Era casi medio día y Jin ya estaba en la entrada despidiendo a los últimos clientes, mientras Jimin cerraba la caja registradora con la llave de seguridad. Un día largo, pero sería aún más largo con la llegada de New, quien entraba a la tienda justo cuando estaban a punto de cerrar.
— Hola criaturas, la tierra les dice hola — llegaba con bolsas en ambos brazos, en cantidad, pero no hacía falta decirlo. — ¿Cómo estuvieron las ventas hoy?
— Pésimo, hubo trabajo solo con el papeleo — hice una mueca con desánimo, tomé el dinero que me dejaron como propinas y lo guardé en mi cartera, seguido de esto, me dispuse a agarrar mi mochila. Jin ya terminaba de barrer en lo que yo activaba las cámaras de seguridad del almacén.
— No se preocupen, tengo algo que les alegrará el día — tomó su mackbook de su maletín y empezó a revisar sus carpetas, hasta que sonrió ampliamente y se dieron cuenta que había encontrado lo que buscaba.
Jin y Jimin caminaron hacia él, observando su tableta. No faltó segundo en el que ambos se miraban en silencio.
—¿Cómo conseguiste los datos del chico de la cafetería? — Jimin miró como Jin palideció, en cierta parte no entendía porque eso era delito. — Has conseguido hasta su dirección.
— ¿Qué? — se encogió de hombros — Son prioridades — le sacó la lengua.
— Como sea, podemos irnos ya? Hacer esto me asusta pero no queda de otra — Jimin colgó su mochila al hombro y se dispuso a salir, enseguida New y Jin lo hicieron. — New prométeme que solo será para que lo veas de lejos, no quiero meterme en problemas.
— Lo juro, vamos ya — y arrastró del antebrazo a ambos chicos, del centro comercial emprendieron camino por un callejón con poca iluminación, no era del todo agradable — Buaj, esto no se ve nada bien.
— Tú crees? — Jin se mofó, tratando de guardar la compostura — ¿A dónde vamos exactamente? Vive por aquí?
— Si vive por aquí, es mejor que lo digas ahora — Jimin se soltó del brazo de New, pero siguiendo el paso — En todo caso, que te lleve a ti solo. Vámonos Jin.
— No! Carajo no, no vive por aquí, y ya dejen de comportarse como señoras delirando —
— Estamos hablando de mi vida, soy muy joven. — sonreí con suficiencia para, con un leve coqueteo, proseguir — Y muy guapo como para irme a la tumba.
— Hey, esa es mi frase — Jin lo golpeó, el contrario solo se encogió de hombros.
— Llegamos — habían pasado demasiados minutos como para darse cuenta que ya habían llegado. — Miren, ahí está.
Frente a nosotros se encontraba un edificio de cuatro pisos, sus vistas solo se posaron en un punto en particular ya que era lo único que destacaba, más por su colores intensos y una decoración que no era la más sofisticada pero era bastante extravagante. Colores por acá y por allí, como si lo hubieran usado como un lienzo para esparcir toda la pintura, sin un proceso en específico.
— Les presento SoulMates Tattoo Studio, aquí me haré el tatuaje — Sus amigos lo miraron perplejos y Jimin no entendía su punto, buscaban al chico que había cautivado su corazón o venían por el tatuaje? — Vamos, entremos rápido.
A paso apresurado y con empujones, caminaron por la acera hasta llegar a la esquina opuesta, aquí el lugar no era tan desagradable como los charcos de agua que tuvieron que pasar. Y de un momento a otro New abrió la puerta.
— Buenos días, Bienvenidos a SoulMafes Tattoo Studio —
Jin y Jimin se quedaron perplejos, el lugar por dentro era bastante moderno y bonito, nada comparado con el exterior. En una esquina estaba la recepción, con un chico atendiendo la caja, Del lado contrario habían sillas giratorias, y al entrar un poco más al espacio, una mesa con tinta para tatuaje con materiales y tintas para tatuajes de distintas ganas y tonalidades. Agujas, gasas, ungüento y al ala opuesta, una silla junto a una camilla. Lo demás ya no era de su conocimiento, muy difícil de explicar.
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ILLEGAL
FanfictionJimin está empezando su adolescencia media y Jungkook es un tatuador intimidante.