La guerra mágica ancestral dejó varias heridas en Harold Potter o mejor conocido Harry Potter.
Cuidado y criado por Dahlia Romanov (Unión Soviética) y los Hetalia desde que era un pequeño luego del ataque de Voldemort el 31 de octubre. Por tal motiv...
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Todos estaban shockeados por aquella escena tan grotesca y gore del ataque de los Hetalia de segunda generación hacía aquellos chicos, aunque ellos en realidad tenían sus propias razones.
— ¿No importa si yo sigo leyendo? — pregunta Stefanya.
— No hay problema, puedes seguir leyendo — asegura Alexis.
La soviética asintió y decidio continuar leyendo. — Capítulo 22: Quezacoalt y Temictle.
Todos se quedaron impresionados y sorprendidos por aquel título, sospechaba que iba a haber más gore.
Harold miraba como Alix, Scorpius, Javier, Iryna, Jacques, Fernando y Thalía aparecían todos manchados de sangre además de pequeñas gotas de radiación caía a la alfombra.
— ¿Hicieron una matanza no? — pregunta Percy confundido.
— Si, tremenda matanza asegurada además que a ese Edward lo mandaron a San Mungo ya que no le pueden tratar aquí después de arrancarle el corazón — asegura Alix limpiando la sangre de su boca.
— Ese día, casi Anahi se consiga encima de Samael por eso — se burla Theo.
— Es horrible — murmura Draco que esa vez casi se vomito encima de Hermione.
En la enfermería...
— ¡Ellie!
Era Molly Weasley, que estaba llorando delante de la chimenea, se puso de pie de un plato seguida de su marido y se abalanzaron, mientras se aferraban a su hija, Victoria Kirkland se acercaba donde estaban sus bebés.
—Maev, mis bebés, gracias a Morrigan que están bien.
El profesor Dumbledore estaba en la chimenea sonriendo junto a una McGonagall sería, el profesor Prince buscaba heridas en su cuerpo. Sin apenas darse, cuenta, unas botas negras y una chaqueta rojo vino ingreso y estudio el lugar hasta que esos ojos azules se posaron en Harry.
—Гарольд Джеймс Поттер, как ты смеешь нести такую чепуху! (¡Harold James Potter!, ¿Cómo te atreves a hacer estás tonterías?)—fue un rugido en un fluido ruso—. Pudieron haber muerto, no pensaron en las jodidas consecuencias.
Los ojos azules de Dahlia brillaban de manera brutal hasta que la voz de Weasley resonó en sus oídos.
—¡Harry la salvó!, ¡Es un héroe!, Debe estar en Gryffindor como su madre.
—Pinche vieja castrosa—asegura Alexia Blair.
—No se cansa—dice Abigail.
—Es la verdad, ese niño es un digno legado de Annabeth—expresa Molly, segura de sus palabras.
