MAYOR QUE YO| no me importa que usted sea mayor que yo
hoy lo quiero en mi cama..
-ampi, córtala acá, sos una pibita para mi y estoy casado
-amor prohibido murmuran por las calles..
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Las tribunas para ambos equipos argentinos estaban al tope, la gente festejaba y gritaba como loca por la victoria obtenida. La Scaloneta le habá ganado a Brasil, el equipo de Hockey a Colombia.
En el vestuario la cosa no era muy difernte, cantaban, gritaban y saltaban festejando ambas victorias, bueno las chicas, los jugadores de la selección no estaban ni enterados y la verdad poco les importaba algo más que no sea la copa, SU copa.
𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗱𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲́𝘀
El entrenador del Equipo Nacional de Hockey había estado todo el año organizando el viaje a Sicilia (Italia), sea porque ganaran o perdieran, pero por suerte fue ganar.
Las chicas eran las más emocionadas, ya habían viajado a otros países por los torneos, pero nunca habían conocido otro continente, alguna que otra si, pero la mayoría no. Ellas habían elegido ese lugar para viajar, ya que sea invierno o verano, conocer cualquier parte de Italia era emocionante.
Los chicos por su parte ya estaban por despegar en el avión, junto con sus familias viajarían a Italia a festejar la victoria con unas buenas vacaciones en la playa. No todos estuvieron de acuerdo a la hora de elegir el lugar al que irían, pero luego de un par de discusiones por parte del Kun y demás, terminaron eligiendo al azar, tocando la ciudad de Sicilia como destino para la selección.
—Me acaba de hablar un conocido mío que es entrenador del equipo de Hockey femenino Argentino— habla Scaloni para el grupo—, me cuenta que ellos también estan viajando al mismo lugar y si no nos molesta organizar un cena por la victoria de ambos equipos— pregunta.
Todos se miran entre sí, solo algunos que se interesaban por el deporte sabían de la victoria femina, pero ninguno sabían que ambos entrenadores se conocían. Todos miraron al capitan, nadie tenía problema en ir, pero la opinión de Leo era importante para todos.
—Por mi no hay ningún drama eh— habló levantando los brazos , ¿vos qué opinas Anto?— ella se encogió de hombros asintiendo. Llevaba a Ciro en brazos dormido mientras que en los asientos traseros iban Thiago y Mateo mirando una peli, pero más dormidos que despiertos.
Las horas para llegar se les hicieron eternas, por la emoción no podían dormir y no hacían nada más que mirar por la ventanilla y preguntar a las azafatas cuanto faltaba para llegar a destino. Amparo iba sentada junto a Vera, su compañera de equipo y gran amiga desde pequeñas.
—¡La puta madre! Ampi mira— grita en su oido haciendola despertar.
—¿Que mierda te pasa tarada?— somnolienta la putea.
