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✶⊶⊷⊶⊷❍Capitulo 2❍⊶⊷⊶⊷✶ Bienvenido al campamento Mestizo
━━━SU RUTINA SE HABIA VISTO ALTERADA POR LA PRESENCIA DE PERCY JACKSON EN LA ENFERMERÍA. Al otro día de la llegada, Grover despertó, asustado y algo escandalizado, por fortuna, Amelia consiguió calmarlo y hacerlo entrar en razó. Pero para su mala suerte, Percy seguía dormido. Se despertaba de vez en cuando, pero no le duraba mucho, en una de esas ocasiones, Annabeth aprovecho para interrogar lo, a escondidas, obviamente. Cuando Amelia entro en la enfermera y vio a Annabeth con actitud sospechosa y alimentando a Percy con un pudin, lo supo, es hija del dios de la verdad, se iba a dar cuenta. Tuvo una fuerte discusión con Annabeth por eso, pues la hija de Atenea no estaba dejando al paciente recuperarse, y Amelia, como buena doctora defendió el tiempo de recuperación de su paciente.
Además, cuando Grover despertó, le contó la historia de la llegada de Percy al campamento. Pues si había algo que el sátiro no podía pasar, era mentirle a Amelia, quien era muy buena en sacar la verdad de las personas. Le contó toda la historia, desde el ataque de la furia en el museo, hasta la llegada del minotauro. Amelia no pudo evitar sentir pena por el chico, quien había perdido a su madre en el viaje.
Sus actividades se habían visto retrasadas debido a su nuevo trabajo como la niñera de la bella durmiente. Como solía referirse a él en algunas ocasiones, más cuando se encontraba sola. Percy solia murmurar algunas cosas mientras dormía, balbuceaba incoherencias sobre su madre, sueños raros y una tal señora Dodds que resultaba ser su maestra de matemáticas diabólica, una benévola, las carceleras de Hades. En el lapso de ese tiempo, se había visto obligada a lavar las almohadas que usaba Percy mientras murmuraba cosas sobre hacerlo pagar por todas esas almohadas.
Después del desayuno del tercer día desde la llegada de Percy Jackson, fue convocada a la Casa Grande, el mensaje se lo dió uno de los Stoll. Así que, tras despedirse de sus hermanos, y entregar sus deberes de la enfermería a Will, emprendió camino a la Casa Grande. Una vez allí, vio a Annabeth sentada junto a Quiron quien jugaba al pinnacle con el señor D.
━━━Ah, miren quien es, Amanda Hanson ━━━gruño el señor D al verla entrar. Amelia hizo una mueca al escuchar su supuesto nombre.
━━━Amelia, que bueno que te nos unas. Annabeth no disfruta del pinnacle cómo tú ━━━la saludo Quiron y con una sonrisa se sentó junto a los dos mayores.
━━━¿Vas a apostar mocosa? ━━━pregunto el señor D.
━━━Por supuesto.
No era ajena a los partidos de pinnacle con el señor D. Era muy buena jugando, y más gracias a su don profético le era de mucha ayuda. No veía lo malo a sacar ventaja de sus desgracias, es más, es productivo para su persona, eso según un libro de auto ayuda. Cómo sea, usaba su don profético en lo que le fuera de ayuda y no cambiará el destino con una gran relevancia. Como para predecir sus tácticas en batalla, eso le salva la vida a ella, y no a nadie más; la otra es para juegos como este. Usarlo para ganarle al señor D era divertido, y no estaba pulverizada o en algún castigo infernal por parte de su padre, así que intuía que no rompía ningúna divina norma. En resumidas palabras, los usaba para su conveniencia. Lo hacía con cuidado y en casos extremos, no quería abusar de su suerte y terminar castigada.
