|CAPÍTULO 15|

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-Verás, Lea, no puedo - fingí tos ante el espejo 

-No, vamos, algo que sirva- suspiré jalándome el cabello 

-Verás Lea, no puedo porque viaja...

-Tim- tocó la puerta.

Mierda, mierda, mierda. Suspiré. Tenía que pasar el día con Evan. Abrí la puerta, encontrándome con una Lea Smith brillante y con un vestido amarillo de flores y una hermosa sonrisa en su rostro.

- Cariño, espero que Timmy no logre pervertirte- rió, y él le regaló una sonrisa.

-Te veré luego, preciosa- beso sus labios por un largo rato, haciendo que el estómago se me revolviera y quisiese vomitarle encima. Pero solo a él.

-Bien, Tim, diviértanse- besó mi mejilla y me sentí como un niño pequeño. Cerré la puerta cuando ella se fue.

-Entonces, Evan ¿cierto?-Él asintió

-¿Desde cuándo conoces a Lea?- se sentó en un mueble.

-Desde hace diez años- caminé a la pequeña cocina 

-¿Quieres algo de beber?-

-No, gracias- maldita sea, su voz era chillona que preferiría acuchillarme los oídos antes de seguir escuchándolo. Joder, Lea, realmente me gustas.

-Es... realmente la conoces ¿no?

-Somos mejores amigos- tomé mi termo de agua y lo deposite en la maleta

-Lamento si he interferido en tus planes, Lea dice que eres bueno en lo que a diversión concierne

-Bueno, creo que sí, al menos nunca me aburro- rió un poco 

-Dime, Evan ¿Sabes jugar futbol?- lo miro, tirándole la pelota agresivamente, sin embargo él logra agarrarla.

-¡Sí!- su emoción es notoria 

-Es mi deporte favorito- sonríe.

-Tenemos algo en común. El Futbol

Y el amor por Lea. pensé.

No estaba en la oración, pero era obvio. Excepto para Evan. Unos minutos después, le presté ropa para que pudiese entrar al juego con nosotros, le envié a Harrison un mensaje para que incluyera a alguien más, sin embargo me respondió diciendo que él estaba fuera del juego, pero nos iría a apoyar.

-Entonces ¿Qué hacen después de jugar?

-Solemos ir a comer, luego ver juegos y beber

 -¿No se cansan?- Negué mientras aparcaba en la acera.

-Es como un fin de semana de chicos, no importa lo buena que este tu novia, tienes que pasar un rato con los chicos

-Nunca he tenido amigos, espero considerarte como uno-Mierda. Bajamos y buscamos a los chicos, Evan no paraba de jugar con el balón, y yo no paraba de sentirme un poco culpable.

-Chicos, él es Evan- Lo presenté a todos, Chis mordía su labio, tratando de no reírse.

-Bien- dijo Sam -Tu con Evan y yo con Chis

-¿Sabes jugar, Peters?- Pregunta Chis, y Este asiente 

-Yo igual- alza ambas cejas 

-Soy Chis- tiende su mano, y luego de unos segundo, ambos estaban en otra parte hablando, Evan no paraba de reír de lo que Chis decía.

-No parece mala persona- susurra Sam -Pero aun así toda persona tiene una debilidad- Asiento

-Iremos a tomar hoy

-Estoy contigo- Harrison sonríe -No he tenido una buena semana

-Podemos contratar a alguien para que lo inves...

-No, no quiero jugar tan sucio. Él debe caer

-¿Y cómo lo harás?- el ceño del moreno se frunce

-Usando todo lo que se de Lea

-Pero no sabes nada de Lea

-Maldita sea, cállate Sam- lo fulmino con la mirada 

-Aun me quedan unas semanas

-¿Y si no logras que Lea cancele su boda?

-Entonces, todo se acabará

*******

Evan resultó ser mejor jugador de lo que pensaba que era, era mejor que yo en todo, quizás por eso tenía a la chica, había entrado en confianza con mis mejores amigos rápidamente, contaban chistes, y hablaban sobre chicas. Me sentía un poco traicionado, y de nuevo la sensación de hambre-que-no-era-hambre regresó a mí.

Entramos al bar, nos sentamos en una de las mesas y comenzamos a pedir comida.

-Entonces... ¿se casarán aquí?- Pregunta Chis antes de tomar un trago de cerveza.

-Estábamos pensando en ir a Irlanda, mi familia es de allá y el viaje es todo pagado. Ustedes claramente están invitados

-Todos se miraron y asintieron.

-Tengo el traje listo- comentó Chis 

-Espero encontrar a una linda chica allá

-Porque ya se acostó con todas las de acá- rió Sam, ganándose un golpe de Harrison en el hombro.

-¿Y conoces bien a Lea?- Lo miro, esperando su respuesta

-Puedes hacerme las preguntas que quieras- su seguridad es lo que me hace querer golpearlo.

-¿Flores favoritas?

-Gerberas

-¿Color favorito?

-Rosa, aunque últimamente ha estado un poco más obsesionada por el color salmón -Asiento

-¿Comida favorita?

-Espagueti, ama la comida Italiana

-Vale, esto será más difícil. Pero no imposible.

*******

Llevé a Evan al departamento de Lea casi cargando, había tomado más de la cuenta y no podía si quiera decir una oración bien formulada, di gracias por ser la primera vez que no tomaba tanto.

-Amooorr- rió, y lo callé, sin embargo volvió a gritar el nombre de la chica. Cuando llegamos a su puerta se puso a tocarla como si su vida dependiera de ello. Segundos más tarde, una Lea completamente adormilada abrió la puerta, haciendo que Evan  se tambaleara. Ambos lo detuvimos.

-¿Estas...?

-Completamente enamorado- rió abrazándola.

Las cejas de la chica se juntaron, y me miró.

-¿Podrías ayudarme a dejarlo en la cama?- Asentí, tomando el brazo de el chico de nuevo para ayudarlo a que se acostara.

-¿Podríamos hablar?-Volví a asentir.

-Lea...- comencé.

-No- su voz era firme

-Sabes cuánto odio que una persona tome demasiado

-Lea...- susurré

-No, desde que mi tío...- mordió su labio, tratando de aguantarse las lágrimas

-Lea, lo siento, no era mi intención, yo...

-Olvídate de ser mi dama de honor, Chalamet

QUIERO ROBARME A LA NOVIA/ TIMOTHÉE CHALAMETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora