Yo invoque... ¿Qué?

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Hola!

Hay nuevo OS XD

Sigo trabajando en mis demás escritos... la verdad es que me di cuenta que mi incapacidad para terminar con algunas conversaciones se ha transmitido ahora a mis fics. No se callan! Y antes me lamentaba por casi no meter dialogos... la vite!

En fin.

one shot basado en mi incapacidad de dejar de imaginar AU's.

El sabado regresaba tranquilamente en el metro de la Cineteca Nacional, mientras veía mis redes, y salió brutal post de Tumblr sobre un demonio invocado por accidente por un oficinista al hacerse un sándwich. Así que ahí tienen. Btw, Pinocho está buenísima. Tal vez algún día use a su "muerte".

Y la canción, es porque venía escuchando a Reinaeiry, la diosa que nos ha regalado tres canciones originales catradora y dos covers para ellas últimamente (Sway y Stay).

Bueno, entonces el pequeño OST para esta pequeña historia son Fly me to the Moon e Inferno de Bella Poarch. Y el jazz que más les guste.

Los dejo!

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Adora estaba simplemente cansada de existir.

Quizás estaba siendo melodramática.

Sin duda el alcanzar el jueves, antes de un viernes lleno de juntas, era un punto bajo en su semana. No tenía mucho que llegó a su departamento, ya se había sacado los zapatos, dejado el saco en el perchero y desechó el cuello y los puños de su otrora perfecta blusa. Tenía hambre. Y sueño. Pero más hambre, decidió después de ponderarlo con su voz interior.

Fue al refrigerador para ver que tenía para. Comer. Como si no fuera ella la única que lo usara Había un poco de queso. La lechuga que sobró de su ensalada del martes. Pollo frío del lunes. Oh, y las últimas rebanadas de jamón de pavo. Sería un gran sándwich entonces.

Sacó todos los ingredientes y los acomodó en la mesita de la cocina.

—Darla— Llamó con voz clara.

—Bienvenida a casa, Adora— Resonó la agradable y ligeramente mecánica voz del asistente digital que tenía la alta rubia instalado.

—Gracias. Pon un poco de jazz, por favor— Algunos le decían anticuada, pero Adora estaba segura que no le hacía ningún mal a nadie ser educada hasta con una IA, así no se malacostumbraba en general, y si las máquinas estaban a punto de dominar el mundo, esperaba tener puntos a favor.

—Reproduciendo tu selección de Jazz desde BeastSounds.

—Y baja las luces al nivel tres, por favor.

Los rítmicos sonidos, bajos y suaves, llenaron la cocina y el mood de Adora pronto empezó a mejorar. Había tardado unos meses en acostumbrarse a vivir sola. A no estar pendiente de nadie. Que si hacía algún ruido fuerte, no tenía que disculparse. A tener que regular su propio sueño. A recordarse de cenar y alimentarse en general. La ansiedad la golpeó al principio. El silencio era aplastante. Por eso había instalado a Darla, en primer lugar. Era agradable que alguien le diera la bienvenida y con quien poder hablar.

De pasar a sólo querer comer lo más pronto posible, disfrutó de prepararse su cena. Encendió la estufa, escuchó el susurro del fuego, olió la mantequilla al derretirse y tostar su pan. Movía las caderas lentamente al son del jazz al cortar el pollo y la lechuga. Untó la mayonesa en los panes, agregó el resto de los ingredientes y se puso a dibujar garabatos con la mostaza que caía directa del bote. Le puso el otro pan para terminar, y limpió la boquilla de la mostaza, agarrando la última gotita con la punta del dedo para llevársela a los labios.

Yo invoque... ¿Qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora