Serendipia • Pablo Gavi

1. Vuelta a empezar

                              - Julia -

     Ahí estaba yo, sentada en el Starbucks del aeropuerto, escuchando a Taylor Swift, mientras esperaba a mi hermano a que me viniese a recoger. Tenía una cosa clara, de que él vendría tarde, algo no muy raro de él siendo sinceros. Aunque ese día, no sé porque pero llegó temprano, lo malo de eso, es que me interrumpió mi momento favorito cuando escucho mi playlist, la canción de Delicate, una de mis favoritas. Pero ya me podía ir olvidando de disfrutarla como se merece, ya era capaz de visualizar su figura a lo lejos, caminando hacia mí.

     -¡Hombre Julii! Joder, ni te he reconocido.- Me dijo Pedri mientras me revolvía un poco el pelo, cosa que él sabía de sobra que yo odiaba, pero que le íbamos a hacer.

     -Claro, como ha pasado tanto tiempo. Y se puede saber, ¿cómo es que hoy has llegado temprano?- Le pregunté mientras le daba un abrazo.

     -Bueno, me he tenido que saltar el entrenamiento de fútbol por tí, para que veas. Aunque se me ha olvidado avisar a mis amigos, pero da igual.- Me respondió riéndose. -Pero ahora vamos al coche y te llevo a casa, que supongo que tendrás que descansar, ¿no?-

     -Si si, vamos, que el avión me ha dejado el cuello reventado- Le contesté mientras salíamos del aeropuerto.

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                              - Gavi -

     Hoy tuve que ir andando a entrenar, ¿por qué? Sencillo, Pedri tenía que ir a hacer algún recado o algo así, y como yo aún no puedo conducir, pues es lo que hay. Aunque, la verdad, me extraña que le hayan mandado a él a hacer un recado, ya que mínimo llega 2 horas tarde, sería mejor que hubiesen mandado a Fer, su hermano, ya que él si llegaría puntual.

     Ya había terminado el entrenamiento, fue lo de siempre, nada en especial. Nada más salir, me pareció raro ver el coche de Pedri, ya que supuestamente hoy no iba a venir, pero fuese lo que fuese, mejor para mí, así no tenía que caminar casi 15 minutos, en ese calor de un día cualquiera de mayo. Pedri me hizo un claxon como señal de que entrase al coche.

     - Pero bueno, mira por donde, ¡si es el señor de los recados misterios! - Le dije mientras le saludaba.

     - A que te vuelves a casa caminando - Me amenazó bromeando.

     - No no no, si te estaba diciendo que te había echado muchísimo en falta - Le contesté rápido riéndome.

     - Que era broma, no soy tan malo de hacerte ir caminando 15 minutos con este Sol. - Dijo mientras empezó a conducir - Ah y te aviso, ¿te apetece ir a mi casa esta tarde a echarnos unos FIFAs? - Me preguntó -

    - Claro bro, primero voy a mi casa a comer, y luego voy - Le respondí - Oye, ¿y se puede saber cuál ha sido tu recado misterioso por el cuál has faltado hoy?- Le pregunté.

     - Nada, motivos familiares - Me respondió y se alzó de hombros -

     - Sí, y yo soy Harry Potter - Le dije irónicamente.

No sabía porque no me lo había dicho, aunque no le dí importancia, no por otra cosa, si no porque ya había llegado a mi casa. Me despedí de él y entré a mi casa.
  
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Holaa, este es el primer capítulo, lamento si es un poco corto, pero aún estoy en mi época de aprendizaje JAJAJ.

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Un abracito por parte de vuestra autora en proceso, Lilia :)