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Los siguientes días fueron más normales para el rizado. Sin visitas a la casa de Lottie, y sin charlas incómodas con suegras falsas.

En ese momento se estaba preparando para ir a comprar unas cosas a la tienda que su madre le había pedido.

"Harry, amor, te deje sobre la encimera una lista de cosas que necesito", con voz dulce dijo Anne.

"Okey, ma. En un rato vuelvo", dijo para coger la lista y dinero que su madre le había dado.

En el camino, se puso sus auriculares, para escuchar musica. Iba moviendo los pies, golpeandolos con la acera, siguiendo el ritmo de la canción.

Al entrar a la tienda de comida, fue directamente a la zona de pastas. Estaba muy metido en sus pensamientos buscando la pasta de brócoli que decía la lista, cuando sintió una mano tirar de él hacia atrás por su hombro.

"¡Harry, eres tú!", se encontró con la madre de Lottie, sonriendo hacía él. "¿Que haces aquí?"

Estudiando, quiso responder Harry con sarcasmo. Pero debía mantener los modales. "Hola, señora", devolviendo la sonrisa. "Estaba comprando unas cosas que me pidió mí madre", completó.

"Claro, que preguntas tontas las mías", rió. "No te hemos visto por la casa estos días, pero Lottie va a la tuya todo el tiempo."

¿Por qué la vida se empeñaba en hacerlo mentir? ¿Qué no había sido suficiente cagarla la vez que se conocieron? "Sí, yo... No tengo tanto tiempo libre", elevó su mano para rascarse la nuca. "Estudio demasiado. Ella viene a hacerme compañía."

"Bueno, estaba pensado que podrías venir a cenar, hoy en la noche si quieres." Jay se detuvo, y pareció pensarlo mejor por un momento. "Oh, recordé que hoy tenemos un partido de Louis."

El rizado levantó la vista interesado por la mención del ojiazul.

"No sé si te agrada el fútbol, pero podrías venir a verlo con nosotros. Y luego, vamos a cenar a alguna parte." Espero unos segundos, y al no recibir una respuesta, agregó "Solo si quieres, no es una obligación, por supuesto."

"Me encanta el fútbol." Harry odiaba el fútbol, pero ver a Louis en uniforme era una oferta bastante tentadora. "Amaría ir con ustedes."

"¡Estupendo! Luego arregla con Lottie los detalles." La mujer se acercó a Harry para darle un abrazo. "Nos vemos en la noche, querido."

"Seguro." Harry sonrió y se despidió con la mano.

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Al llegar a su casa dejó las compras en la cocina y se apresuró a subir a su habitación.

Cogió su celular y llamó a su amiga.

Luego de que sonara tres veces, atendió. "¿Harry?" preguntó con confusión. Si bien se saludaban en la escuela, habían marcado ciertos días de la semana para llamar, y de esa forma mantener a sus familias contentas. Si llamaba en otro momento significaba problemas. "¿Que sucedió?"

"Puede que, accidentalmente, accediera salir con tu familia hoy en la noche." Él sabía muy bien que accedió con un propósito en especial, no accidentalmente.

"¿Hoy? Hay un partido." La rubia sabía que él no disfrutaba mucho de los deportes.

"Sí, tu madre me invitó a ver el partido con ustedes, y luego a cenar todos juntos."

Se escuchó un pitido largo a través del teléfono, debido al silencio producido al otro lado de la línea. "Okey, ¿por qué no dijiste que tenías algo que hacer? Una excusa, Harry."

"No lo sé, entré en pánico", alzando la voz debido a los nervios. "Ahora no puedo cancelar. No quiero quedar mal, como un desconsiderado frente a toda tu familia."

Into you - < l.s >Donde viven las historias. Descúbrelo ahora