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Oikawa point of view:
La luz de los faroles acompañada de la luz de la luna son la única iluminación presente. Sentado en la acera con los pies puestos en la calle, y mi mente solo puede pensar en cuanto quiero besarla otra vez. Deseo que ha rondado por mi mente los últimos días.
Pero finalmente ahí está; camina hasta sentarse junto a mí en la acera y me sonríe.
—Pensé que venir aquí otra vez ya estaba siendo una pérdida de tiempo. — es lo primero que sale de mis labios una vez que ella está junto a mi. —Cinco noches sin verte. Ya estaba comenzando a creer que fuiste solo una imaginación de mi mente.
Cinco noches en las que he estado viniendo a este mismo lugar para ver si la la encontraba aquí.
—Pensé que podíai vivir sin mí.
Ella ríe y yo ya siento como la noche es mejor al escuchar su risa. Que bonita risa. Mi mente no logra comprender que es lo que Olivia tiene que la hace tan atrayente; solo sé que desde que la vi hace cinco noche quise conocerla, no estaba totalmente seguro de que la volvería a ver, pero estoy feliz de estar junto a ella una vez más.
—Supongo que eres difícil de olvidar. — digo con tono bromista, aunque sin decir una mentira.
—Bah, me saliste romántico. — una sonrisa ladina aparece en sus labios.
—Ya ves lo que causás en mí.
Muerde su labio ligeramente antes de volver a soltar un risa. Mis ojos dan una rápida mirada a sus labios. Tengo que admitir que sí quiero besarla otra vez.
—Tenía que cuidar a mi hermano, a veces le da por querer tiempo de hermanos y todo eso. — justifica, haciendo que mi mirada se aparte de sus labios y vuelva a sus ojos. —Por eso no vine. Aunque tampoco pensé que vendrías.
Oh, sí que vine. Durante estas cinco noches. Con mucha mucha esperanza de volver a verla, pero no le menciono eso.
No puedo apartar mi vista de ella, a la siguiente noche después de conocerla no la vi aquí, así que pensé que simplemente era un sueño o una ilusión de mi propia ansiedad, pero aquí estaba ahora y yo ya no puedo apartar mi vista de ella.
—¿Tienes un hermano? — ella asiente.
—Ocho años, le gusta el Volleyball. Por él te vi en televisión el otro día. — siento como mi corazón se acelera. —Es bueno saber que sí fue un beso de suerte.
—Qué te puedo decir. — me encojo de hombros. —Realmente no esperé que lo vieras, pero me alegro de que lo hayas hecho.
Lo había dicho sin pensar mucho y de verdad no me esperaba que ella lo viera. Solo existía una baja probabilidad de que así fuera y vaya suerte la mía en estos momentos.
—Debo confesar que me sorprendió un poco cuando te vi.
