SeungCheol recibe una visita inesperada en navidad, durante una próxima tormenta de nieve, JiHoon, su exesposo, le pide quedarse en su casa hasta que pase la tormenta para poder ir a casa de sus padres.
Las temas de los que nunca hablaron durante s...
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SeungCheol despertó esa mañana tiritando de frío, intentando, sin éxito alguno, buscar calidez en las numerosas cobijas que lo cubrían. Se quejó pensando en que había cerrado la ventana, lo menciono en voz alta varias veces, recordándoselo a si mismo, para no olvidarlo y tenerlo presente.
Luego de quejarse unos segundos más, se dignó a abrir los ojos y descubrió la razón del ambiente gélido en su habitación; había dejado su ventana abierta.
Aún tenía ese mal hábito, era su salvación cada verano, pero, ciertamente, le costaría la vida si la ventana se mantenía abierta con la tormenta que se avecinaba.
Muy a su pesar se levantó de su cama, sus pies cubiertos de medias, más sus pantuflas de conejo, apenas sintieron el frío, caminó a paso rápido y cerró la ventana, quejándose al tocar las cortinas; estaban congeladas.
SeungCheol ya no podía regresar a dormir, era de las personas que, sin importar la hora, una vez abría los ojos, era imposible para el dormir de nuevo, por lo que se dirigió a la cocina, dispuesto a preparar un desayuno caliente y nada apto para su dieta y encender la chimenea.
Era veintisiete de diciembre, estaba de vacaciones no solo por los días festivos, si no porque era imposible que los autos pudieran seguir un trayecto completo con las calles atesadas de nieve. Ese día frío y ventoso, con la tormenta a horas de llegar, que les quitaba la oportunidad a las personas de salir para poder apreciar el paisaje gélido, níveo, volviéndose aburrido, un poco solitario solitario para muchos, ese era un día usual en la vida de SeungCheol que vivía solo, alejado de su ciudad natal, de su familia y divorciado desde hace tres años.
Su matrimonio había llegado a su fin porque, como suelen decir muchos para no aceptar que la convivencia se volvió forzosa y en lugar de hablarlo decidieron ser mezquinos con los sentimientos de su pareja, "se les termino el amor". Claramente aquello era falso, porque SeungCheol seguía amando a JiHoon.
Las cosas entre ellos empezaron a complicarse por la falta de convivencia e irónicamente, viviendo en la misma casa, apenas se veían unas cuatro horas al día, repartidas entre las mañanas y las noches, durante los desayunos y cenas, que pasaron de ser conversaciones amenas a apenas dedicarse un "Buenos días" o "Buenas noches".
En un momento determinado empezaron a discutir frecuentemente, con demasiado estrés como para que fuera posible mantenerlo dentro, sus días libres pasaron de estar durmiendo todo el día, despertando a ratos solo para abrazar al otro y volver a dormir, o adelantando trabajo, conversando cada tanto o ayudándose mutuamente, a gritos e insultos cada que se cruzaban accidentalmente en alguna parte de la casa.
JiHoon era una persona muy ordenada, SeungCheol era distraído por lo que olvidaba constantemente que debía recoger u ordenar las cosas, antes de que su relación se convirtiera en un volcán en constante erupción solo bastaba con que JiHoon mencionara su nombre para que SeungCheol recordara que debía ordenar algo, luego pasó a JiHoon limpiando las cosas por él, de mala gana, llenándolo de insultos.
