𝑾𝒉𝒐
"El amor entre dioses y humanos es considerado tabú. Por mucho que quieras luchar, no se podrá. A diferencia de ti, sus corazones cambian"
Fue lo que escucho Lesgar en la primera vida de su amado, y aquello no le impidió seguir buscándolo
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Un pequeño pelirrojo observaba la gran luna que brillaba en el cielo junto a las estrellas, desde el gran sector verde que poseía su hogar. Irritado de todos sus hermanos, decidió correr hacia allí en busca de tranquilidad. Detestaba a los gemelos y sus tonterías, a veces quería irse de allí. Se sentía solo cuando todos reían (excepto su madre) de las bromas a su persona.
Seco la pequeña lágrima que escurría por su mejilla derecha para mirar mejor a la luna. Sentía cierta atracción por el satélite natural, y estaba seguro de que era improbable que se hastiara de apreciarla. Ya que de algún modo lograba transmitirle emociones que creía abrumadoras, emociones que le gustaban porque eran cálidas, pero al mismo tiempo odiaba porque lo hacía sentir ansioso. Pero ahora, ahora, en este momento, se sentía acompañado y vaya que lo apreciaba. Porque desde que tiene memoria, Percy Weasley se sintió ajeno a su familia.
—Por favor, dame un buen año
En unas semanas volvería a Hogwarts, cursaría su tercer año, y estaba ansioso de volver a ver a Oliver Wood y a Enoch Sayre, a quienes extrañaba de sobremanera (aunque jamás lo admitiría), después de todo no tuvieron oportunidad de verse en lo que iba del verano.
Este año cursaria las asignaturas optativas, y mentiria si dijese que no estaba emocionado por Adivinacion y Estudios Muggles. Y vaya que les hizo saber todo el verano a su familia. Tardes interminables junto a su padre hablando de artefactos muggles, y suponiendo sobre las decisiones tomadas por los mismos en momentos historicos
Dias despues, Lesgar, hijo de la Diosa Luna, se encontraba en la oficina del Director Dumbledore implorando por un lugar en el castillo.
—Vamos Albus, muy bien sabes que me debes un favor
—Eso fue hace veinte años
—¡Aún así! Debes cumplir tu palabra
—Aún no entiendo tus ganas de entrar en Hogwarts, jamás lo hiciste en todos los años que te conozco
Hace algunas décadas que Nicolás Flamel los había presentado. Él, junto a su esposa, eran las últimas personas (que conocía) que aún vivían desde unas de la vida de Percival
—Es que lo encontré—Comenzó emocionado, casi saltando—¡A Percival! ¿Puedes creerlo? Ni yo mismo logro hacerlo
— Lesgar, amigo—Y por la reacción del mago supo que veia improbable que lo que decia pudiese ser cierto. Hablaba con esa apaciguadora voz que de cierto modo, en este momento, la encontraba molestaba—Han pasado cientos de años ¿Como es que estas tan seguro?
—Sé que es él, puedo sentirlo.
Y aquella respuesta solo hizo que creyera menos en sus palabras
—Tendras que decir más que eso para converncerme
—Me encontraba junto a los del consejo tomando algunas desiciones para el pueblo, cuando senti su voz—dijo Lesgar recuperando la emoción—Me apresure a llegar a la habitación en donde usualmente escuchamos a las personas hablarle a la Luna. Es él Albus, después de tanto, realmente es él ¡Debiste verlo! Es fisicamente igual que en su primer vida
