¡𝐺𝑜 𝐹𝑜𝑟 𝐼𝑡, 𝑇𝑜𝑚𝑖𝑜𝑘𝑎!

¡𝐹𝑒𝑙𝑖𝑧 𝐶𝑢𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎𝑛̃𝑜𝑠, 𝑅𝑒𝑛𝑔𝑜𝑘𝑢 𝑠𝑒𝑛𝑠𝑒𝑖!

Había pasado un mes y tres semanas después de ese día, Kyojurō ya se había adaptado a la Academia, las salidas con Giyū se habían vuelto más divertidas desde la primera, iban al arcade o iban a los juegos mecánicos, nunca creyeron que personas tan opuestas como ellos serían buenos amigos, pero algo en el corazón de ambos estaba floreciendo, un amor más allá de la amistad, pero ninguno se daba cuenta

—oye, Rengoku —Habló Uzui, observando al rubio quien comía su almuerzo junto a la maestra Kanae —¿Donde está Giyū?

—Con sus estudiantes, están haciendo un ejercicio de campo en el jardín

—¿y por qué no lo acompañaste?

—Dijo que no era necesidad y me dió su almuerzo —Kyojurō llevaba esa sonrisa distinta a las otras, algo que sólo Tomioka lo notaba —Pero ya pasó una hora así que voy a ir verlo —Rengoku salió ganándose la mirada curiosa de los demás maestros

El rubio se estaba dirigiendo al jardín hasta que uno de los estudiantes se acercó a él asustado

—¡Rengoku Sensei! Venga por favor, el maestro Giyū esta herido! —Kyojurō no pudo ni reaccionar cuando fue llevado al jardín

Allí estaba Tomioka sentando en el pasto mientras colocaba vendas a una herida en su rodilla, hasta que se encontró con la mirada del ojos bicolor

—¡Rengoku Sensei! El maestro Giyū sigue sangrando! —Kyojurō veía al menor muy relajado como para ser grave, y cuando menos se dió cuenta, fue empujado hacía Tomioka, no le quedó más elección que limpiar con cuidado la herida de Giyū, retirando la venda que puso este mismo, podía sentir lo incómodo que estaba por lo que habló

—Yo me ocuparé de esto.. ¡Ustedes vayan a comer! —Todos obedecieron y se fueron, tan pronto esto, Tomioka suspiro aliviado

—Es algo exagerado, solo resbale, no es nada

—Esta bien, solo estaban preocupados, Giyū —Habló Kyojurō con una sonrisa, tan pronto término, ambos se levantaron

—Gracias, supongo. —Tomioka se cruzó de brazos, se sentía raro al ser la primera vez que sus alumnos se preocupaban por él, el rubio río, las mejillas de Tomioka estaban un poco hinchadas mientras fruncia el seño

—Tranquilo, ¿vamos con los demás maestros?

—Lo lamentó, quiero ir contigo pero tengo que calificar unos exámenes.. De verdad perdóname Kyojurō.. —Rengoku negó con la cabeza

—Esta bien, estás ocupado, no hay problema —Antes de irse, Tomioka lo abrazó y se fue finalmente, el rubio se quedó con esa sonrisa tenue

Hace unos días Giyū a estado algo distante, pero no podía quejarse, el siempre estaba ocupado y él también tenía cosas que hacer, suspiro y se fue a su Oficina, podría deprimirse cuanto quiera allí