Días

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—¿Está mejorando? —preguntó su madre, como cada mamá con un paciente dentro de un internado su semblante era preocupado, los ojos entristecidos.

—¿Hace cuánto fue ese suceso? ¿Es reciente? —devolvió la pregunta, Vegas había estado diciéndole cosas sin sentido, algunas parecían ser reales hasta que les preguntaba a sus familiares y se daba cuenta que era falso.

—Le mencioné que fue alrededor de cinco meses doctor, el no ha podido recuperarse de ningún modo —su voz se quebró, dolida por la reacción que su hijo estaba teniendo.

Quedó completamente vacío.

—El dice cosas que parecen ser verdad, ayer me contó que no sabía si Pete era real.

—¿Cómo? —no podía haber manera que pensara que lo que un día fue su todo, ahora lo considerará parte de una simple imaginación.

—El dice que no cree que sea verdad, otras confiesa que lo extraña. Últimamente su "yo" que llora no habla más —serio miraba que los padres de Vegas comenzaban a hablarse entre ellos, algunas veces incluyéndolo en la conversación— lo único que lo tranquiliza es venir a el mar, pero es peligroso que venga muy seguido —no había pasado por desapercibido que su paciente le dijera que le gustaría descansar entre las olas.

Probablemente buscaba descansar eternamente dentro de ellas.

—Pero puede recuperarse ¿no es así? Aún puede continuar para tratar de recuperar su persona —el padre de Vegas la tomó de los hombros, ella sollozó fuertemente en su hombro.

Les dio un momento a solas, mirar a un hijo perderse en los recuerdos oscuros de su mente no debía de ser fácil, mucho menos cuando Vegas parecía tener el apoyo de todos, menos de la persona que quería.

Así que los esfuerzos de su familia para el eran simplemente nada.

—Trataremos de darle mejores cuidados para que salga de la realidad que lo tiene atrapado —le ofreció una palmada de hombro, dándole a entender que los apoyaba— tenga por seguro que aún podemos traerlo de vuelta.

Les sonrío despidiéndose de ellos, el sonido de las olas golpeándose entre ellas se fue alejando.

Miró el suelo sin esperanza, desesperación podría ser.

Había mirado personas rotas y perdidas, pero Vegas tenía tan catalogadas las rupturas de su alma, sabía porque todo en el dolía que se perdía dentro de estas escapando de la realidad. Le dolían y apuntaba de donde provenía para sanarlo.

Hasta que las ojeras reflejaban lo cansado que estaba, hasta que sudaba por las noches y despertaba con miedo cada dos horas.

Hasta que lloró por seguir vivo.

Hasta que su propio doctor lo miró tan roto que no podía ver una posibilidad de poder sanarlo.

días nublados - vegaspeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora