The Last Contract (Horikita Suzune x T/n)

El trato con Suzune

La escuela había llegado a su fin y yo caminaba para tomar el transporte para llegar a mi casa.

Al bajar la montaña saque una manzana para comerla mientras caminaba.

El trayecto era tranquilo lo cual es bueno. Nunca me había puesto a pensar en la felicidad que sentía viviendo una vida normal como debí haber vivido.

Matar al objetivo sin importarme otra cosa aunque no puedo decir que ahora es diferente. De hecho no me costaría en lo absoluto matar a alguien si tuviera que hacerlo.

Mis compañeros quiren matar a Koro-sensei por el dinero aunque no le han enseñado el hecho de que le quitarán el derecho de vivir a alguien y será peor si no estás preparado mentalmente para ello.

Si cuando llegue el momento de asesinar a Koro-sensei ya están encariñados con el, la carga que sentirán será horrible.

No tuve ningúna emoción cuando asesinaba, pero eso fué por qué fuí preparado para eso y sobretodo para obedecer ordenes.

Al llegar a la parada de autobús me encontré con Suzune.

– Buenas noches Horikita –.

– Que desagradable coincidencia –.

Cuando te des cuenta que somos vecinos tu humor se volverá más frío si cabe la posibilidad.

– Bueno. . . Trataré no molestarte –.

– ¿Cómo sabes mi apellido? –.

– ¿Eh? –.

Me dirigió una mirada que si fuera un arma estaría muerto en estos momentos.

– Cuando Koro-sensei te presento ya había pasado lista y solo dijo mi nombre para indicarte dónde sentarte –.

– Ví la lista en el escritorio del profesor antes de salir de la escuela en mi primer día –.

– Además ví como trataste de golpear a Enterprise-sensei y esos movimientos no los hace una persona común, además la llamaste general e hiciste un saludo militar –.

Bueno eso quería que lo viera sinceramente, pero es muy buena deduciendo cosas.

– Uh veamos estuve en una academia militar dos años atrás y ahí fué cuando la conocí. Mi padre conocía a alguien que trabaja ahí así que por eso curse dos años de secundaria ahí. Ella me enseñó a pelear en caso que lo necesitara, fué lo único que me enseñó como pudiste notar en el entrenamiento de tiro de esta tarde –.

Ella pareció entender y dejó de hacer preguntas afortunadamente el autobús llegó ambos nos subimos aunque solo había un lugar libre.

Deje que ella se sentara y yo estuve de pie todo el trayecto.

Al bajar del autobús, Horikita volteó a verme.

– ¿Estás siguiendome? –.

– No. ¿Por qué lo haría? No soy ese tipo de
persona –.

Admito que me interesas, pero no para cruzar el límite de acosarte y si te digo eso lo mas probable es que termine mal para mí.

– ¿Quieres saber la verdad? –.

Su mirada fría era increíblemente hermosa para mí, aunque no era tiempo para eso.

– No te gustará la respuesta. Vivo en la casa que esta a unos cuántos metros de la tuya –.

– Espero que no sea una mentira –.

– Te aseguro que no lo es –.

Horikita continúo caminando y yo lo hice detrás de ella. Finalmente llegamos dónde estaban ubicadas nuestras casas.