|CAPITULO 19|

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Sin embargo fue un beso corto. Lea se iba a casar y por más que quisiera, si iba a besarme, debería serlo porque lo siento en realidad, no porque estuviese ebria.

Cayó dormida después de que le diera un poco de agua, la dejé descansar en mi cama y yo dormí en el sofá. Incluso me levanté temprano, para hacerle el desayuno.

Hasta que el sonido de la puerta interrumpió, no quería que Lea se despertara a causa del ruido, así que fui a atender los más rápido posible.

-Te amo, Timothée- Elle se abalanzó a besarme 

-llévame a tu cama y olvida tus estúpidas reglas- la alejé cuando comenzaba a quitarse la blusa 

-¿Has optado por lo rudo?- alzó ambas cejas 

-me gusta- me tiró al sofá, sentándose arriba de mi

-Elle, alto...espera.... No- traté de ponerla a lado de mí, sin embargo se enganchó en mi cuello, para no separarse 

-tienes que calmarte

-Tu sabes como calmarme- apartaba mi cara de sus besos, pero ella la jalaba para besar. Nunca le correspondí.

-Timmy, yo...- la voz de Lea hizo que Elle voltease a ver y pudiera apartarla de mi cuando me paré. Nos miró a ambos

-Los dejaré solos- volvió a mi habitación y miré a Lea

-Tienes que irte- Su ceño se frunció

-¿Que tiene ella qué no tenga yo?

-Absolutamente todo lo que quiero- me voltee, debía seguir a Lea 

-Cierra bien antes de salir- entré al cuarto y la vi sentada en la cama con la cabeza abajo, escuche el portazo de la puerta, y sinceramente no me importaba si Elle estaba ahí o no

-Lea - carraspee para que ella volteara a verme, sin embargo no fue así 

-Lea, lo que viste no...

-No tienes que darme explicaciones, Timothée- me vio. 

-Solo somos conocidos

-Lea, no puede...

-Rompiste nuestra amistad, ayer lo dejemos en claro

-¿Eso es todo?- trata de no perder la cordura, Timothée. 

-Lea, quiero recuper...

-Nunca me dijiste que te gustaba ¿por qué?- negué, si lo hubiese sabido antes, todo sería más fácil 

-A veces, no podemos recuperar lo que ya está perdido, aunque lo intentemos- asentí 

-Aun así quiero que seas mi dama de honor, al menos por hoy, por favor. Nadie me conoce como tú me conoces

-Lea...

-Por favor, Tim

Lea nunca aceptaba un no por respuesta cuando se lo proponía. Aunque quisiera decir que la tarde fue normal, no lo fue, ella evitaba hablar sobre el beso, sobre nosotros y casi siempre media su distancia conmigo.

Lea Smith ama estar cerca de las personas.

Pasé un aparato para que las personas supieran que comprar para Lea en una vajilla del color favorito de ella, una en un oso de peluche (ama los peluches) y en una que otra ropa interior.

-Tim, ven-gritó, y corrí hacia ella. Miraba un cuadro de bailarina. Pase el aparato.

-Nadie lo comprará- susurró

-Tengo que irme

-Lea, espera- tome su brazo 

-Necesito hablar contigo

-No tenemos nada de qué hablar, Timothée- sonrió forzada

-Ni siquiera me dices Timmy- susurré

-No es cierto- negó.

-Lea...

-Tengo que irme

**********

No vi a Lea por casi una semana, así que decidí ir o mejor dicho sacar a Elysia de Sam para poder hablar, Sam me golpeo

-Aun no puedo creer que te haya golpeado- rió la castaña 

-Es todo un amor- suspiró

-Venimos a hablar de Lea, por favor

-¿Hace cuánto no la ves?

-Una semana- había interrumpido mi fin de semana de chicos para esto.

-Casi una semana- Elysia asiente

-Yo propuse organizarle una despedida de soltera

-¿Estas proponiéndome que me disfrace de policía y baile sensualmente para atraerla?

-Timothée Chalamet, no podrías ser sensual aunque lo intentaras

Luego de ayudar a Ely con la planificación de la despedida, decidí ir con mi padre. Quizás en unos años, llegaría a tener 9 bodas justo como él, o más.

-Realmente pensé que nunca vendrías a visitarme- dice en cuanto abre la puerta y me ve 

-pasa, hijo- hice lo que dijo.

El departamento de papá es demasiado lujo como para un hombre de su edad. La vista a la ciudad es magnífica, y tanto su piso como su escalera es de madera, al igual que sus muebles. Y por unos segundos la idea de ser como él se cruza por mi mente.

-¿Dónde está Lea, hijo?- me tiende un vaso de whisky y me siento.

-Posiblemente en su departamento con su prometido- bebo un sorbo, y el líquido raspa mi garganta.

-Bueno, si ella piensa en divorciarse y quiere a alguien mayor, dale mi número- rió y yo le regale una sonrisa sarcástica, sin embargo dudaba que fuese una broma, se sentó en frente de mí. 

-¿Por qué estás aquí realmente?-

-Solo... quería verte- terminé mi trago y puse el vaso en la mesa que estaba en medio de padre y de mi. Él negó, sabía en que no era así. Solo había sido instinto ir a verlo, supongo.

-Sé que es por Lea - dejó su vaso vacío en la mesa 

-Siempre que peleaban, ibas corriendo a hablar conmigo- sonríe 

-¿Por qué pelearon ahora?-

-Ella llegó a mi departamento borracha y...- suspiré 

-la bese, no me arrepiento, pero ya he arruinado la amistad con ella, y uno error más no hacía daño

-No le veo lo malo

-Va a casarse

-Una aventura antes de la boda, está bien-Niego, quizás es una mala idea hablar con él

-La prima de Lea me besó ese día en la mañana, y ella nos vio

-Ahora entiendo- sonríe 

-Realmente, para ser un hombre de muchas mujeres, no sabes nada de ellas. Las mujeres son muy contra dicientes, un día te quieren y al otro te odian, pero eso nos hace amarlas con locura. No creo que tu relación con ella se pierda de un momento para el otro, quizás solo esta confundida

-No lo creo

-Cuando me enamoré de la mujer de mi vida, era de un carácter exactamente igual al de Lea. Que me digas que se va a casar con alguien que no eres tú, no lo puedo procesar

-¿Quién era la mujer de tu vida?-Sonrío con orgullo

-Tu madre, Tim- suspira, no pronuncio palabra alguna porque se que el continuará hablando, y así lo hace: 

-Los Chalamet estamos hechos de honor. Cuando encontramos a la persona indicada, nunca le somos infieles e hijo, sé que desde que te diste cuenta no has estado con nadie más y has luchado por ganártela

Esa noche salí sabiendo dos cosas: la primera, que dejaría de enamorarla en el momento en que ella sea la señora Peters y dos, que mi padre se iba a divorciar otra vez.

QUIERO ROBARME A LA NOVIA/ TIMOTHÉE CHALAMETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora