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—¡NOS VAMOS, CARAJO!

Lucía estaba emocionada por el mundial y más por saber que también ira con su familia Qatar y así apoyar a su hermano mayor en los partidos.

—Lucía, no digas eso que después Ciro te copia — le habló la madre de la Messi más chiquita.

—Uy, si. Perdón — Lucía se acercó a su sobrino más chiquito y lo agarró en sus brazos —. Vos no me des bola, yo sola puedo decir eso.

El nene de solo cuatro años asintió con esa sonrisa que lo caracteriza. La familia Messi estaba en el aeropuerto esperando su vuelo correspondiente y para no aburrirse, Lucía jugaba con sus sobrinos, lo que la entretenía más a ella que a los chiquitos.

Cuando por fin llegó la hora de subir al avión, Lucía aguanto un grito de alegría y con los hijos de su hermano corrieron hacia la puerta correspondiente de su primer vuelo, ya que deben hacer escala a Brasil y luego estarían llegando a Qatar. El primer vuelvo fue tranquilo y no muy largo, Mateo y Lucía eran los dos únicos locos queriendo ya estar en Qatar, mientras que los otros dos chiquitos estaban apegados a su mamá, pero también querían llegar a donde su padre también estaba viajando. El segundo vuelo fue mucho más largo, Lucía estaba aburridísima, pero tenía a su sobrino Thiago a su lado, quien le daba la compañia suficiente para ella y podía hablar con alguien.

Cuando la familia Messi llegó a la ciudad, fueron trasladados hacía su hotel. Había varias personas que los recibieron alegremente, muchos no conocían a la joven Messi, pero otros si, por lo que le pidieron un autógrafo o una foto tanto a ella como a su cuñada y a los demás de su familia.

—Nunca me sentí tan famosa — opinó Lucía mientras caminaba hacía su habitación al lado de Antonella.

—Te vas a ir acostumbrando de a poco, puede que después te canses, pero son muy amables — agregó la cuñada de Lucía.

Lucía entró a su habitación personal, se despidió de sus sobrinos y cuñada, para luego entrar a su habitación. Es un lujo y Lucía no dudo en lanzarse a la cama sumamente cómoda. Ya estaba por anochecer, por lo que el cansancio la invadió por completo y no dudo en descansar.

Ya estaba en Qatar, que increíble.

(•••)

—¿Volvemo' a casa?

Otra vez Lucía estaba rompiendo lo huevos de cada una de las personas de a su alrededor. Se sentía desanimada luego del partido contra Arabia Saudita, no podía dejar de pensar en eso, se desgarró la garganta en ese partido y ahora solamente piensa en llorar... o volver a casa.

—Cállate, pelotuda — le habló el Kun, o como ella le gusta decirle: tío favorito.

Buenooo, tranquilo — Lucía se acercó a su tío y lo abrazó.

Ella, junto a su hermano, el Kun y algunos jugadores más de la selección, se encontraban en la terraza de la Universidad de Qatar donde se hospedan. Estaban tomando unos mates, mientras hablaban de cualquier tema y sin mencionar el primer partido jugado, aunque ya Lucy lo había hecho errónea y discretamente.

—Seguro esos árabes hicieron una macumba — Lucía se volvió a sentar en su silla —. Eu, ¿si busco en internet como hacer macumbas y la hago yo?

—Si la haces vo', seguro nos morirmos todos — habló el número siete de la selección —. Deja de hablar pavadas.

—Vos dijiste que todos nos íbamos a morir.

—Si vos hacías la macumba, tarada.

—Eu, paren un poco — intervino Lio. Él miró a su hermana menor —. Cállate la boca.

Lucía quería protestar otra vez, pero sabía que ya era demasiado intensa como para seguir discutiendo con De Paul, porque si seguían así, iban a terminar mal.

—Bueno, cambiemos de tema — habló la castaña. Todos los presentes miraron a la chica atentamente —. Mañana voy al partido de España y Costa Rica, a ver si me encuentro a algún español.

—No, vos tas muy chica para tener novio — la detuvo Leo.

—¿Y si es un jugador?

El Kun, el Papu, De Paul y Angel Di Maria comenzaron a reírse de ella. A Lucía no le parecía gracioso, es más, por algo quería ser vista, tampoco iba a estar por el resto de su vida viendo como sus amigos tenían a sus parejas y ella a su perro chihuahua llamado killer.

—¿Por qué chota se ríen?

—Vo' no sos capaz de conseguirte un pibe — habló el Papu —. Si te pones toda tímida en frente Enzo, imagínate frente a un español.

—Fuaa, que manga de... — Lucía se detuvo al ver a su hermano mirarla seriamente —que manga de amores — sonrió —. Ya van a ver, les voy a traer a un pibe y mis sobrinos le van a decir tío.

—Lucía, tené cuidado — Lionel la señaló.

—Si, si, pero a ustedes — señaló a los demás —les voy a cerrar la boca.

—Bueno, ya vamo' a ver — el Kun se paro y abrazó a su sobrina postiza —. Yo te quiero igual, pelotuda.

—Yo también — sonrió la más chiquita.

Lucía ya esta acostumbrada a que su tío la llame así, los dos se boludean como nenes de primaria y si incluimos a Benjamín Agüero, parecen tres nenes de cinco años.

—Vo' tranqui, Leo. Que me traiga a el pibe que yo lo interrogo — sonrió el Kun —. Y si no me cae, bueno, con Benja lo cagamo' a palo.

Lucía y la familia Agüero tienen una linda amistad, básicamente Benja es muy apegado a Lucy y ella es muy apegado a los dos. Parte de su vida creció junto a ellos y es parte de su felicidad.

Cuando la noche cayo en la ciudad de Doha, Lucía se fue hotel en el auto de seguridad que siempre la acompaña. Tendría que preparada para mañana, creería que está nerviosa por un partido de una selección que no es suya, pero está más ansiosas para conocer a algún pibe y cerrarles la boca a los otros.

 Tendría que preparada para mañana, creería que está nerviosa por un partido de una selección que no es suya, pero está más ansiosas para conocer a algún pibe y cerrarles la boca a los otros

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𝗦𝗽𝗮𝗻𝗶𝘀𝗵 𝗯𝗼𝘆      ❲ P. Gavira ❳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora