ꜜ Primero (1/2)

4.1K 270 137
                                    

Iván está más engreido que de costumbre y, aunque Rodrigo era un tipo bastante holgado y tolerante con su juguetona pareja, su paciencia también tenía un límite que el menor estaba realmente a punto de romper; cuando lo hiciera sería demasiado tarde porque si de por si sus enojos normales eran intensos, cuando se enojaba de verdad, se convertía en la persona más peligrosa del planeta. Eran un metro sesenta y cinco de pura explosividad a los cuales su novio tendría que enfrentarse.

En sus tres años de relación y convivencia, por supuesto que ha tenido el tiempo suficiente para acostumbrarse a su personalidad, por lo que tenía muy en claro el tipo de humor que el menor se cargaba, y le gustaba, en serio que le gustaba, en especial cuando no hacía bromas pesadas de él, lo cual era muy seguido... Bueno, la verdad es que su humor le parecía una mierda. Pero, ¿qué podía hacer? Lo amaba tal cual era. Le había jurado aceptarlo con todos sus defectos y el contrario había jurado hacer lo mismo con él. Se amaban, posta que se amaban.

Pero el reciente comportamiento de Iván le hacía dudar de su amor, jamás creyó que su dulce, carismático y tierno novio tuviera un lado bully oculto. Osea, sí. Iván era jodido como la mierda, ⸺tenía complejo de payaso⸺, sin embargo sus comentarios eran inocentes y sin la intención de incomodar. Pero últimamente sus "chistes" se ubicaban entre lo más idiota y despectivo que pudiera llegar a ser, en especial desde el último mes.

¿Qué había detonado esta incómoda situación? Puede que Rodrigo tenga una vaga idea de a quién ⸺o qué⸺ culpar por el comportamiento de su novio, y sería al video de youtube que hace un par de meses había aparecido en su página de inicio. Decía que era importante visitar al médico para un exámen general una vez al año. Fue en ese momento que la personalidad paranoica del menor hizo de las suyas, poniéndose preocupado porque ellos no habían hecho lo que el video decía desde hace mucho tiempo. Después de un par de berrinches infantiles con los cuales él no tenía ni la menor idea de como lidiar; terminó por acceder al capricho justificado de su novio, y citaron con el médico casi inmediatamente.

La gran sonrisa del menor al saber que había ganado, se prolongó hasta el día de la cita y días después, cuando el médico les dijo que los dos estaban completamente sanos de cualquier enfermedad. Le hubiera gustado decir que la alegría de Iván era debido a ello, sin embargo no era así. La cuestión es que en el pesaje, la medidora de altura había indicado una cifra desconocida para ambos. Vamos, que Iván es mucho más alto que él, eso no es secreto para nadie y mucho menos un motivo de burla, o no lo era hasta que se enteraron del crecimiento de tres a cuatro centimetros del menor, por lo que su altura era de uno ochenta, mientras que la suya seguía siendo de uno sesenta y cinco desde que tiene quince.

Al saberlo, le dió igual, ya se había acostumbrado a ser un enano. Pero, ¿su novio? Él había intentado contener su reacción burlona, sin embargo enfrente de la enfermera, comenzó a a carcajearse como enfermo debido al resultado. Rodrigo iba a dejarlo pasar, pues de cierta manera entendía que la causara gracia, lo vió natural. Pero cuando llegaron a casa empezó el martidio al que en la actualidad, sigue sometido.

Primero fueron risitas y miradas burlonas que incluso él compartía, nada demasiado grave como para tomarlo en cuenta, de hecho se había vuelto alguna especie de broma silenciosa que bajo su punto de vista, era romántico. Después, empezaron los comentarios "graciosos" ⸺que no daban risa, pero que eran tiernos⸺, él también se reía de vez en cuando, tirando comentarios graciosos de vuelta para aminorar el ambiente incómodo. Se esforzó mucho por tomarlo a la ligera, considerando que dentro de poco pararía... más equivocado no podía estar. Los comentarios "inocentes", derivaron a sus tan famosos chistes que bajo su punto de vista, sí eran hirientes. A estos no tenía forma de contestar, por lo que simplemente cambiaba de tema en silencio o callaba con besos y caricias a los cuales su pareja cedía con una sonrisa, cerrando su bocota. ¿Su consuelo? Pensar en que con el pasar del tiempo su altura ya no sería un tema de conversación y que otro aparecería pronto.

Tall ᝢ rodrivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora