𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨

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✶⊶⊷⊶⊷❍Prólogo❍⊶⊷⊶⊷✶nuevo país, nueva vida

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✶⊶⊷⊶⊷❍Prólogo❍⊶⊷⊶⊷✶
nuevo país, nueva vida

‘‘ EL TIEMPO QUE SE DISFRUTA, ES EL VERDADERO TIEMPO VIVIDO. ’’

━━Jorge Bucay


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━━━LA MUDANZA NO ERA UNA COSA QUE LA EMOCIONARÁ DEMASIADO. En realidad no le emocionaba en lo absoluto. Había disfrutado de una corta, pero bella vida en Mánchester Inglaterra desde que nació. Amaba su país de nacimiento y su vida allí —aunque está fuese un poco extraña—. Su madre, desde un incidente hace tres meses que tenía prohibido mencionar, había decidido que lo mejor para ambas era que vivieran en Nueva York. Según los disparates cómo intento de excusa que dió su madre, era por seguridad para ella. Aquello la confundió aún más, Amelia no lograba comprender como vivir en un país completamente ajeno a ella serviría para su seguridad. Expreso sus dudas a su madre, pero fue olímpicamente ignorada.

━━━Es por tu seguridad, mi sol, todo esto es por tu seguridad ━━━le había dicho su madre. Y le creyó, a medias.

Desde muy niña, había tenido la rara habilidad de saber cuándo alguien le mentía. No sabía muy bien si era verdad o solo producto del TDAH que lamentablemente padecía. Pero era como un don, uno que solo le pertenecía a ella. Tan solo bastaba con mirar fijamente a una persona y una rara, muy rara, premonición se instalaba en su mente, como una alarma de seguridad de las que su madre instalaba por toda la casa. Eso le confiaba cuando alguien mentía o no, y más cuando era cercana a esa persona, y sin duda alguna era cercana a su madre. La cosa era que su madre no le mentía, le contaba una verdad a medias. Eso frustraba mucho a Amelia, quien nunca había sido muy fanática de las mentiras, es más, carecía del filtro para decirlas. Siempre había sido brutalmente honesta, soltando todo como le llegaba a la cabeza, se había metido en varios líos por eso mismo.

Unos suaves y elegantes pasos se acercan a ella por la espalda, no necesitaba dar vuelta para ver quién es, el característico perfume de su madre le llegó a sus fosas nasales. Ya intuía una charla motivacional sobre una nueva vida y empezar de nuevo. La había escuchado muchas veces a lo largo de sus ocho años de vida, su madre era extrañamente positiva.

━━━Mi sol ━━━la llamo la suave y dulce voz de su madre, giro levemente la cabeza para verla, pero no lo suficiente para mostrarse indignada ━━━, no hay porque estar triste. En América podrás hacer muchas cosas, lo mismo que aquí, la mudanza no tiene por qué ser el fin ━━━la rubia mayor se arrodilló para quedar a la altura de su hija, la tomo suavemente de los hombros y la obligó a mirarla, mantenía su cálida sonrisa ━━━. Ya te he explicado las razones de la mudanza, mi sol...–

━━━Si, si. Todo es por mi seguridad, ya lo dejaste claro, madre ━━━bufo interrumpiendo a su progenitora ━━━. Es que no lo entiendo, ¿Es qué corro peligro aquí que tenemos que mudarnos hasta América? No le veo el sentido ━━━murmuro mirando el piso, esquivando los ojos de su madre ━━━, me gusta aquí. La abuela esta cerca, tengo a mis amigos y la escuela.

━━━En Nueva York tendrás una nueva escuela y nuevos amigos. No es el fin del mundo, Amelia.

━━━Ha dicho eso un millón de veces ━━━la rubia menor rodó los ojos con molestia.

━━━Y lo diré un millón de veces más hasta que lo entiendas, o termines por aceptarlo ━━━sentenció la madre y acaricio la mejilla de su hija ━━━, no pienses que yo también quiero irme. Aquí está mi vida entera ━━━señalo a su alrededor ━━━. En este lugar nací y crecí. Viviendo aquí conocí a tu padre, y te tuve a ti, mi sol, el mayor regalo que la vida pudo darme.

Amelia levantó la mirada ante la mención de su padre. Su madre pocas veces hablaba de él, aún así le había contado varias cosas. Cómo por ejemplo, que se parecía bastante a él, tenían el mismo cabello rubio dorado que brillaba como hebras de oro con el sol, la misma sonrisa ladeada y divertida; el mismo brillo pícaro y travieso en los ojos cuando algo se les ocurría, incluso le decía que tenían un ego similar —a su madre le gustaba calificarlo como un gran amor propio—. Pese a todas las descripciones que su madre le otorgaba, no era suficiente para Amelia, no se sentía particularmente cercana a su padre.

Miro a su madre unos segundos en silencio, buscando la valentía para preguntar. Su progenitora nunca le negaba información sobre su padre, aunque era muy reservada con lo que le comentaba, principalmente con su abuela al acecho, quien le encantaba desperdiciar saliva para criticarlo. Su madre y su abuela no se llevaban muy bien, pero su abuela la adoraba, eso dejaba claro que su abuela no estaba muy de acuerdo con su mudanza.

━━━¿Mi padre es de Mánchester? ━━━pregunto de forma inocente, deseosa por saber más sobre su progenitor.

━━━Mhm. No ━━━respondió de forma nostálgica ━━━. En realidad, él es de Nueva York, a dónde nos mudaremos.

Los azules ojos con motas doradas de Amelia brillaron ante lo dicho por su madre. Una ola de esperanza se extendió por el pecho de la niña con rapidez. ¿Al fin conocería a su padre? ¿Él las esperaba a ambas en América? ¿Vivirían los tres juntos? ¿Por eso se iban a mudar?, Esa y muchas preguntas más atacaron la hiperactiva mente de la rubia menor. Quien miro a su madre esperanzada.

━━━¿Al fin voy a conocerlo? ━━━cuestionó con ilusión y mucha emoción. La mirada suave y compasiva de su madre le dió la respuesta, una que la decepcionó.

━━━Mi sol ━━━murmuro suavemente su madre y le acaricio el cabello ━━━. Algun día conocerás a tu padre, de eso estoy segura. Solo que el momento aún no llega. Pero lo hará, te lo prometo ━━━la seguridad y confianza con la que hablo su madre la hizo confiar.

Ella no miente. Estuvo segura de inmediato al verla a los ojos. Se sentía decepcionada porque no lo conocería, pero una sensación cálida se instalo en su pecho al saber que al menos viviría cerca de él. Además de que su madre se lo prometiera le daba más confianza y seguridad. Esbozó una suave sonrisa para su madre, al menos, la mudanza no le resultaba tan tediosa cómo en un principio. Aquello hace sonreír felizmente a su progenitora.

━━━Esta bien, confío en ti.

━━━Me alegra saber eso ━━━sonrió la rubia mayor poniéndose de pie, extendió su mano para que su hija la tomara ━━━. Ahora, hay que irnos, mi sol, el avión nos dejara.






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𝐀𝐧𝐭𝐢-𝐇𝐞𝐫𝐨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora