Mi Debilidad (Riven x Flora)

Final

5 años después.

Miro con cariño a mi pareja, y de vuelta a Alfea. El reencuentro del grupo es muy especial para todos, ¿y que mejor que en el mismo lugar que nos conocimos?

Dejo a las chicas atrás -¿A donde vas Flora?- me pregunta Helia sujetando mi mano.

Me detengo en seco para acercarme a el -Quiero dar una vuelta, ver el invernadero- suelto con una sonrisa.

-Aun faltan que lleguen algunos- me recuerda.

Subo más mi mirada -Lo se, será rápido- digo decidida a dar esa vuelta.

El asiente sonriendo, me acerco a darle un corto beso y me alejo a paso lento.

Camino por los pasillos de Alfea, los mismos que recorría tiempo atrás y todo era tan distinto.

Al llegar a donde quería, miles de recuerdos me invaden y la mayoría aun arden. Me siento en una de las bancas del invernadero.

Bajo la mirada con pesar, sabia que pasaría pero no a estas alturas donde ya estaba todo bien de nuevo.

Helia y yo volvimos, hace más de cuatro años después de todo por lo que supongo que siempre fue el.

Una repentina presencia hace que levante la mirada, mi corazón comienza a latir más rápido.

Parece que el tiempo nunca pasó cuando lo veo ahí parado, con su típica mirada. Haciendo que recuerde nuestras primeras escapadas.

Avanza con un paso lento hacia mi, su mirada me analiza con nostalgia y mi respiración pasa a ser irregular en segundos -Flora- nombra con una pizca de dolor.

Me levanto del banco y lo miro atenta, sin miedo alguno ya. Hace poco más de tres años que no lo veo, después de haber anunciado que volví con Helia.
No volvimos a saber nada del otro por años, quizás lo mínimo pero sin hablarnos.

-Riven- digo en apenas un susurro, justo cuando esta frente a mi.

No ha cambiado nada, lo que si parece más tranquilo que antes y eso me alegra. Me obligo a bajar la mirada al tenerlo tan cerca.

El mira el anillo de mi dedo, el de compromiso. Seguramente el ya lo sabia, Musa se lo debió haber contado. Aunque por lo que se el no se quedo atrás tampoco, esta apunto de comprometerse según escuche decir a Musa.

Suspiro -No has cambiado- digo nerviosa por su presencia.

Sonrie débilmente -No, nada en mi ha cambiado...- suelta despacio -Aunque tu si cambiaste.

Lo miro atenta -Estas aun más guapa sin duda.

Sonrio con los labios cerrados, me siento de nuevo y el me imita -¿Por que viniste aquí?- me pregunta.

-Es extraño, senti la necesidad de venir aun sabiendo que volveria a revivir todo- contesto sincera, ya no se podía hacer nada salvo vivir en el recuerdo de lo que quisimos ser.

Baja la mirada -Parece que no paso el tiempo para nosotros- habla con una pequeña sonrisa, el también lo recordaba a bien todo.

Bajo también mi mirada -¿No es extraño?- pregunto repentinamente.

Asiente -Sigo siendo yo, y tu sigues siendo tu... en el mismo lugar- digo con el corazón en la mano.

Sonríe -En el mismo lugar, en circunstancias diferentes- dice bajando la mirada de nuevo.

Suspiro -Si...- digo algo dolida, se que no lo dijo a mal.

El silencio perdura entre nosotros por lo que parecen ser largos minutos, hasta que el vuelve a hablar -¿Eres feliz ahora?- pregunta volviendo a subir la mirada.