Una pequeña alfa de cabellera castaña andaba buscando por todo el colegio a su bolita de arroz sonrojada.
“¿Has visto a Rourou?”
La alfita preguntaba a cada omega que se le cruzaba por delante, estos solo fruncian el ceño y negaba.
Busco en las aulas, en el comedor y en el cuarto de limpieza del colegio de omegas, solo faltaba buscar en un lugar, el hermoso jardín de estrellas.
Y si, la alfita por fin encontró a su omega, esta estaba transformada en una pequeña lobo blanco y se encontraba correteando con otros omegas en aquel jardincito tan hermoso.
El olor característico que desprendía la omega era el sabroso olor cítrico de fresas y el tan dulce olor de chocolate, una combinación especial.
Le encanta ver a su omega menar su cola, era la señal que se sentía comoda y feliz.
Claramente aún la madre luna no les decia que eran destinadas pero estas sentían en su corazoncito que ya lo eran.
Volviendo al motivo de la llegada de la alfa al colegio de omegas, esta se encontraba nerviosa aun que a la vez esperanzada que la respuesta sea positiva y no termine siendo negada por su omega, procedió a aproximarse a esta.
Sentía sus pequeñas manos sudar, la alfita de seis añitos iba a conversar con su pequeña omega de cinco añitos.
Carraspeo su garganta y observó como la lobita blanca volteó a verla, esta se acercó a ella, kim acarició el pelaje de la pequeña por unos minutos pero luego vio como la pequeña se alejaba de ella y se fue detrás de un arbustito de aquel jardín.
La alfita se volteó para no mirar a la omega, tenía que darle privacidad hasta que se cambiara.
Minutos después la omega ya estaba transformada en una humana salió ya vestida con una falda amarilla que venía con dos tirantes que se estiraba hasta el hombro y debajo una camiseta con un estampado de pollito.
— ¿Te gusta, Chi choo? — Modelo frente a la alfa. — Mi mami me lo compró ayer, me gustó bastante el conjunto — sonrió.
Se veía tan tierna y hermosa en aquel conjunto, que la alfita por dentro estaba sintiendo mariposas revolotear.
— Me encanta, te queda perfecto Rourou — La contraria se encontraba sonrojada ante las palabritas de su alfita. — Mi hermosa bola de cachetes sonrojada, todo te queda bien — Agarro suavemente la mejilla de su chipmunk.
— Unnie... ¿Por qué esta aquí? — Le preguntó a su amada alfita mirando sus hermosos ojos acaramelados.
— Amor mío, vine por que... — Sudaban mucho sus manitos y estaba jugueteando con ellos pero la manita pequeña y regordeta de Chaeyoung detuvo aquella acción ya que esta la sujeto. — Quiero tener cachorros contigo omega pero primero... Quiero que te cases conmigo aun que si quieres podemos tener antes los cachorros, eso no sería problema para mi pero si lo es para ti puedo esperar. — La pequeña alfita entreveraba todas sus palabritas.
— Aun que no quiero esperar mucho pero también te quiero ver con una hermosa pancita — Señaló el vientre de la omega, esta salto un poco cuando le toco su barriguita ya que le daba cosquillas. — Yo puedo trabajar te comprare una casa muy grande en la cual ambas y nuestros cachorros viviremos y seremos felices por siempre, yo te amo omega... — La pequeña quedo confirmada por una simple razón.
— Chi choo... ¿Cómo se hacen los cachorros?
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