerpo ya habían desaparecido

—¿Ahora qué mierda me vas a hacer maldito loco? —pregunta el latino, observando con desprecio al humano que con tranquilidad baja los pequeños escalones para estar delante del latino que, ahora cae en cuenta que, aun cuando se trata de una iglesia, no es como que haya por los alrededores los clásicos asientos para poder sentarse ¿Eso era bueno o algo malo?

—Descuida —suspiro con diversión el humano— solo deseo ayudarte a encontrar el buen camino pequeño ángel perdido —continua hablando, posicionándose justo delante suyo, saca desde sus espaldas una tela perfectamente doblada que muestra al tricolor—. Como sabrás —comienza a explicar— en el pasado, a los Ikenuma violentos se les daba una segunda oportunidad de redimirse y de hacer el bien a la humanidad

El Humano y el Ángel de Alas OscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora