Narras tu: Llegué a la casa de Baji y la puerta estaba abierta, la música estaba muy alta y todo el mundo bailaba alcoholizados, comencé a buscar a Baji y lo encontré hablando con unos amigos. -Chico ella es (Tn), mi novia.- Me presentó Baji. -Mucho gusto, yo soy Takemichi.- Dijo uno de ellos. -Ellos son Chifuyu y Kazutora.- Me presentó a los otros 2 chicos que me miraban embobados. -Los chicos y yo nos conocemos desde hace tiempo. -Mucho gusto, oye Baji, tenemos que ir a hacer esa cosa. -Tienes razón, adiós chicos.- Nos despedimos de los chicos y fuimos a buscar a Mikey y a Senju, los encontramos bailando muy pegados en medio de la pista. -Agh no puedo creerlo.- Dije enfandada. -Mira nos están mirando, ¿Estas lista? -Si- Coloqué mis manos alrededor de su cuello y lo besé. Todo a nuestro alrededor pareció desaparecer, nuestras lenguas jugaban y sus manos se colocaron en mi cintura, nos separamos por la falta de aire y juntamos nuestras frentes.
-Wow- Dijo Baji mirándome a los ojos, sonreí al ver sus hermosos ojos color café claro. Volvimos a la realidad y volteamos para ver a Mikey y a su novia quienes nos miraban con odio. -Funcionó- Le susurré a Baji en el oído.
El resto de la noche fue básicamente beso, tras beso, tras beso con con Baji, es extraño cuando me besa es como si el resto del mundo desapareciera, como si solo estuviéramos nosotros dos, eso no me pasaba cuando besaba a Mikey. También bebimos un montón de cerveza y ambos terminamos borrachos. -Sabes que los volvería locos.- Me susurró Baji refiriéndose a Mikey y a Senju. -¿Que? -Si tu y yo subimos las escaleras.- Dijo moviendo las cejas. Era una excelente idea, nada los pondría más celosos que pensar que Baji y yo tuvimos sexo. -Hagámoslo- Dije decidida, nos percatamos de que estuvieran mirando y comencé a besarlo apasionadamente, coloqué mis piernas al rededor de su cintura y subimos las escaleras sin separar el beso.
Al llegar arriba no nos separamos, al contrario entramos a su habitación y me recostó sobre la cama. Bajó sus labios a mi cuello y pequeños gemidos se escapaban de mi boca, nos deshicimos de la ropa, que ya estorbaba hace rato, y ambos quedamos en ropa interior. Me giró para quedar encima de él y comenzó a masajear mis pechos por arriba de mi sostén, movía mis caderas en movimientos circulares provocando que Baji gimiera en placer.
-Ya no aguanto.- Dijo agitado y me volvió a girar para quedar arriba mío, se deshizo de las prendas que me quedaban y yo hice lo mismo con sus bóxers. Se colocó un preservativo y comenzó a penetrarme con movimientos rápidos.
-Ay, Baji... - Gemí por el inmenso placer que me provocaba.
Movió sus manos a mis caderas y las sujeto para que así sintiera más cada penetración. Me excita tanto su mirada llena de deseo y que saca pícaramente la lengua mientras me hace suya. Luego de varios minutos ambos llegamos al orgasmo y nos quedamos dormidos acurrucados.
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