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ONE SHOT
|Tu adorable gigante tiene una solución para tu estrés|
NÚMERO DE PALABRAS: 1162. ADVERTENCIAS: fingering, squirt, contenido sexual explícito, smut.
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Estabas más que exhausta, colapsando en el sofá tan pronto como entraste por la puerta dejando caer la bolsa en tu mano y aterrizabas de cara en el asiento acolchado.
El trabajo había sido frenético, más ajetreado de lo que jamás habías experimentado y estabas llegando lentamente al territorio del agotamiento.
El sueño amenazaba con apoderarse de tu cuerpo y lo habrías permitido de no haber sido por las grandes manos que te quitaron los zapatos y te despertaron sobresaltandote.
Murmuraste un gracias por el regreso de tu novio a casa, por lo general lo estarías saludando en la puerta, sabiendo que su trabajo era mucho más importante que el tuyo, sintiéndote culpable cuando alguna vez te quejaste del trabajo, pero hoy simplemente no pudiste reunir energía.
Steve supo esto en el momento en que encontró tu bolso en el suelo y te miró tirada en el sillón.
La simpatía se asentó en su rostro cuando se acercó a ti en el sofá y decidió ayudarte. Después de quitarte los zapatos, agarró tu cuerpo con cuidado, lo que te hizo jadear cuando tu novio te levantó; algo que le encantaba hacer para mostrar su súper fuerza.
—Tranquila, sólo te estoy cuidando linda. —la voz de Steve era baja y tranquilizadora.
Levantando tu cuerpo para poder sentarte en su regazo, con la espalda posicionandose contra su musculoso pecho. Su cabeza recostada sobre tu hombro y ambos brazos envueltos en ti dejándote en un cálido abrazo.
Fue una relajación instantánea; todos tus músculos se aflojaron. Un profundo suspiro salió de tus labios mientras tus ojos permanecían cerrados y tus manos se aferraban a los brazos de Steve con fuerza.
La boca de Steve se abrió, besando lenta y delicadamente a lo largo de la columna de tu cuello. —¿Mal día en el trabajo? —cuestionó suavemente.
Te reíste sobre todo para tí misma. —Se podría decir eso. Lo siento, no debería quejarme sabiendo el trabajo que tú tienes.
