hide & seek Ꮺ hyunmin

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Enérgicamente marco el paso por el camino y finalmente llego a mi bloque. Desde lejos, veo una débil figura de pie en el ascensor del vestíbulo. Incluso desde aquí, puedo reconocer la figura encorvada de Hyunjin, él simplemente está mirando hacia el suelo y frotándose la nariz.

—¡Hyunjin!— me acerco a él mientras levanta la cabeza. La sonrisa reconfortante que florece sobre sus mejillas tiene mi corazón golpeando un poco más fuerte. Todavía está vestido con su uniforme escolar, con su mochila colgando sobre un hombro; no fue a casa primero y esperó por mí afuera... —Lo siento, debes haber esperado mucho tiempo— trato de agarrar la bolsa de plástico que está sosteniendo, pero me esquiva hábilmente, todavía sonriéndome.

—Está bien. No lo hice— asegura, fijando sus ojos en mí por un largo tiempo, sin un indicio de palabras en sus labios.

Está perdido en sus pensamientos de nuevo. Estallo en una risa suave y lo evito, presionando el botón del ascensor. Intento una vez más quitarle la bolsa con comida, pero se balancea a mí alrededor, riéndose. Chan tenía razón, Hyunjin es realmente rápido y ágil.

Estoy feliz. Pensé que no iba a llegar a verlo hoy.

—Lo siento. Espero no haberte molestado— dice en voz baja con tono áspero, mirándome con los ojos entrecerrados.

—No lo hiciste— le agarro suavemente la muñeca y lo llevo al ascensor, observando la brillante sonrisa que resplandece en su rostro.

No me puedo imaginar el mundo sin una sonrisa como esta. Estoy muy contento de que Hyunjin sea más feliz.

—Gracias por conseguir la cena. ¿Cuánto te costó?— pregunto. El ascensor llega a mi piso y se encoge de hombros con timidez.

—Lo olvidé.

—Sí, como no— digo con un bufido, empujándolo ligeramente. —Mañana voy a ir al Coffee Cojjee para averiguarlo.

Al desbloquear la puerta, me saco los zapatos y empujo la puerta, abriéndola para él. Justo cuando entra, noto que el desorden que había hecho esta mañana aún está por el suelo. Grito y apresuradamente tapo sus ojos, sintiendo sus pestañas rozar la palma de mi mano.

Oh Dios, esto es tan vergonzoso... ¡Dejé mi ropa sucia aquí! Esta mañana, necesitaba parar en la panadería y conseguir algunos bocadillos adicionales para Minho y por culpa de mi mala suerte no podía encontrar mi billetera. Terminé destrozando la casa solo para encontrarla justo en el fondo de mi mochila desordenada.

—¿Seungmin?— Hyunjin dice confundido.

Me estremezco, mirando mi ropa interior tendida en una esquina. Incluso si ambos somos chicos, ¡no puedo dejar que vea eso!

—Hyunjin, ¿puedes-puedes cubrirte los ojos un rato? Sólo por unos minutos— murmuro tímidamente.

Una sonrisa tranquila emana de sus labios y tararea, colocando su mano sobre la mía. Deslizo mis manos, perdiendo una fracción de segundo sólo para pensar en cómo su mano es realmente más grande que la mía y me apresuro a recoger mi ropa. La tiro en el cesto y recojo los pantalones que había desechado, me apresuro a ordenar el lugar en un minuto, corriendo hacia él.

Todavía está de pie junto a la puerta, obediente, con la mano sobre los ojos. Ahogo una risa, echando un vistazo a su nariz y a sus labios gruesos durante un breve momento, antes de guiar su palma fuera de sus ojos.

—Puedes mirar ahora. Lo siento— digo con timidez. Él se ríe una vez más y le doy un golpecito en el hombro. —Dejar de reír. Elegiste un mal momento para venir.

—¿Estás seguro de que no siempre eres tan desordenado?— se burla.

—¡No lo soy! Estaba en un apuro esta mañana— protesto, tomando la bolsa y caminando hacia la mesa del comedor. —¿Y qué hay de ti? Tus cosas estaban en el suelo cuando fui a tu casa la última vez—
se acerca a mí con una sonrisa soñadora, con los ojos vidriosos como siempre.