Los amigos de clase de Atsushi: Los mellizos Akutagawa, los hermanos Tanizaki, Higuchi, Tachihara, e incluso Lucy se les había unido, habían llegado a casa del joven de la habilidad del tigre.
Sus intenciones eran tener una pequeña convivencia previa a las fiestas navideñas en casa del albino, pues Atsushi pocas veces o nunca se reunía con ellos, ¿las razones desconocidas?: Arata.
Arata decoraba el arbolito de Navidad, colgando esferas y demás adornos llamativos. Le emocionaba ver su hogar con un espíritu Navideño alegre. Era el niño más feliz, aun cuando Atsushi era su única familia.
— Arata, cuando termines de decorar el arbolito nos iremos a dormir.
Anunció Atsushi. El niño se acomodó mejor su gorro de Santa Claus, y dejó la carta entre las ramas del pino.
— Sí. Mami, ¿Los regalos estarán debajo del arbolito verdad?
— Así es.
— ¿Crees que Santa Claus me traiga un papá?
— Claro que sí. Hasta vendrá envuelto en papel de regalo.
Respondió con una sonrisa. Ni siquiera tenía idea de cómo, pero él estaba dispuesto a convencer al padre de Arata a envolverse como regalo para Navidad, después de revelarle el gran secreto.
Fue en ese momento en el que oyó que alguien golpeaba la puerta principal. Era extraño para él, pues sólo Dazai y Chūya los visitaban y en ese momento estaban ocupados dando la bienvenida a su nuevo integrante.
— Mami, ¿quién podrá ser? ¿Y si es un malo?
El pequeño albino se acercó al mayor para aferrarse a él, temiendo por su vida. Le asustaba que tocaran la puerta de noche, y más cuando no esperaban a nadie.
— N-No digas esas cosas, hijo... S-Seguramente alguien se equivocó y...
Alguien golpeó más fuerte la puerta.
Al ser tan insistentes, Atsushi decidió abrir una vez Arata se fue a su habitación. No quería exponerlo de quién sea que haya estado tocando.
— Chicos... Ustedes...
Ahí estaban todos frente a él, con golosinas, bocadillos, regalos, juegos de mesa, decoraciones, todo lo ideal para una celebración.
— Es la primera fiesta después de cuatro años en la que estarás festejando con nosotros, Atsushi.
Dijo Naomi. Todos entraban a la casa en confianza, dejando sus cosas sobre la mesa y otras en la sala sobre los tatamis. Atsushi estaba confundido, y más que eso, nervioso de que Arata saliera a averiguar quiénes habían llegado y quedara al descubierto.
— Es verdad... S-Sucede que yo...
— Jinko. ¿Hiciste galletas?
Preguntó Ryū. Había conocido ese aroma desde que entró.
— Sí... Les traeré enseguida.
— ¿Son de mantequilla?
— Sí, Ryū, quiero decir... Akutagawa..
Las galletas favoritas de Ryū eran las que Atsushi preparaba con mantequilla, y que nadie podía hacerlas tan exquisitas cómo él. Podía comerse el plato lleno de galletas.
Atsushi dejó un plato de galletas sobre la mesa de piso, en medio de la casa, y le entregó otro plato lleno de galletas al azabache, quien le sonrió discreto, sin querer ser visto por los demás.
— Akutagawa, cuando la fiesta termine, ¿podrías quedarte un momento? Me gustaría hablar contigo sobre algo...
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Algunas horas más tarde, por la madrugada...
Todos, incluyendo Gin, se habían retirado de la casa de Atsushi después de ayudarlo a limpiar. Todos a excepción del chico de la habilidad de Rashōmon, quien seguía al albino hasta una habitación.
— A-Akutagawa... Nosotros siempre actuamos por instinto aquellas veces... Nuestras condiciones recientemente habían sido expuestas pero.. el celo de la pubertad pudo más y...
— Lo hicimos, lo sé, y no me arrepiento de nada. Seguimos siendo demasiado jóvenes pero mi amor por tí es el mismo. Por cierto, ni mi hermana ni nadie sabe que estamos saliendo desde hace cinco años...
Akutagawa besó tiernamente la frente del albino, haciendo que se ruborizara. Atsushi giró la perilla de la puerta de al lado, para empujarla cuidadosamente, dejando ver una habitación oscura, iluminada con una lámpara de luz tenue.
— Yo también te amo, Ryū... Necesito que entres a la habitación. Tienes que ver algo.
Sin hacer mucho ruido entraron a la habitación. Akutagawa estaba confundido, y más, cuando pudo visualizar a una hermosa criatura dormida sobre la cama, con un gorro de Santa Claus y su pijama bien abrigado, debajo del cobertor infantil.
— S-Se parece a tí... ¿Quién es?
Preguntó nervioso. Atsushi sonrió.
— Es nuestro, Ryū. Es Arata, hijo de los dos. Sólo que no había tenido la valentía de decírtelo... Él ya tiene cuatro años... Y como regalo de Navidad, quiere conocer a su papá. ¿Te atreverías a ser un regalo para mi bebé, Ryū?
Akutagawa tenía varias emociones a la vez. Sentía miedo, inseguridad, no tenía idea de cómo llevar su vida una vez el niño sepa que él es su padre. También sentía una gran alegría al saber que su amor por Atsushi había dado frutos. Sus lágrimas salieron. Sólo pudo abrazar a su amado y acariciar la parte trasera de su cabellera.
— Debiste decírmelo desde el embarazo. Estoy dispuesto a prepararme para ser el mejor regalo de Navidad de... Mi hijo, Jinko. Pero no soy capaz de hablarles sobre eso a mis padres, ellos no lo entenderían. Ellos...
— Mami, ¿ya se fueron?
Arata se sentó de repente, tallando sus ojitos con sus puños, soñoliento.
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Un Papá Para Navidad
FanfictionAtsushi Nakajima es un joven Omega que tuvo a su hijo Arata al comienzo de su condición, a muy temprana edad. Ahora, siendo un niño de cuatro años de edad, pide a Santa Claus un padre para Navidad, pero Atsushi no está seguro con su petición, o si e...