Nueva Familia ~ Nonizen

Capítulo Único

El sol que se colaba entre las cortinas, caía sobre las sábanas que le cubrían, agregándole un ambiente calentito a la habitación.

Apenas empezaba la mañana pero podía sentir los labios del rubio repartir fugaces y pequeños besos en su espalda y hombro, esbozó una sonrisa tímida, habían dormido juntos antes muchas veces pero aquella noche no había sido como las anteriores, si no, mucho más especial y no podía iniciar el día de una mejor forma.

Una pequeña risa se escapó de entre sus labios, quien diría que el amargado jefe de "Empéñame está" sería tan cariñoso y delicado.

-Estas despierto ¿Eh, perro?- Dejo otro beso entre su hombro y cuello, justo donde una de sus manchitas decoraba si piel, escondiendo su rostro allí, afirmando el agarre que mantenía en su cintura con su brazo, pegándole más a su cuerpo.

-Buenos días para ti también.-Poso su mano sobre la contraria, acariciando con el pulgar su extensión unos cortos segundos.-Tengo que darme una ducha, Tani.- Aunque quisiera quedarse más en la cama junto a su pareja, sentía aún el cuerpo pegajoso y poder pasar tiempo juntos en condiciones.

Tanizen elevó el rostro, soltó la cintura del híbrido para sujetar con dos dedos su mentón y guiarle hacia su rostro, depositando un beso en sus labios, beso que fue correspondido sin dudas.

- Regresa rápido, vaquita, iré a preparar algo de comer por mientras.- El castaño asintió embobado, casi podían verse sus pupilas convertirse en corazones para ver con todo el amor del mundo a su ahora amante.

Ambos se dispusieron a levantarse del cómodo colchón y tomar sus prendas, que habían quedado regadas por la habitación, para así poder ir cada uno por su lado.

Tanizen ya se había duchado en la mañana apenas despertó, aprovechando que el menor se encontraba en lo suyo, se dedicó a preparar un desayuno sencillo; llevo ambos platos a la mesa cuando escucho golpeteos en la puerta principal.

-¡Ya voy!- Miro por un segundo la puerta, dejando todo listo para Noni cuando saliera del baño y camino hacia la puerta para ver quién quería molestarle tan temprano en la mañana.

-¿Sí? ¿Qué necesi- Se quedó callado, una canasta bastante grande estaba a sus pies y del interior provenían débiles hipidos, lo que parecía ser el inicio de un lloriqueo.

-Ah...¿Noni?- Volteo hacia el interior de su hogar, viendo cómo su novio salía del cuarto de baño con una toalla en sus hombros, quien dirigió su atención al escuchar su nombre.- Cariño, ¿puedes...¿Puedes venir a ver esto?-

Algo desconcertado, Noni se acercó a la entrada visualizando al pequeño bebé que estaba acostado justo dentro de la cesta, el pequeño niño daba pequeñas patadas y quejidos con un puchero, anunciando su llanto.

-Pero-...¿Y esto?- Al igual que el ojimorado, se quedó estático en su lugar ¿De dónde había salido ese niño?

- ¿Quién lo habrá dejado aquí? - Se agacho y estiro los brazos para tomar con cuidado al infante, no parecía tener mas de 4 meses de nacido, aunque era difícil descifrarlo por su tamaño, lo acuno contra su pecho-¿Han dejado alguna nota o algo?

Noni miro dentro de la canasta, sacando una simple hija de papel, en ella se podía leer "Por favor, cuiden de él".

- Dice que cuidemos del niño, solo eso.- Mantuvo la mirada en su pareja, aguardando su respuesta, después de todo el niño lo habían dejado en su casa.- Deberíamos ir adentro.

-Sí, mejor que aquí hay mucho chismoso.-El bebé poco a poco había dejado de llorar al estar alzado en brazos, terminando por dormir plácidamente entre los brazos de aquel nuevo conocido.

El mestizo asintió, tomando la canasta para ingresar de nueva cuenta al hogar, siguiendo a Tanizen quien al notar la tranquila respiración del niño, comenzó a arrullarle para ayudarle a dormir.

La escena derritió su corazón, termino por dejar la canasta a un lado de la puerta y se acerco a su amado.

- Cariño, hay que ponerle un nombre al niño.

-¿U-un nombre? ¿Al bebé?.- La situación de por si ya era bastante desconcertante y lo dicho por su pareja le altero un poco.

-Habrá que ponerle un nombre ¿No? Sigue siendo una criatura.

-Sí, sí, es solo que...¿Qué vamos a hacer nosotros con un be-bebé?- No quería dejarlo a su suerte, claro que no, pero las dudas le llenaban la cabeza.

- Pero es tan pequeño, no podemos dejarlo por ahí, en este pueblo son todos unos desquiciados, a saber que harían con él.- El rubio era consciente de que no habían hablado antes sobre tener hijos, incluso antes de ser pareja, era un tema que no llegaron a tocar hasta ese momento.- Mírale, Noni ¿No es adorable?

Destapo con cuidado el rostro regordete del lactante, las mejillas coloradas y las tan delicadas facciones solo causaban que cayera en su encanto.

- Lo es, bastante.- Acaricio con sumo cuidado la mejilla rosadita del bebé con una sonrisa sincera.- Pero ¿Estas seguro? Yo no tengo nada de experiencia con los niños, esto es totalmente nuevo.- Dejo salir su miedo, no quería darle un mal cuidado y que el pequeño fuera el perjudicado.

Sintió unos labios posarse en su mejilla.- Podemos hacerlo juntos, a este chiquitín no le faltara nada, tendrá a los mejores padres que puede haber en este lugar.- Sintió el apoyo de su pareja, que como siempre lograba alejar sus inseguridades, dándole la seguridad que necesitaba.- Sabes que siempre estaremos juntos para apoyarnos cuando el otro lo necesite.

Padres, ambos serían padres, aunque llevarán tan poco tiempo de relación no podían negar que eran el mejor dúo que había cuando solo eran mejores amigos, podían hacerlo.

- E-entonces...¿Que nombre le ponemos?- Una calidez se instaló en el pecho del más bajito, eran un familia, tenía una familia.

-¿Le ponemos Rogelio?- Pregunto Tanizen en un tono burlón, su contrario negó con la cabeza, apoyándose en el hombro del ojimorado para observar al bebé.

- Nah...tiene más cara de...- Se quedó observandolo unos segundos, viendo cómo el nene hacia muecas entre sueños hasta dar una chimuela sonrisa acompañada de leves risas que contagiaron a los adultos.- ¿Harry? ¿Te gusta Harry?

- ¿Harry?- Miro también al niño, era un bonito nombre, asintió para dar una mirada fugaz a su pareja.- Harry será ¿Te gusta bonito? ¿Te gusta tu nombre?- Había cambiado su tono a uno más infantil y dulce, adentrándose a la sala de la casa mientras repartía caricias en el infante, seguido muy de cerca por Noni.

- Habrá que comprar una cuna y ropa.

- Tenemos que hacerle una habitación y si tú quieres...bueno, podríamos vivir juntos.

Un ligero rubor tinto las mejillas del híbrido.- De-dejeme pensarlo.- Haciendose un poco el duro, dejo el tema para más tarde.

Ambos se dedicaron a planear las cosas que necesitaban para el cuidado de Harry, muchas cosas cambiarían a partir de ese momento pero estaba seguro de que no iba a arrepentirse.

Su corazón no podía estar más feliz.